A Estambul le dedicamos cuatro días, para mi más que suficiente, pero si eres amante de las grandes ciudades en esta tienes para hartarte. Lo primero que te sorprende cuando llegas a Estambul es...como conducen!!! como locos es poco, pero luego te vas dando cuenta de que es una ciudad tranquila y bonita.
Nadie se ira de Estambul sin visitar la mezquita Azul , la Santa Sofia, darse un paseo por el Gran Bazar y el de las especias, pero la verdad que hay mucho más como probar su gastronomía, por ej. un sorprendente kebab de pescado que traía hasta la raspa llenita de espinas, jejeje.
Otras historias que hay que sentir podrían ser: beber té con los locales mientras te fumas una pipa de agua, ir a un haman, salir de Sultanamed o ver a los derviches bailar