domingo, enero 19, 2014

El historiador Elías Pino Iturrieta explica la relación entre Bolívar y el león del escudo de Caracas

Bolívar y el León de Caracas

Elías Pino Iturrieta
 
Artículo publicado el 19 DE ENERO 2014 en El Nacional. 

La historia es una fuente en la que deberíamos beber todos para no cometer tonterías, si creemos que mirar los anales del pasado tiene efectos pedagógicos. La historia sirve o debería servir para combatir la amnesia individual y colectiva, aseguran los metodólogos, tal vez con más entusiasmo que fundamento; mas, hace que uno, cuando la maneja ante los interlocutores, se exhiba como poseedor de un tipo de conocimientos llamado cultura general. Para algo sirve, pues. No es una cháchara de viejas, pero también se puede convertir en cuchilla letal, aun cuando se dirija hacia objetos que parecen triviales. Vayan estas letras como acreditación del asunto que se tratará de seguidas, aparentemente superfluo pero más intrincado de lo que a primera vista parece.

El presidente del Concejo Municipal de Libertador, capitán Eliécer Otaiza, se ha apresurado a adelantar una ejecutoria que incumbe a todos los caraqueños, pero también a la parentela de un héroe a quien consideramos como Padre de la Patria y Libertador. En reciente entrevista, un periodista de El Universal preguntó sobre el cambio de los íconos de la institución que preside, y el capitán respondió así: “Sí. Quitar desde el punto de vista iconográfico el León de Caracas es una ordenanza que estamos a punto de sacar con una moción de emergencia. Vamos a crear una nueva iconografía, pues no somos España”.

No somos España, obviamente, hace tiempo que resolvimos ese problema que los historiadores llamamos pomposamente “pacto colonial”, pero antes de llevar a cabo su revolución iconográfica el proponente debe informarse sobre la bestia que quiere expulsar del escudo municipal. Antes de promover la “moción de emergencia”, quizá porque la medida no sea tan urgente como él sugiere, tal vez porque no creemos que se vaya a acabar el municipio si detiene un poco el acelerador, se debe enterar del origen de la fiera melenuda que tanto le incomoda. Ese atroz e imperial animal que produce la perturbación del capitán Otaiza, hasta el punto de llevarlo a descubrir situaciones parecidas a una calamidad, se registra en la memoria de la ciudad desde 1592 gracias a gestiones realizadas ante la Corte de Madrid por un caballero llamado Simón de Bolívar.

Ese Simón de Bolívar fue el quinto abuelo paterno del Libertador, y el primero de su estirpe que se radicó en América. Caracas fue más española que nunca debido a su trabajo de poblador-fundador. Gracias a su interés como regidor de primer voto en la cámara, el cabildo se ocupó de mejorar el cobro de los impuestos correspondientes a la Corona y de que el trazo de la población calcara el de las ciudades peninsulares. Además, se ocupó personalmente de adquirir licencia para que se estableciera una gran institución de enseñanza como las que la Iglesia tenía en Madrid, raíz del futuro Colegio Seminario de Santa Rosa de Lima. Los méritos hicieron que ocupara después las funciones de procurador general, cargo desde el cual obtuvo del rey y trajo en su equipaje el escudo de armas de la ciudad de Santiago de León que ahora quiere modificar el presidente del Concejo Municipal de Libertador porque “no somos España”. Al hijo de ese remoto don Simón, llamado Simón Bolívar “el Mozo”, se otorgaron más tarde honores especiales por ser descendiente del servidor público que había establecido elementos fundamentales de identidad para la ciudad.

Aparte de las consideraciones relacionadas con la historia, cae como avalancha sobre el tema una observación de naturaleza política. El gobierno se ha proclamado bolivariano desde cuando tomó el poder, y ahora uno de sus portavoces se muestra públicamente como antibolivariano. No ataca la figura ni las ideas del héroe a quien el régimen ha presentado como ejemplo e inspiración, pero se mete con la sagrada familia. Se sale del guión de manera estrepitosa cuando quiere enmendarle la plana al primer ascendiente del héroe que habitó entre nosotros. Así las cosas, no conviene preguntarse si Venezuela es de veras Venezuela a estas alturas del almanaque republicano, sino qué pensaría el Gigante de la “revolución bolivariana” ante una decisión que atenta contra los ancestros del Libertador de una comarca que ya no es España, pero que tiene un pasado digno de respeto.


 Imagen de Luis Carlos Díaz tomada de acá

jueves, enero 16, 2014

Charlas del historiador Naudy Suárez sobre el espíritu cristiano y la política en Venezuela (22 y 29 de enero)

Nos llega esta amable invitación del maestro Suárez. Se los recomiendo sinceramente. 


Queridas amigas, queridos amigos:

Tengo el agrado de invitarlos a las siguientes dos conferencias que, bajo el patrocinio del Padre Honegger Molina, Párroco de la Iglesia de la Anunciación de Nuestra Señora, tendrán lugar en la sala de reuniones de dicha Iglesia, situada en la 1ª. Avenida de la Urbanización La Boyera los próximos días  22 y 29 de enero de 2014, a las 7 p.m. Un buen punto de referencia, por la cercanía,  lo constituye el Supermercado Madeirense de La Boyera.

Cordialmente,

Naudy Suárez Figueroa.

MIÈRCOLES 22 DE ENERO DE 2014, 7 p.m.

