Hace unas semanas me invitaron a participar en mi primera feria medieval y a mí, que me vuelven locas las ferias medievales pues no dudé en apuntarme.
La feria se ha celebrado en Tolbaños, un pueblo pequeñito de Ávila pero, a pesar de ser una feria pequeñita ha sido impresionante de bonita y original como no había visto otras.
El pueblo entero estaba implicado en la fiesta y todos vestidos con trajes medievales hicieron su recreación del asalto a las murallas en la época de la reconquista. Tolbaños fue un pueblo donde se libraron muchas batallas entre moros y cristianos y, tanto niños como mayores participan en esa recreación.
Cuando llegué allí tenía mi puesto preparado sólo para colocar mis cosas. Me trataron genial, especialmente mi amiga Angelines, que pertenece a la Asociación, y el resto del pueblo, que es abierto y hospitalario para todos los que fuimos de fuera.
Aquí os enseño mi puesto, una vez colocadas las cosas.
Y éste es el de mi peque, porque los niños también tenían su puesto en el mercadillo.
La verdad es que tengo que agradecer muchísimo cómo me han tratado, a mí y a los míos, porque no fui sola hasta allí.
Como regalo de cumpleaños muy especial recibí la compañía de una parte importante de mi familia, desde Córdoba: mi tío Pepe, hermano de mi padre, mi tía Mari Ángeles, que también cumplió los años el mismo día que yo, y mis primas Cristina, Patricia y Beatriz. Todos se subieron al coche al día siguiente de mi cumpleaños y se apuntaron a la excursión medieval. ¡Lo pasé genial!
La de morado y mostaza, ¡mi madre, vestida de mesonera! ¡Sólo le faltaba la jarra de barro!
No fue la mega feria medieval, espectacular y super famosa del mundo pero me lo pasé en grande, me trataron estupendamente, la gente del pueblo es encantadora y con un humor envidiable y, sobre todo, estuve rodeada de los que me quieren.