Pues eso, después de la jornada frenética de antes de ir al interior, no podía dejar pasar la oportunidad de volver a intentarlo de vuelta a casa, pero esta vez desde costa, y en un emplazamiento diferente.
Tras unas dos horas dando cañazos y sin actividad ni persecuciones, estaba ya efectuando la retirada, no sin salir del agua, y aprovechando el trecho de regreso al coche, cuando Zaaaaassssss!!!!! Picadón. Está claro que a cabezón no me gana nadie, y si no fuera por eso, habría perdido la oportunidad de disfrutar de este ejemplar.
Bravo ejemplar de 80 cm. de punta a punta.
Carrera fulminante y esta fue la anjova que más saltos me ha regalado en su captura. Estaba muy, pero que muy cabreada, y luego supe porqué.
Tras poder llevarla a tierra (con la cantidad de saltos que dio, no sé como no se escapó), una familia de veraneantes se acercó a ver tan majestuoso animal. Pablo, el cabeza de familia, se ofreció a hacerme unas fotos y de paso averiguar algo sobre estos animales. Resulta que es pescador y no había visto antes a mis amigos. Me pregunta sobre señuelos, lances, recogida y demás, y da la casualidad de que se había comprado el Yokozuna Capote, pero la referencia B17, el rosita. Como no, mi vencedor ya sabéis cual fue, el mismo pero el M20. Eso sí, resulta que le habían clavado más de 13 € en L'Ametlla de Mar, cuando es un señuelo que a mí me costó 6,30 €. Le dije que me parecía un poco caro, pero no le quise hacer mala sangre.
El señuelo más amortizado de mi vida, juas, juas!!!!
Eso fue a la mañana. Por la tarde quise probar de nuevo pero no hubo tanta suerte. Por casualidad, ¿sabéis a quién me encontré?, juas, juas!!! a Pablo, que rápidamente dejó a la familia al verme y empezamos a dar cañazos por la zona. Parece ser que era su primer día por la zona y estaba maravillado. Además tuvimos la gran suerte de disfrutar de una puesta de sol magnífica, con una luna bastante llena enfrente del sol, y un mar color cobre espectacular.
Pablo, espero que tuvieras suerte y al final dieras con uno de ellos (aunque ya te dije que era lo peor que te podía pasar, que quedarías enganchado de por vida, ja, ja ja!!!).
Volviendo al cabreo de mi amigo, si os fijáis en la foto de arriba y abajo, se puede apreciar como viene con un anzuelo simple, que no es el mío. Además uno de mis triples se fijó a ese anzuelo, por lo que debía tirarle bastante, ya que incluso llegó sangrando por esa zona. Encima me había olvidado los alicates, por lo que no tuve huevos de intentar hacerlo manualmente... Triste final para el ejemplar que más batalla me ha dado. De verdad, que pegaba unos saltos espectaculares hasta estando en tierra.
Es la primera vez que capturo un ejemplar con un anzuelo de regalo.
Ahora toca irse preparando para las Llampugas, bonitos y demás. Llampugas, qué divertidas!!!