ESPIRITU CRISTIANO Y POLÌTICA EN LA VENEZUELA DEL SIGLO XIX

En el transcurso del siglo XIX, un número escogido de venezolanos – desde Juan Germán Roscio, en tiempos del movimiento de independencia,  hasta Manuel Dagnino, ya por finalizar ese mismo siglo, pasando por Fermín Toro, Juan Vicente González, Felipe Larrazábal y otros más- asumieron un compromiso político que, según propia confesión, se inspiraba en su credo católico.

En algunos casos, tuvo tal compromiso una expresión primordialmente intelectual que cobró forma en el ensayo o el artículo periodístico doctrinarios. En otros, se tradujo en propuestas relacionadas con la expansión de la democracia y los derechos humanos. Algunas de ellas desembocaron en el establecimiento de la libertad religiosa (1843), la proscripción de la pena de muerte (1848), la abolición de la esclavitud (1853 - 1854) o la progresiva universalización del voto (1848 y años siguientes).

La historia hasta ahora escrita del país ha obviado, sin embargo, en gran medida, tales aportes, dando lugar a la general ignorancia de un rico capítulo de su acontecer.

La presente conferencia aspira a representar una contribución destinada a colmar dicha carencia. 

MIÈRCOLES 29 DE ENERO DE 2014, 7 p.m.

EL ACUERDO O MODUS VIVENDI DE 1964
EN LA PERSPECTIVA DE LA HISTORIA DE LAS RELACIONES
 ENTRE LA IGLESIA  Y EL ESTADO VENEZOLANO
 DESDE LOS INICIOS DE NUESTRA NACIONALIDAD


En abril de este año 2014 se cumplirá medio siglo de la firma de un acuerdo –se le llamó modus vivendi, lo que, en latín, significaría literalmente “modo de vivir”- entre la Santa Sede y el Estado venezolano.

Se sabe que Venezuela cobró forma histórica como país haciendo muestra de una particular característica: la especie de relación de vasos comunicantes creada  entre lo religioso y lo político durante los tres siglos bajo los cuales rigió para aquélla la condición de colonia española. Llevada a ley, esa extraordinariamente estrecha relación cobró el nombre de Real Patronato Eclesiástico.   

El proceso de transformación política abierto en 1810 no ahorró en sus complejos avatares al campo de lo religioso-político. De esa manera, el designio de establecer un nuevo y distinto sistema de relaciones entre la república venezolana y la Santa Sede abrió desencadenó una dinámica de tensiones -y hasta de  radicales confrontaciones como cuando, bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, se amenazó por éste con establecer una Iglesia Católica Venezolana autocèfala-  que se prolongarán hasta el siglo XX.

            La presente disertación hará especial énfasis en la manera cómo, al calor del cambio político operado en 1958 – en el cual la Iglesia nacional no dejó de jugar, por cierto, un interesante papel-  se creó el clima que hizo posible, tras intensas negociaciones diplomáticas entre el gobierno venezolano de concertación política  presidido por Rómulo Betancourt y la Santa Sede, entonces  regida por el Papa Juan XXIII, firmar un “modus vivendi” que ha beneficiado por medio siglo al catolicismo venezolano.

martes, enero 07, 2014

El 3 de enero falleció el historiador venezolano Santos Rodulfo Cortéz (1924-2014)

Santos Rodulfo Cortés.jpg
Sentido pésame a toda la familia de este importante historiador. 

Les dejamos dos comentarios: el primero de un amigo apasionado de la historia: José Hermoso Sierra,  y el segundo del cronista oficial de Ciudad Bolívar: Américo Fernández, el cual tomamos de su blog. 

Profeballa

Comentario de José Hermoso Sierra

Murió mi profesor de Historia en el Liceo Luis Razetti. Aún le recuerdo cuando transitaba los pasillos con sus zapatos llenos de tierra tras haberse bajado de su Chrysler en el polvoriento estacionamiento del liceo. Muy clásico en el vestir, como la generalidad de los profesores y maestros de la época. Blazer azul intenso, pantalón gris, camisa blanca y corbata. Parco en el hablar cotidiano. Abundante cuando impartía la lección. Santos Rodulfo Cortés no tenía sobrenombre y la conversación con sus alumnos giraba generalmente en torno a la historia de Venezuela. Había nacido en Ciuad Bolívar el 22/03/1922. Murió hace pocos días; el 03/01/2014.

Obtuvo los grados académicos de Doctor en Ciencias, Mención Historia y Licenciado en Filosofía y Letras, Mención Historia en la Universidad Central de Venezuela. Egresado del Instituto Pedagógico de Caracas y de la Universidad de Míchigan, Estados Unidos. Diputado Suplente al Congreso Nacional, años (1964-1969) y (1969-1973) 

. Profesor Asociado a tiempo exclusivo para Investigaciones de Campo en el Instituto de Antropología e Historia de la facultad de Humanidades y Educación (1969-1971). Profesor de Geografía Física, Antropología y Sociología, Historia de la Geografía y Seminario de Geografía, en la Escuela de Geografía de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (1960-1978). Miembro Principal del Consejo de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (1971). Director del Instituto de Antropología e Historia de la Faculta de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (1971). Director de la Escuela de Biblioteconomía y Archivos, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela (1962-1969). Profesor de Bibliografía de Fuentes Históricas en la Escuela de Biblioteconomía y Archivos de la Universidad Central de Venezuela (1969). Pertenece a la Federación Venezolana de Maestros, Colegio de Profesores de Venezuela, Colegio de Humanistas de Venezuela, Asociación venezolana de Archiveros, Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela. Centro Histórico del Estado Falcón y de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. 1Fue incorporado el 7 de febrero de 2002 como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela ocupando el sillón con la letra “Z”. (wikipedia) 

Junto a mi amiga Morelia Corredor le visitamos en Marzo del año pasado en su residencia. Si mal no recuerdo, nos tomamos un cafecito y hablamos, hablamos, hablamos de aquellos y de estos tiempo. Nada de ser un viejito de voz cascada; nada de estar apagado. Lucía juvenil, con fortaleza física y espiritual. Estaba proyectando un libro sobre lo antihistórico de la historia.


