
De momento voy a estar ausente por un tiempecillo, pero podéis encontrarme aquí
Yo también estuve allí
La organización de un centro escolar, al igual que la organización de una casa, de un equipo deportivo, de un país, etc supone una serie de conceptos a tener en cuenta. Toda organización está formada por dos o más personas que a través de la cooperación y participación ponen en desarrollo una serie de normas, de ideas, de soluciones, para poder llegar a un fin determinado.Es esencial que exista comunicación entre todos sus miembros y que se establezca un objetivo u objetivos generales que marquen el rumbo, para no perder el norte de lo que se quiere llegar a conseguir.
En esta “sociedad del caos” en la que actualmente vivimos parece existir un modelo organizativo que controla y regula cada paso que da el ciudadano. Ahora bien, la pregunta es ¿La sociedad está bien organizada? Esto es lo adquiere cierta relatividad; lo que cada cual entienda por “bueno”. Parece que todos tenemos un concepto claro (a veces susceptible de ser puesto en duda) de la diferencia entre bueno y malo, pero cuando hablamos de aspectos tan sumamente complejos como son, el modo o la manera de organizar un centro escolar, quizá se nos diluyan las ideas y se nos vengan a la cabeza miles de preguntas. Tal y como arfirma Santos Guerra:
Existe una radical ambivalencia en el ser humano. Y en las situaciones que vive y atraviesa. Todas
las afirmaciones llevan colgado un pero. Acaso esta afirmación. Todas las palabras tienen una
brizna de silencio. Y los silencios una buena dosis de elocuencia. Todas las acciones deleznables
admiten varios resquicios por los que se cuela la indulgencia. Y las acciones más heroicas tienen
componentes indudablemente mezquinos y egoístas. (SANTOS GUERRA, M.A ,1999 : 7-8).
La educación es un pilar fundamental en la sociedad, que requiere de un riguroso análisis y control de los elementos que la componen. Por tanto el modelo de organización será uno de los factores que condicione el funcionamiento y desarrollo de los centros educativos.
Es absolutamente necesaria la existencia de un grupo de trabajo especializado y comprometido que elabore, gestione, enseñe, participe y se implique en todos y cada uno de los bloques que compone el ámbito educativo.
Antúnez y Gairín, han elaborado un práctico manual (ANTÚNEZ, S. Y GAIRIN, J.2006.
“La inteligencia creativa no está aislada del resto de los
procesos psíquicos, y ser creador no es patrimonio exclusivo
de los genios”(Monclús y Tarradellas, La educación visual en la escuela.1987: 29)
Con esta afirmación podemos entender por tanto que la creatividad es educable y cuanto antes se incida en ella, más frutos se obtendrán. Por tanto el momento ideal para llevarlo a cabo es la infancia y el lugar adecuado la escuela. El maestro debe ser portador de conocimientos y herramientas necesarios para ayudar a los niños y niñas en su desarrollo creativo.
Gianni Rodari, escritor, maestro y pedagogo italiano ya afirmaba que se necesita a seres creativos e imaginativos para cambiar una sociedad donde lo fundamental es la productividad y el capitalismo.
Hay gente que tiene una enorme capacidad para decepcionar a los demás.
Por otro lado hay gente propensa e ilimitablemente expuesta a sufrir decepciones.
Si consideramos la acepción que la real academia otorga a este término , osease, a la palabra decepcionar, nos damos cuenta de que quizá se quedan un pelín “cortos” al definirlo.
Dececpcionar: 1. Desengañar, desilusionar.
Yo quizás, añadiría( como buena adquisidora de decepciones múltiples, incluso podría decirse que tengo un máster en “Sentimiento acumulativo de decepciones varias”, y me atrevería a ir más allá, afirmando, que sería capaz de realizar una tesis y exponerla en el aula magna, de la facultad de educación ,de la Universidad Complutense) añadiría como decía, otras acepciones, tales como :
2. Ofender a una persona que te quiere.
3. Insultar a una persona que te ve como un ejemplo a seguir.
4. Engañar a una persona que te considera amigo/a y que huibera sido capaz (antes de que le decepcionaras, claro está) de regalar su colección de entradas de cine acumuladas desde su primera película hasta ahora, por salvarte de una paliza en el patio de la escuela.
Cuando los dos tipos de personas, arriba mencionados, se relacionan, se produce un estado de tensión, humillación, absurdidad, agobio y sentimiento de culpa, que se mezcla con el inevitable deseo de que te trague la tierra. Por supuesto , de más está decir, que a veces , la persona que decepciona no siente ni cree por asomo que lo haya hecho. Otras veces es totalmente ajeno/a a ello y la mayoría de las veces , además, se siente ofendido/a por plantearle siquiera esta irracional afirmación. “¿Qué yo te he decepcionado?, pero bueno – dice disgustado/a - en tal caso tú me has decepcionado a mí” y se queda más ancha/o que larga/o.
