yo quiero un perro. mr. BAE se opone a ello. pero, como a veces me quiere, me ha regalado este.
me cuentan por pinganillo que lo ha descubierto viendo cierto programa de
televisión.
vi este cartel en internet. no sé dónde está. eso no impide que lo necesite.
me impresionó esta fotografía cuando la vi en IG. se titula El beso de la vida y, aunque podría ser una romántica toma de posición ante la vida, es, en realidad, un retrato de valentía y compañerismo.
tomada por Rocco Morabito en 1967 y galardonada con el Pulitzer en 1968, El beso de la vida muestra a dos operarios eléctricos, Champion Randall y J. D. Thompson, en la parte superior de un poste de electricidad donde llevaban a cabo un mantenimiento de rutina.
Champion rozó una de las líneas de baja tensión y más de 4000 voltios atravesaron su cuerpo, lo que le detuvo el corazón. su arnés de seguridad evitó la caída y Thompson, que subía al poste por detrás de él, lo alcanzó rápidamente y le hizo la respiración boca a boca. aunque no pudo reanimar a Champion, mantuvo activos sus pulmones hasta que sintió un ligero pulso, desabrochó los arneses, se lo echó al hombro y lo bajó.
al llegar al suelo, lo reanimaron y le salvaron, con ello, la vida. Champion vivió hasta los 64 años.
¿no me digáis que no es una historia emocionantísima? y la foto sigue siendo de póster.
no ha sido época de ir de fiesta, pero trabajar con el ruido de una de fondo lo ha hecho más llevadero.
los libros de viajes son, cuando no puedes viajar, un placer inusitado. este es, además, muy especial.
no todas las autoras de diarios de viajes de juventud acaban siendo primeras damas de EE. UU.
cuando la vida te lleva por caminos incómodos, una cosita cualquiera a la que agarrarte tiene un gran efecto. para mí, esta
pastilla de jabón ha sido esa tabla de cordura.
los colores del otoño.