Santos Rodulfo Cortés
Américo Fernández

El académico bolivarense Santos Rodulfo Cortés, falleció en Caracas a la edad de 89 años.  Había nacido en Ciudad Bolívar el 22 de marzo de 1924. Escritor, historiador, investigador, profesor universitario y Miembro de la Academia Nacional de la Historia.  Era hermano de Iris, voz de Canto Cantorum”y esposa del doctor Qswaldo De Sola, creador y director del Museo Histórico de Guayana

Estudió en la Escuela Heres y en el Liceo Peñalver.  Concluyó sus estudios de secundaria en el Liceo Alcázar de Caracas en 1942.  De suerte que abandonó su ciudad natal a la edad de  17 años.

En entrevista telefónica que le hiciéramos Alfredo Inati y yo para el programa radial “Ciudadano de Angostura”, Santos nos dijo que en Caracas, una vez graduado de bachiller, quiso seguir la carrera de educador para lo cual se inscribió en el Instituto Pedagógico y de allí en adelante se transformó en un eterno estudiante y estudioso de todas las ramas humanísticas.  Hizo un post grado en la Facultad de Humanidades y Educación, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.  Fue un permanente representante estudiantil. Diputado por el Estado Bolívar, Ejerció la docencia en varios liceos de Caracas y en la Universidad, así como cargos en la UCV y en la administración pública.

Perteneció a varias Federaciones, Colegios, Asociaciones, Sociedades y Centros Históricos.  Publicado 24 libros y folletos, 7 ensayos, Conferencista y prologuistas de varias obras. Reseñas bibliográficas, articulistas de la prensa nacional y regional. Miembro de número del Instituto Venezolano de Genealogía, Miembro de número de la Academia Nacional de la Historia (7 de febrero de 2002) a la cual ingresó a ocupar la letra “Z” con un trabajo sobre Ramón Isidro Montes, personaje bolivarense del Siglo diecinueve, fundador de los estudios superiores en Guayana.

 Otro personaje guayanés por el cual se interesó fue el prócer Tomás de Heres y a propósito pronunció el Discurso de Orden en el Concejo Municipal  con motivo del bicentenario de su natalicio. 

Estuvo muy ligado a la Escuela de Antropología de la UCV y dentro de ese ambiente publicó el Folclore de la Escoba en Guayana. Muy curioso, sobre todo porque en Ciudad Bolívar hubo una muy próspera fábrica de escoba que incluso concursó ganando premios en Ferias Internacionales de Europa.

También escribió sobre la Curiara del Orinoco, madre del bongo y la falca, embarcación india que bien recuerda Rómulo Gallegos cuando en Doña Bárbara habla de los palanqueros del Orinoco:  “Con quién vamos? –Con Dis y María Santísima”.

Sobre el folclore del Café en la región de El Hatillo presentó un trabajo creo que publicado por el Instituto de Antropología e Historia.  


Entre los libros de Santos Rodulfo Cortés destacan El medio físico Venezolano (1952), Estudio meteorológico del Centro de Caracas (1955), Aspectos físicos del piedemonte de Venezuela (1955), Antología documental de Venezuela (1960),El cocuy en el folklore venezolano (1961), Folklore del café en la región de El Hatillo (1962), Bibliografía de Miguel Acosta Saignes (1963), Antología documental de Venezuela (1966),Bibliografía de J.F. Reyes Baena (1969), Geografía Altitudinal de Venezuela (1961), La geografía de la Historia (1962), Memoria anual de la Escuela de Biblioteconomía y Archivos de la Universidad Central de Venezuela (1964-1965-1966-1967-1968), Función de los Archivos en el Desarrollo Nacional (1970),El Congreso de la Villa del Rosario de Cúcuta, Bohemia (1971), Sesquicentenario de la Campaña de Carabobo, Bohemia (1971), El régimen de las Gracias al Sacar en Venezuela durante el periodo Hispánico Tomo I y II. Academia Nacional de la Historia (1978), 19 de Abril de 1810, Una Revolución Popular Inconclusa (2010)

miércoles, enero 01, 2014

2014: un año para analizar el bicentenario de aquel 1814 de Boves

Autor: Carlos Balladares Castillo
Publicado en Código Venezuela

2014: Bicentenario del peor año de nuestra historia

El año que se inicia es propicio para la reflexión sobre el principal problema de Venezuela: el apego a la voluntad del gobernante por encima de las instituciones y las leyes. Nunca antes y quizás nunca después se ha dado un año donde el predominio de los “pranes” (cambiando lo cambiable en 200 años) fue la característica dominante en el orden social del país, siendo el más poderoso de todos gracias a su carisma sobre las masas populares: “el taita” José Tomás Boves (1781-1814). El gran sueño de libertad fue destruido por las mayorías, tal como señaló Bolívar en el “Manifiesto de Carúpano” (07-IX): “Vuestros hermanos y no los españoles han desgarrado vuestro seno, derramando vuestra sangre, incendiando vuestros hogares, y os han condenado a la expatriación. Vuestros clamores deben dirigirse contra esos ciegos esclavos (…)”. Sin duda fue nuestro peor año, de modo que no podemos dejar pasar su bicentenario sin analizarlo desde nuevas perspectivas.