Queda absolutamente claro – y si no lo queda, se nota que, pocas veces os habéis hallado en tal andanza- que a partir de ese lamentable, horrendo, inolvidable y no menos desagradable día, las cosas como dice alguna canción hortera “ya no volverán a ser como antes”.
Nadie. Ninguno de los cuatro hubiera imaginado nunca que pasaría lo que sucedió aquella noche. Noche surrealista o como diría mami “surrealista no…lo siguiente”.
Después de tomarnos unas cervecitas y un plato de pollo al no se que (ya no lo recuerdo pero estaba increiblemente bueno) Mami y yo salimos del Rincón rumbo al Fula, a encontrarnos con el Gordo y para nuestra posterior sorpresa, también estaba Babu. Yo le hacía continuamente la misma pregunta a Mami, la cual ella tampoco sabía responder muy bien.
YO: pero ¿qué es lo que tenemos que hacer nosotros?
MAMI: no se, me ha dicho R. que nos van a grabar y tal…
Llegamos al Fula después de un trayecto lleno de carcajadas imaginando como sería el acontecimiento que se iba a producir. Fuera estaba P. y le preguntamos por R.
P: no, si R no va a venir
YO: oye P, ¿qué se supone que debemos hacer?
P: pues, me ha dicho el cámara que hay que darle caña al chico.
YO:¿ a qué chico?
P: a ese que está en la barra.
YO: pero se puede saber de que coño va esto
P: na, es un programa de TV, en plan reality. Ese chico es un concursante y no tiene ni idea de a qué tipo de bar le han traido.
El tipo de bar, es, un bar de lesbianas y el chico es un veinteañero, que vive en un pueblo de Ávila y al cual sus padres han echado de casa porque es un vividor. Además de vividor resulta que el mozo es ni más ni menos que el teniente alcalde de su pueblo. (Nunca supimos el partido político..¿hay apuestas?)
Mami y yo entramos dentro. La Mami, que es mas chula que un 8, le pide una copa y le acribilla a preguntas. Que si era nuevo, que cómo se llamaba, que qué le parecía el barrio…etc. A los dos segundos entra P y Mami le suelta un beso en los morros. Acto seguido miro al chico, el cual tiene una cara que ni la mejor mano de póker.
A todo esto los cámaras no paraban de filmar: los vasos, al chico, a nosotras.
Llegaron en ese momento el Gordo y Babu y no daban crédito al paripé que allí se había montado.
YO: chico, ponme un roncito con cocacola porfa.
Fuera de cámara le digo al chico que me explique por qué está detrás de la barra. Él me dice que forma parte de una prueba que ha organizado el programa, en la que tiene que verse al concursante trabajando, ya que en su casa no da el callo para nada.
YO: y con esto qué ocurre, ¿ que vas a salir hecho un hombre nuevo? o qué.
CHICO: que va, si yo cuando me vaya del programa y vuelva a mi casa voy a seguir haciendo lo que me de la real gana.
….el resto os lo podéis imaginar: ponte aquí, tú ponte allá, pregúntale esto para que te responda esto otro ….no sigo porque a lo mejor un día me llaman de algún programa para contarlo todo.
Y yo que pensaba que se produciría una catarsis donde el concursante se daría cuenta de que su vida ha sido la de un parásito que no ha dado nunca un palo al agua, llegando a la magnífica conclusión de que a partir de ese preciso instante todo iba a cambiar, …ja!...como nos venden las cosas por la tele.
Érase una vez un departamento fiel.
Érase una vez un coordinador de miel,
de miel de la granja san payaso, que
pena me das y que asco.
Subordinado de una pobre pastorcilla,
habitante de León la muy golfilla,
enceraba su trasero cual mancebo
que desea llegar muy alto, a heredero
Y por detrás otra vasalla delirante,
suplicando y exigiendo una vacante.
Que se permite el lujo de increparnos,
de ponernos mala cara y avasallarnos
Llegó el día en que el pueblo se alzó en armas,
mostró su lado mas valiente y con garra
se enfrentó altivo a los tres mosqueteros,
con la verdad por delante y atrás el miedo
El Rey escuchó atento a su pueblo en rebelión,
que solicitaba un poco mas de educación.
“Queremos respeto, buenas formas y almohadillas,
bolígrafos nuevos, papel y nuevas sillas”.
“No doy crédito alguno a tal disparate”,
respondió el rey con su afamado buen talante.
“Entregadme por escrito esta insolencia y
ya veremos si se abre una incidencia”.
Pasó el tiempo y la cosa quedó en calma,
parecía que la paz había llegado.
Pero en el momento más inesperado
volvió la tormenta con su descarga.
Amenaza fuertemente esta tormenta.
La vasalla se nos muestra algo demente,
retorcida, rabiosa e incongruente,
cual si fuera una fiera de pos-venta.
“Sois unos vagos y merecéis un castigo”
dice la rata de alcantarilla,
que más bien parece una polilla,
que se te queda enredada al abrigo.
Esta vasalla parece que busca guerra,
y no sabe que tiene las de perder,
porque la humildad es lo primero en un ser,
aunque, ¿ qué se le puede pedir a una perra?.