3 microrrelatos
CUENTO DE HORROR
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones
Juan José Arreola
FINAL PARA UN CUENTO FANTÁSTICO de I.A. Ireland.
--¡Que extraño! --dijo la muchacha avanzando cautelosamente--. ¡Qué puerta más pesada! La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
--¡Dios mío! --dijo el hombre--. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
--A los dos no. A uno solo --dijo la muchacha.
Pasó a través de la puerta y desapareció.
¿SERÍA FANTASMA? de George Loring Frost.
Al caer de la tarde, dos desconocidos se encuentran en los obscuros corredores de una galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:
--Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?
--Yo no --respondió el otro--. ¿Y usted?
--Yo sí --dijo el primero y desapareció.
Una historia real Historia de este post:
Hace ya un par de meses, quise escribir un cuento de fantasmas para publicar en este blog. Comencé a narrar una historia de aparecidos, y no llegue a escribir tres oraciones cuando siento un golpe en la cabeza.
Sorprendido veo que es un muñeco, un fantasmita de juguete que se cayó desde un parlante del equipo de música, justo a la altura del teclado de la computadora.
Sonreí de la extraña casualidad e intente seguir escribiendo pero ya no fue posible: una inquietud interna no me lo permitía. Me serví un café, abandone por ese día el intento de escribir y me dedique a visitar distintos blogs.
A las pocas semanas retomo la idea del cuento de fantasmas y al intentarlo, a los dos minutos de comenzar a teclear, se cae nuevamente el fantasma de juguete, esta vez golpeándome las manos.
En realidad quede mas sorprendido que asustado.
Me puse a pensar si todo esto tendría que ver con la historia que quería contar, basada parte en hechos reales de mi niñez y en parte imaginada.
Mi cuento iba a estar inspirado en el gordo Andrés, un amigo de infancia y adolescencia que murió a los 18 años en un accidente automovilístico. De niños nos gustaba asustarnos mutuamente contándonos historias de fantasmas. La historia que pretendí escribir y que el fantasma de juguete interrumpió dos veces , comenzaba ,en memoria de los viejos tiempos, con nosotros dos de niños contándonos de media noche historias de terror que eran interrumpidas una y otra vez por sonidos extraños que nos asustaban.
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Hasta que descubríamos con espanto que los ruidos provenían de nuestros propios juguetes que cobraban vida y se aproximaban hacia nosotros dos con claras intenciones de atacarnos… hasta ahí lo que tenia pensado escribir y que, como ya conté, no fue posible continuar por la “intervención” del fantasma de juguete que parecía cobrar vida cada vez que quise terminar la historia.
Ante esta situación, decidí hacer una pausa y dejar para mas adelante mi historia de terror.
Hoy a tres meses de mi último intento, vuelvo a escribir sobre el tema, pero decido publicar estos microrelatos de fantasmas, en lugar de mi historia original.
Lo curioso de todo esto es que busque al fantasmita de juguete para fotografiarlo con el fin de ilustrar este post y no lo encontré en ningún lado de la casa. Les he preguntado a mis hijos y esposa si lo han visto en algún lugar y ellos me aseguran que en ningún momento tuvimos en casa un juguete con esas características y medio en serio, medio en broma, me dicen que posiblemente lo haya soñado… yo estoy totalmente convencido que lo que cuento fue real y no un sueño. Especialmente al darme cuenta de que puedo terminar de contarles mi historia, gracias a que ese juguete desapareció…como un fantasma.
Buenas Noches.