El año 14 representa en la guerra de Independencia el tiempo más violento, en él confluyen las consecuencias de 4 años de destrucción institucional, desarrollo de la “guerra a muerte”, la desaparición de todas las jerarquías sociales y frenos morales, y el ejercicio del poder personalizado en manos de los caudillos y sus huestes a los que sucumbió toda autoridad formal en cada bando. El gobierno – siguiendo la tradición militar de la historia oficial -seguramente solo recordará la Batalla de la Victoria (12-II), y las otras en las que salieron victoriosos los republicanos (Bocachica: 31-III y la Primera Batalla de Carabobo: 28-V y algunos sitios de ciudades) aunque existen otros enfrentamientos de igual o mayor importancia pero que son derrotas, tales como la Primera (03-II) y Segunda (15-VI) Batalla de la Puerta y el sitio a Valencia (del 19-VI al 08-VII), y luego la toma de Caracas (16-VII), seguida por la Emigración a oriente de los republicanos, la toma Barcelona (19-VIII) después de la Batalla de Aragua de Barcelona (18-VIII), Cumaná (16-X) y finalmente Maturín (11-XII) después de la Batalla de Urica (05-XII) en la que muere Boves de un lanzazo.

La historia no se agota en lo político y militar, porque en este año también se debe revisar la llamada - por el historiador Juan Uslar Pietri - “rebelión popular”; que anteriormente Juan Vicente González (1810-1866) había llamado la atención al calificar a Boves - en su Biografía de José Felix Ribas - como  “el primer Jefe de la Democracia de Venezuela” al referirse a su igualitarismo. Lo que nos lleva su vez a la discusión sobre el carácter revolucionario (destructor de jerarquías y distribución de la propiedad) o no de esta rebelión; que ya han sido analizadas previamente por los historiadores Carrera Damas e Inés Quintero, por citar tan solo dos. El elemento económico es otra perspectiva íntimamente relacionada con los conflictos sociales descritos, y que tiene un papel fundamental en un año donde la paralización de la agricultura y el comercio generaron gran desesperación y hambre.

Asombra el odio que fue desatado sobre los republicanos, pero estos a su vez no se quedan atrás en crueldad. Una verdadera guerra de exterminio se desarrolló mientras Bolívar y Mariño no lograban unir esfuerzos, para luego sufrir (cuando ya estaba todo perdido) un golpe de Estado por parte de sus oficiales subordinados a su mando: Ribas y Piar. La historia de las mentalidades tiene mucho que decir, y el camino andado en este sentido por los historiadores Elías Pino Iturrieta y Tomás Straka pueden inspirar nuevas miradas a un fenómeno que sigue generando preguntas. En especial la visión de los realistas – tal como hizo Tomás Straka en uno de sus primeros trabajos – sería prudente al ser 1814 un año en que son protagonistas.
Finalizamos con el terrible testimonio del oficial republicano Rafael Urdaneta (en el parte que envía al Congreso de Nueva Granada desde Trujillo el 27 de julio de 1814):


“De aquí para adelante (hacia Valencia) son tantos los ladrones, cuantos habitantes tiene Venezuela. Los pueblos se oponen a su bien; el soldado republicano es mirado con horror; no hay un hombre que no sea un enemigo nuestro; voluntariamente se reúnen en los campos a hacernos la guerra; nuestras tropas transitan por los países más abundantes y no encuentran qué comer (…). El país no presenta sino la imagen de la desolación. Las poblaciones incendiadas, los campos incultos, cadáveres por donde quiera, y el resto de los hombres reunidos por todas partes para destruir al patriota.”

martes, diciembre 31, 2013

Lista de libros publicados en el año 2013 sobre historia de Venezuela y/o de historiadores venezolanos y/o venezolanistas

El objetivo es enumerar los libros publicados en el año 2013 sobre historia de Venezuela y/o de historiadores venezolanos y/o venezolanistas.

Agradecemos que nos corrijan en caso que nos falte algún dato en lo relativo a la redacción de la bibliografía o cometamos algún error al citarla. o consideren que no es un libro de historia alguno de los que hemos señalado. De igual forma si nos ha faltado algún libro por incorporar a la lista. 

Agradecemos a la  editorial Alfa y a las editoriales de las universidades nacionales tanto públicas como privadas por el esfuerzo realizado.  

Obras colectivas:

AA. VV.,  Venezuela y sus orígenes republicanos: 19 de abril de 1810 - 5 de julio de 1811. Jornadas Reflexiones de la Venezuela Histórica, Caracas: Universidad Monteávila/Fundación Bancaribe. (EN LA QUE HAY UN TRABAJO MÍO). 

