- Ves que todos esos adornos que tanto te gustan están juntando tierra y comienzan a parecerte innecesarios.
- No podés dormir cuando sabés que hay un plato/vaso/taza sin lavar en la cocina.
- Hacés el recuento de la ropa que tenés y de la que usás, encontrás muchas cosas que ya no te sirven, y las sacás del ropero sin hacer escándalo, sin ni siquiera un "te voy a extrañar".
No te mueras nunca
Hace 8 años