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Mi marido me regaló esta preciosa edición. |
Me imagino que todos conocéis bien la historia de estas mujercitas ya que ha sido llevada al cine en varias ocasiones, sin embargo a través del libro (como siempre ocurre) se disfruta mucho más de los detalles, de la vida doméstica de finales del siglo XIX en Nueva Inglaterra, de la cortesía y las costumbres que a nosotros nos parecen tan anticuadas...
Mujercitas fue publicada en 1968 y dado el éxito alcanzado la escritora pudo contarnos cómo transcurrieron la vida de las cuatro hermanas en Aquellas Mujercitas. Ambas son novelas entrañables, llenas de escenas familiares y sencillas. Me hacía gracia cómo entre sus páginas la autora trata de enseñar cómo debe ser una buena mujercita y algunas cosas me producían rechazo porque creo que reflejan una sociedad machista y bajo mi punto de vista muy lejana, sin embargo obviando este aspecto, he disfrutado en muchos momentos y a pesar de la distancia cronológica me ha hecho reflexionar sobre aspectos de nuestra forma de vida actual. Me gustaba mucho lo ingeniosas y creativas que eran para divertirse, organizaban teatrillos con mucho encanto, creaban clubes como uno en el que representaban a escritores y leían fragmentos de diferentes obras o la asociación de la abeja industriosa para evitar la pereza del verano, se inventaron un sistema de correo con sus vecinos muy divertido y lleno de sorpresas... en fin que el hecho de tener poco y no tener televisión les ayudaba a divertirse a inventar y a disfrutar muchísimo.
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Las cartas que se escriben en Aquellas Mujercitas, me han hecho sentir añoranza, a pesar del gran avance que supone internet hemos perdido para siempre esa sensación entrañable de leer una larga carta, tocar el papel, seguir los trazos de una caligrafía única, saborear lentamente su lectura o la redacción de una carta... Vivimos en una sociedad inmediata e impaciente y creo que esto nos hace pagar un precio. Es verdad que es maravilloso poder ver a tu amiga en Nueva York en cualquier momento y por ejemplo ver crecer su barriguita durante el embarazo o conectar con alguien de un país desconocido y muy lejano y hablar a diario, por el contrario ésto supone eliminar el misterio, la incertidumbre, la espera, la emoción de noticias después de un tiempo, la posibilidad de imaginar a través de la descripción del otro que está lejos, el romanticismo de lo lejano, de lo diferente, de lo inaccesible... ¿vosotros intercambiabáis largas cartas? yo sí, en mi adolescencia y era emocionante la espera, el tiempo de lectura, la recreación personal de lo que explicaban, el tacto del papel... bueno que me desvío... es que me da un poco de rabia que esta sociedad nos lleve a vivir tan rápido, a no saborear las pequeñas cosas...
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Volviendo a la novela he de destacar la solidez de los personajes, lo que no debió de resultar difícil para la escritora puesto que se inspiró en su propia familia. Cada hermanita es encantadora, tiene una personalidad bien diferente, diferentes sueños, aficciones, sentimientos, son sin duda muy tiernas y Jo es especialmente carismática (parece ser que tiene mucho en común con la autora).
Quiero aclarar, que a pesar de la época machista en la que se desarrolla la novela la escritora reivindica luchar contra los convencionalismos y realzar el papel de la mujer, es decir que sus protagonistas no son mujeres anodinas y sumisas, tienen sus propias ideas y las expresan, destacando en este sentido el papel de Jo, que tiene un caracter fuerte, es atrevida y desafía todas las costumbres absurdas, es sin duda la gran protagonista de la novela.
Me resulta curioso también que los últimos tres libros que he leído tienen en común el tratamiento de algunos temas como la pobreza, el valor del dinero y cada uno de ellos tratado de manera muy diferente.
Mujercitas, me gusta porque trata de resaltar grandes valores universales que escasean en nuestra sociedad como bien se refleja en El vals lento de las tortugas, sólo por esto merece la pena leerlo, ójala aprendieramos un poco más sobre esto: la ternura, la honestidad, la valentía, el esfuerzo, la unión familiar...
LOUISA MAY ALCOTT
Louisa May Alcott nació en 1832 en un pueblo cerca de Filadelfia, su padre fue un famoso profesor y escritor que se preocupó por proporcionarle una buena la educación. Louisa pronto demostró su interés por la escritura y desde joven se declaró feminista y en contra de la esclavitud que sufrían los negros en EEUU. Mujercitas fue fruto de un encargo de una editorial para conquistar al público joven, sin embargo Louisa quería escribir otro tipo de novelas más pasionales que llegó a publicar con un seudónimo. Louisa murió joven el mismo día que enterraban a su padre en 1888.