AA. VV., América Latina: identidad e integración.  Libro homenaje a Demetrio Boersner.  Memoria de las XII Jornadas de Historia y Religión, Caracas: Fundación Konrad Adenauer-Universidad Católica Andrés Bello.

José Balza y Ramón Piñango, Suma del pensar venezolana (3 volúmenes), Caracas: Fundación Polar.

Marcelino Bisbal (coordinador), Saldo en rojo. Comunicaciones y cultura en la era bolivariana, Caracas: UCAB/KAS.

Alejandro Cardozo y Luis Buttó  (coordinadores), Incesto Repúblicano. Relaciones civiles y militares en Venezuela: 1812-2012, Caracas: Nuevos aires.

Lucía Raynero (compiladora), Historia de la democracia. Ensayos, Caracas: Libros El Nacional.

Carlos Tablante y Marcos Tarre, Estado delincuente. Cómo actúa la delincuencia organizada en Venezuela, Caracas: La hoja del norte. 

Obras individuales:

Rafael Arráiz Lucca,  Venezuela: 1498-1728. Conquista y Urbanización, Caracas: Alfa (reedición).

                                     Historia política de Venezuela. 1498 a nuestros días, Bogotá: Universidad del Rosario (reedición).

                                      Empresas venezolanas. Nueve historias titánicas, Caracas: Alfa.

Germán Carrera Damas, Rómulo histórico: la personalidad histórica de Rómulo Betancourt vista en la instauración de la republica popular representativa y en la génesis de la democracia moderna en Venezuela, Caracas: Alfa. (EN LA QUE COLABORÉ EN ALGO CON EL AUTOR). 

Fernando Coronil Ímber, El estado mágico. Naturaleza, dinero y modernidad en Venezuela, Caracas: Alfa.

María Elena González Deluca, VENEZUELA: La Construcción de un país…una historia que continúa, Caracas: Cámara Venezolana de la Construcción.

David González, El Estado descomunal. Conversaciones con Margarita López Maya, Caracas: Libros El Nacional. 

Nelly J. Hernández Rangel, Unión Federal Republicana: un partido político merideño 1946-1948, Mérida: Ediciones El Lápiz.

Américo Martín, Ahora es cuando. Memorias. Vol. 1, Caracas: Libros marcados.  

     La terrible década. Memorias. Vol. 2, Caracas: Libros marcados.

Edgardo Mondolfi Gudat, EL DÍA DEL ATENTADO. El frustrado magnicidio contra Rómulo Betancourt, Caracas: Alfa.

María Teresa Romero, El enigma SAC. Travesía vital de Simón Alberto Consalvi, Caracas: Alfa.
Víctor Salmerón, Petróleo y desmadre. De la Gran Venezuela a la Revolución Bolivariana, Caracas: Alfa.

Milagros Socorro, Alfonso «Chico» Carrasquel. Con la V en el pecho, Caracas: Ediciones B.

Tomás Straka, Venezuela 1861-1936: la era de los gendarmes.  Caudillismo y liberalismo autocrático, Caracas: Fundación Rómulo Betancourt (Serie Antológica Historia Contemporánea de Venezuela, Nº 10).

William M. Sullivan, El despotismo de Cipriano Castro, Caracas: Hector Pérez Marchelli / Academia Nacional De La Historia

Diego Bautista Urbaneja, La renta y el reclamo. Ensayo sobre petróleo y economía política en Venezuela, Caracas: Alfa.


Ramón J. Velásquez, Caudillos, historiadores y pueblo, Caracas: Fundación Bancaribe.

OBRAS DE VENEZOLANISTAS Y/O IBEROAMERICANISTAS PUBLICADAS EN EL EXTRANJERO:

Marie Arana,  Bolívar. American Liberator, New York: Simon & Schuster

Manuel Chust Calero e Ivana Frasquet, Tiempos de revolución. Comprender las independencias iberoamericanas, Madrid: MAPFRE/TAURUS

Tardieu, Jean-PierreResistencia de los negros en la Venezuela colonial. Representaciones y planteamientos semiológicos, (España - Madrid / Frankfurt): Libro europeo


NOVELA HISTÓRICA

Leonel Vivas, Por los callejones del viento, Mérida: Universidad de Los Andes, Vicerrectorado Administrativo.

Ana Teresa Torres, La escribana del viento, Caracas: Alfa. 

OTROS LIBROS DE HISTORIA DE VENEZOLANOS

REVISTAS SOBRE HISTORIA 


Mañongo, Universidad de Carabobo julio-diciembre 2013, número especial dedicado a Historia Militar.

NOS FALTARON VARIAS.

PUBLICACIONES DEL ESTADO VENEZOLANO:


Me queda la duda de las publicaciones del gobierno sobre historia, pero hay que nombrar los libros de texto escolares tan polémicos de este año de la “Colección Bicentenario” http://www.me.gob.ve/coleccion_bicentenario/

jueves, diciembre 26, 2013

La historia que cuenta la "Colección Bicentenaria" que este año comenzó a repartir en las escuelas oficiales el gobierno de Venezuela



Noticia de El País de España. 

