Un padre de familia

Que fácil y frecuente es ver como juzgamos la situación, social, política y económica desde nuestro punto de vista. Pienso que cada cual debíamos de examinarnos para ver lo que hemos hecho hasta aquí y lo que se debe hacer todavía. No basta recordar principios generales, manifestar propósitos, condenar las injusticias graves, proferir denuncias con cierta audacia profética; todo ello no tendrá peso real si no va acompañado en cada persona por una toma de conciencia más viva de su propia responsabilidad y de una acción efectiva. Resulta demasiado fácil echar sobre los demás la responsabilidad de las presentes injusticias, si al mismo tiempo no nos damos cuenta de que todos somos también responsables, y que, por tanto, la conversión personal es la primera exigencia. Esta humildad fundamental quitará a nuestra acción toda clase de asperezas y de sectarismos; evitará también el desaliento frente a una tarea que se presenta con proporciones inmensas.

  Algo especial se nota en el ambiente, se acerca la Navidad, y parece que todos estamos en sintonia, encontrando una vibración especial. En casa todos se prestan a colaborar y ayudar, todos estamos más sentimentales y nos deseamos gran cantidad de cosas buenas, durante varios dias estamos de mejor humor, disculpamos a otros y ellos tambien nos dan lo mejor que tienen.   Que ocurriria si esta situación, esta magia de estos dias se`prolongara durante todo el año, seguro que nuestra vida, nuestro mundo serian distintos, yo me pregunto: ¿Por que no puede ser asi, si el motivo de la alegria ya se ha producido.   Y el motivo es único, esa magia se produce por que ocurre el hecho más trascendental de la Historia, Dios se hace hombre como nosotros, viene a salvarnos y se queda con nosotros. Ese es el motivo de la Navidad, y lo que produce tan buena vibraciones, ojalá nos dure todo el año.   MUY FELIZ NAVIDAD A TODOS

  Al acercarse la Navidad todos pensamos en hacer algún obsequio a los seres queridos, se me ocurren dos regalos que seguro que son de los que no se olvidan, ya que el verdadero sentido del regalo es decirle al ser querido: "Dejé de pensar en mi, para pensar en ti"   El primero de estos regalos es la COMPRENSIÓN, dejemos de centrarnos durante estos dias en nuestras propias ideas y pensamientos y escuchemos a los demás. Regalemos nuestra disposición a intentar ponernos en su lugar y ver el mundo a través de sus ojos y escucharlo a través de sus oidos. Hablemos poco y escuchemos mucho. El segundo regalo, es el PERDÓN, es uno de los regalos más ricos y formativos, aprovechemos toda la magia que la Navidad produce en el ambiente para perdonar y pedir perdón a aquellos de los que nos distanciamos por cualquier razón. Al hacer estos dos regalos nos los estamos haciendo a nosotros mismos  

                                        Hoy celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Es una tradición preparar esta gran fiesta de la Virgen María mediante una Novena: nueve días en los que hemos procurado intensificar el trato con la Virgen, y crecer en amor a la Madre de Dios y madre nuestra. El amor a María es uno de los principales aspectos de la formación cristiana que queremos cultivar en las familias, y en nuestros hijos. La fiesta que celebramos es una ocasión de oro para fomentar la piedad mariana, vivir el Adviento y preparar la Navidad. En multitud de Iglesias han celebrado la Novena a la Inmaculada, seremos capaces después de esto de no acercarnos a nuestra Madre ahora que tanto la necesitamos?.                                          

  Todos hemos vivido la experiencia de pensar que la barca en la que navegamos por la vida se tambalea, que está a punto del naufragio. Es la experiencia de la noche oscura, de momentos dificiles, donde parece que todo se hunde, vivimos con la sensación de que estamos solos, olvidados, llegamos hasta desconfiar del mismo Dios   Y es verdad que a veces la barca hace agua, son muchos los frentes en que tenemos que luchar cada dia. Pero si tenemos fe, sabremos que El está en la barca, que no se ha ido, ni se irá, Dios solo nos pide fe, una fe sencilla y confiada en medio de la tormenta   Es necesario estar serenos, no podemos negar lo que es una realidad, pero si podemos pedir que Dios nos aumente la fe, y como en el Evangelio, veremos que la paz vuelve y la barca navega en un mar en calma.