La Historia, según el chavismo

La Colección Bicentenario, una serie de libros escolares que el Estado reparte en las escuelas públicas, reinventa el modo en que niños y jóvenes estudian la historia reciente del país


En la contraportada está el manchón con los nombres que dieron vida a laColección Bicentenario, los libros de texto que el Gobierno de Venezuelaentrega de forma gratuita en las escuelas públicas. Arriba y a la izquierda el comandante supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías. A continuación su delfín y actual presidente de la República, Nicolás Maduro. Luego vienen los nombres de la ministra de Educación, de los viceministros y los encargados de proponer una lectura acorde con la cosmovisión chavista de la historia republicana de Venezuela. Esa donde la llamada revolución bolivariana rescata la obra de los padres fundadores después de los intentos de continuar con el proyecto independentista libertador Simón Bolívar.

En el libro Historia de Venezuela Contemporánea, una asignatura que se imparte en el cuarto año de bachillerato (el penúltimo año de la escuela secundaria), se lee en el primer capítulo de la primera unidad lo siguiente: “Cuando entramos a la segunda mitad del siglo XIX ya podemos ir hablando de una contemporaneidad venezolana, cuyas raíces las hemos encontrado en un estilo americano que llegaba de Estados Unidos de América desde 1824. Avanzamos este dato para que el lector esté pendiente de su reaparición más adelante en el marco de las relaciones comerciales de Venezuela con el exterior”.

Esa sentencia marca el tono del texto de 272 páginas, publicado por primera vez en 2011 y reeditado por tercera vez en 2013. Este libro es uno de los 70 encargados a los autores de la Colección Bicentenario, que abarcan desde la educación inicial hasta el último año de educación media. No solo Estados Unidos, al que en la página 169 se le compara con el III Reich, se convierte en la gran bestia negra que impidió la consolidación de una república libre. Los gobiernos anteriores al chavismo –el período de 40 años transcurrido entre 1958, cuando cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y la victoria de Hugo Chávez, en 1998- son a lo largo de la obra los principales responsables de la tragedia nacional, contenida apenas por la aparición del comandante Chávez.

Construida a base de manipulaciones históricas, de protagonistas desconocidos, la relectura de la historia que propone el Gobierno en las escuelas del Estado promueve la adoración del líder y la satanización de todo aquello que no comulgue con sus intereses. “Una primera observación es que los libros no están adecuados ni al programa del año 1997 de Educación Básica ni al currículum llamado bolivariano. En muchas oportunidades, las lecturas, los ejercicios o los ejemplos son manipulaciones para ensalzar al actual régimen o para hacer culto a la personalidad”, afirmó el profesor Mariano Herrera, coordinador del área de Educación de la Mesa de la Unidad, en un artículo publicado por el diario Tal Cual en octubre.
La observación de Herrera recoge una preocupación de padres y representantes que no comulgan con las interpretaciones del chavismo: la inminente reforma del Currículo Nacional Bolivariano propuesta por el Ministerio de Educación en noviembre, pero cuyo contenido aún es un misterio.

Del Gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964) se ha elegido contar como hecho principal la represión a la izquierda que eligió el camino de la lucha armada inspirada en el ejemplo castrista y algunas de sus causas: la traición que según esa cosmovisión significó la firma del Pacto de Punto Fijo –el acuerdo mediante el cual los partidos políticos Acción Democrática, Unión Republicana Democrática y socialcristiano Copei acordaron la estabilidad democrática participando en el gabinete del gobierno elegido en 1959, un pacto que dejó por fuera a un aliado en la lucha contra la dictadura como el Partido Comunista de Venezuela-, el apoyo de Venezuela a la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos en 1960 y las fricciones internas que esa decisión ocasionó en la coalición de Gobierno. “Desde el año 1959, cuando se producen manifestaciones en Ciudad Bolívar, con saldo de muertos y heridos, Betancourt había dado órdenes de ‘disparar primero y averiguar después’ contra cualquier intento de ‘desorden público’ contra la ‘democracia”.

Las comillas en la palabra democracia tienden un puente con las dudas que en vida expresaba Chávez sobre el carácter del proceso iniciado en 1958: una época según la cual se traicionó el espíritu unitario de la revuelta cívico-militar que culminó con el derrocamiento del último dictador del siglo XX, Marcos Pérez Jiménez. Todo el libro en realidad es un amplio ajuste de cuentas con los gobiernos de lo que el chavismo ha bautizado como “democracia representativa”. En sintonía con lo anterior, del período de Raúl Leoni (1964-1969) también sobresale la continuación del combate de la lucha guerrillera, su apego político a la Doctrina de Seguridad Nacional promovida por Estados Unidos, la agudización de la política de secuestros, torturas y desapariciones forzadas “cuya lista sería harto difícil citar aquí puesto que se trata de un evento”.

Las presidencias de Rafael Caldera (1969-1974), Carlos Andrés Pérez (1974-1979), Luis Herrera Campins (1979-1984) y Jaime Lusinchi (1984-1989) son despachadas con un prejuicio común: la idea de que encabezaron gobiernos entreguistas que profundizaron la dependencia de Venezuela en todos los órdenes y los manejos corruptos que derivaron en una impagable deuda externa y una crónica crisis económica. De las segundas presidencias de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) y Rafael Caldera (1994-1999) destaca su presunta subordinación a las ideas expresadas en el Consenso de Washington y la lectura del Caracazo de 1989 como el antecedente de los golpes de estado de febrero y noviembre de 1992, consagrados como rebeliones e insurrecciones que respondieron “a la apertura económica, al desmantelamiento del Estado, al modelo privatizador y a la corrupción como sistema”.

En realidad el texto de Historia de Venezuela Contemporánea es un memorial de los errores que cometieron y la deliberada omisión de los logros. Toda la obra de esos gobiernos, como, por ejemplo, la nacionalización de la industria petrolera y la creación de la estatal Petróleos de Venezuela en 1976, es analizada con una perspectiva crítica que parece ser el aperitivo que prepara la entrada al proscenio de Hugo Chávez, a cuyos tres primeros años en la presidencia (1999-2002) se dedican 60 páginas con un tono entre hagiográfico y panegírico.
En una entrevista concedida al diario oficialista Correo del Orinoco el pasado mes de octubre, la profesora América Bracho, coordinadora de los textos de ciencias sociales de la Colección Bicentenario, aseguró en una entrevista que no había nada que temer en los 35 millones de textos que distribuye gratuitamente el Gobierno. “Con los libros se busca la libertad de pensamiento”, asegura. Y más adelante afirma: “Aquí no impone nadie. Los puede usar cualquier niña, niño o adolescente, sea cual sea la posición política de su familia. Acá se dice lo que otros libros omiten: las verdades que no les convienen”.

martes, diciembre 10, 2013

La revista "Matria" de los Valles del Tuy (estado Miranda, Venezuela) llega a su cuarto número

Le deseamos mucho éxito. 

La revista Matria es un proyecto, un sueño convertido en realidad por jóvenes investigadores de los valles del Tuy, que se proponen no sólo elaborar una revista mas, sino argumentar en base a investiagaciones la importancia política-económica y social del Tuy para el país. A partir de dicha revista el colectivo de investigación Matria involucra en charlas y foros a la población activamente, que sean ellos los que digan su historia, sus saberes, sus tradiciones y sus necesidades, esto último de suma importancia para Matria, ya que, desde el conocimiento histórico construido entre todos se generan los posibles cambios en la región. Matria aspira llegar a todos y todas a través de de la web: www.revistamatria.wordpress.com


Prof. Arturo Lev Alvarez A.

Especialista en Geografía e Historia (UPEL-IPMJMSM-2012) Venezuela
Maestrando en Historia Contemporánea en la Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina)
Director-Editor de Revista MATRIA (www.revistamatria.wordpress.com)
Asociación Otras Memorias (Socio N° 162)http://www.otrasmemorias.com.ar/
Profesor e investigador. Columnista en el diario Últimas Noticias(edición Valles del Tuy), CRÓNICAS URBANAS
Facebook: Arturo Lev
Twitter: @Arthurbond
Programa de radio: FRECUENCIA ESTUDIANTIL, sábados de 12 a 1 pm por la Emisora Tuyera Comunitaria 107.7 Fm www.tuyerafm.com

jueves, noviembre 28, 2013

Academia de la Historia adjudica el Premio "FranciscoGonzález Guinán" a historiador dedicado a la cultura de origen africana



Para esta edición, el ganador resultó ser el historiador José Marcial Ramos Guédez, cuyos trabajos de investigación se orientan hacia la cultura de origen africana y la esclavitud.

El historiador José Marcial Ramos Guédez recibió el Premio Nacional de Historia Francisco González Guinán 2013, otorgado por la Academia Nacional de la Historia.

La información fue suministrada por el propio director de la institución, Ildefonso Leal, quien en comunicación dirigida al ganador, señala que el premio consiste en un diploma y la cantidad de cinco mil bolívares fuertes, "en reconocimiento a su valiosa obra en el campo de la historiografía nacional".

Agrega la comunicación que "la Academia se siente muy honrada de que un historiador de su valía intelectual haya sido distinguido con este galardón"; en tal sentido, el premio será entregado el próximo jueves 12 de diciembre, a las 11:30 a.m. en el salón de sesiones de la ANH, ubicada en el Palacio de las Academias.

Ramos Guédez nació en Caracas en 1950, y es licenciado y magister en Historia por la Universidad Central de Venezuela. En 1993, obtuvo el Doctorado en Historia de la Universidad Santa María. Es profesor universitario en varias instituciones nacionales, y actualmente es profesor en el Doctorado en Cultura Latinoamericana y Caribeña. Es autor de más de treinta libros y de un promedio de 300 artículos publicados en fuentes hemerográficas nacionales y del exterior. Su línea de investigación tiene que ver con la cultura de origen africana y la esclavitud.


martes, noviembre 12, 2013

Entrevista del amigo y comunicador Germán Suárez Flamerich al historiador Tomás Straka (me ha gustado por contar de su vida)





Tomás Straka, el historiador y su tiempoEntrevista aparecida originalmente en la revista Ojo (cultura universitaria) edición número 20 – año 2013


Tomás Straka, el historiador y su tiempo


Por Guillermo Ramos Flamerich


 «El romero se paró al pie de la ermita que se levanta a un lado del camino, en la colina desde donde se domina la villa de muros encalados y techos de tejas. El romero pidió agua y los monjes le ofrecieron el pan y el fuego.», así comienza el relato Eclipse, publicado en el Suplemento Cultural de Últimas Noticias el 21 de noviembre de 1993. El autor es un aspirante a profesor en el Instituto Pedagógico Nacional. Busca abrirse paso en la escritura y aunque esas líneas son solo ficción, su destino será investigar, analizar y plasmar con su prosa parte de la historia venezolana. Su nombre es Tomás Straka


Al mostrarle la página del periódico donde aparece publicado, amarilla y con dos décadas a cuestas, Tomás se impresiona y todo lo encierra en una frase: «Te has convertido en un arqueólogo». Él también lo ha sido.


El sitio más cómodo para comenzar esta conversación es una biblioteca, la del Instituto de Investigaciones Históricas de la UCAB. Esa atmósfera húmeda, el sabor a libro mojado, los bombillos fluorescentes y el historiador sentado, dan pie a cualquier tema que tenga que ver con el ser humano, la memoria y el país. No todo es análisis y academia, también existe una vida que contar. Pero el tema político en estos tiempos siempre será el primer plato.


–Vivimos una etapa donde la mediocridad parece superar eso que se ha llamado el  «bien del intelecto».


–Creo que estamos comenzando a dejar atrás lo más grueso de la mediocridad. A lo mejor somos muy optimistas con el pasado, tal vez le hubieras preguntado a algún constituyente de 1946  sobre este tema y te respondiera: «aquí si hay mediocridad”. En un congreso de Juan Vicente Gómez había mucho talento, pero hicieron cosas mediocres. Eso los hace más culpables. Pero en estos años también ha surgido una nueva cosa, en todos los ámbitos. Montones de escritores, que hace apenas una década eran unos muchachos y la gente no los conocía, han aparecido. Así como el liderazgo de la oposición. Los que están en la cabeza, salvo Ramón Guillermo Aveledo, los tres fundamentales, hace quince años eran desconocidos.

Tomás tranquilamente puede ser etiquetado en función a esa generación intelectual emergente. Aunque le ha tocado entrar al «boom» que ha permitido a parte de sus colegas, no tan jóvenes y con trayectorias más largas, vender libros sobre la historia nacional con un éxito inusitado y los ha fortalecido como líderes de opinión. Tal es el caso de: Inés Quintero, Elías Pino Iturrieta o el fallecido Manuel Caballero. Tomás se integra a ellos y con mayor frecuencia los medios de comunicación buscan su opinión, sus deseos y hasta predicciones. Muchos intentan encontrar en el pasado algún mapa que ayude a transitar un presente complejo.


–¿Los comienzos se dieron con la escritura o la lectura?


–Yo creo que empecé escribiendo. Desde muy niño. Mi primer concurso de cuentos lo gané a los siete años. Con el cual recibí una beca que me duró hasta que estuve en el Pedagógico. Fue un cuento sobre mi familia, sobre sus características. La premiación se dio en el parque Los Caobos, estaba la primera dama Betty de Herrera. Recuerdo que el primer premio de la beca eran 120 Bs mensuales y el segundo una bicicleta. Desde mi mirada de niño quedé bastante decepcionado, hubiera preferido la bicicleta. Pero me gustaba escribir, mi papá era un hombre de libros. Se jubiló cuando yo estaba pequeño y leía mucho y escribía. Mi abuelo también escribía. Ya somos tres generaciones de Straka que hemos publicado cosas.


Alguna vez escuché que Tomás era el «historiador más grande que tenía Venezuela» y en parte, de manera literal, lo es. Dos metros de altura, quizás unos centímetros más, forman su figura. En él, los rasgos de la mezcla. Su padre, Hellmuth Straka, antropólogo, espeleólogo e investigador de origen checo. Por parte materna, con ascendencia de El Callao y Barlovento. Tomás caracteriza a buena parte de los venezolanos nacidos a partir de la segunda mitad del siglo XX, al convertirse el país en un receptor de culturas, y formador de nuevas maneras de sentirse venezolano. Él es de 1972.


–Eres parte de una generación que se le acusa no querer involucrarse o saber de política, ¿cómo afectó la política tus inquietudes juveniles?


–En bachillerato fui miembro de centros de estudiantes. Nuestra vocación era más cercana a la izquierda, pero la caída del Muro de Berlín nos afectó. Fue un hecho trascendental en nuestras vidas, un punto de no retorno. Entrar al Pedagógico era otro mundo, la burocratización de la protesta, y un grupo representante de los restos de una izquierda a la cual yo veía muy corrompida, que habían perdido todo miramiento ideológico y se habían enquistado allí.

Su etapa de estudios en el Pedagógico la vive en un país con una creciente crisis política e institucional. Pero estos años también sirven para mejorar la técnica de escritura, conocer las teorías de Federico Brito Figueroa, formar parte de la revista Tierra Firme, dar clases en liceos y colegios privados. Así como descubrir su corriente de investigación y mostrarse consecuente con Marc Bloch cuando definió la historia como «el hombre en el tiempo».


–¿Qué entiendes de lo que ha ocurrido en Venezuela en los últimos meses?


–Una cosa muy hermosa, que la libertad humana se impone. Por eso quienes creen encontrar leyes históricas para predecir el futuro, suelen equivocarse. Se ha demostrado que en última instancia la humanidad puede tomar decisiones que no están previstas. Sin embargo esa libertad, esas decisiones, puedes conectarlas con otros procesos. Esto que ha ocurrido en los últimos meses lo que ha hecho es acelerar un curso que ha venido desarrollándose desde el 2007 para acá. El cambio se está dando, lo que no sabemos es para qué. Uno ve una tendencia, hay una propuesta que está en declive, otra en ascenso. Pero no está escrita la última palabra.


–¿Tu obra fundamental está por llegar?


–Ojalá. Porque si mi obra fundamental es cualquier cosa de las que he escrito, iría al cielo o al infierno con muy poca satisfacción.

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