Las trampas de Meca y su circo (dedicado especialmente a los que se lo tragan todo y no ven más allá de sus gilipolleces).
Meca, más actor que nadador, sin duda. Es un poco largo pero no tiene desperdicio, os lo aseguro.
Con este título, el pasado domingo apareció un artículo cargado de veneno sobre la polémica figura de David Meca. Sobre Meca se ha hablado mucho y ha generado diferentes bandos enfrentados: aquellos que lo ensalzan como figura mediática, como ídolo y aquellos que aborrecen sus medias verdades y su relación con el deporte.
El artículo, escrito por Anibal Malvar como veréis no tiene desperdicio: “Cuando en 1999, cruzaste el Estrecho de Gibraltar lo hiciste, con neopreno, comenzando a nadar a 400 metros de Tarifa, evitando así la primera gran corriente del Estrecho y finalizando la travesía a 300 metros de la costa marroquí, evitando, con ello, otra de sus corrientes que puede alcanzar fuerzas de hasta seis nudos sacando a los nadadores, en muchas ocasiones, de las aguas del Estrecho e impidiéndoles tocar tierra. Con el reconocimiento (¿?) de la Asociación de Cruce a Nado del Estrecho, con su presidente Rafael Gutiérrez Mesa a la cabeza, te apuntaste el récord de la travesía.
Curioso que desde 1928 y hasta ese momento, apenas 60 nadadores habíamos conseguido cruzar el Estrecho mientras que, desde ese momento, en siete años, cuando se creó esta asociación, hayan sido más de 200 los que lo han logrado, en su mayoría siguiendo la particularísima normativa de esta Asociación por el módico precio de 1.700 euros.
¿Eramos los de antes masoquistas por querer cumplir escrupulosamente con el reglamento? Yo creo que simplemente éramos auténticos nadadores de aguas abiertas". La carta se la dirige a David Meca la nadadora María Luisa Cabañero, récord del mundo en relevos del cruce del Canal de la Mancha y primera persona que realizó la doble travesía del Estrecho de Gibraltar en 1991.
Desde que fue sancionado por dopaje en 1999 en Brasil, tras detectársele un nivel de nandrolona del 9,2 en sangre -el máximo es de dos-, el nadador David Meca es un hombre bajo sospecha. Tenía 25 años y en su palmarés ya figuraba un campeonato del mundo de maratón. El siempre negó haberse dopado. Asegura que la sustancia prohibida llegó a su organismo por el uso de un crecepelo.
Muchos aficionados lo creyeron, y Meca aprovechó el tirón publicitario de su particular razzia para emprender su carrera de retos, que le han convertido en el nadador más popular del mundo. Pero también en esta nueva actividad se le ha cuestionado. ¿Es David Meca un tramposo?
En todo caso, con o sin trampas, se ha convertido en una marca. Una marca muy rentable. Nacido el 1 de febrero de 1974 en Sabadell, la trayectoria vital de Meca ha estado siempre marcada por sus dos pasiones, las que ahora aúna en sus retos: el deporte y el espectáculo.
De hecho, estudió interpretación en la escuela de Teatro Nancy Tuñón de Barcelona y en Estados Unidos, donde se graduó en Arte Dramático por la Universidad del Sur de California en 1999. En su currículum figuran ya algunos pequeños papeles. Lo más destacado, su participación adolescente en la serie El joven Indiana Jones.
Hijo de José, un novillero que no llegó a tomar la alternativa por imposición de su esposa, María Dolores, David Meca empezó a nadar de muy niño por prescripción facultativa: era un chaval débil, con un desarrollo físico inferior al de la media. El niño débil llegaría a convertirse en campeón del mundo en 1998, 2000 y 2005. Y, ahora -ya ha disipado él mismo sus posibilidades de acudir a la próxima olimpiada-, es el hombre espectáculo del mar.
'TU ENGAÑAS'
"Yo, nadadora internacional que, como tú, he participado en numerosas pruebas de las Series Mundiales de Natación y que he realizado, como tantos otros, varios retos deportivos, cruzando el Estrecho de Gibraltar en cinco ocasiones, a temperaturas de 16ºC o el Lago Ness a 11ºC siempre sin neopreno, siempre con salida y llegada desde tierra, siempre sin tocar la embarcación; y siempre con árbitros, yo, que sé de lo que hablo, me siento indignada porque tú engañas a la opinión publica, creando confusión".
Lo que es indudable es que, para bien o para mal, David Meca ha convertido la disciplina heróica de los retos en un circo muy popular, aunque saltándose la normativa de las federaciones español e internacional y presumiendo de records imposibles que nadie, salvo sus colaboradores y amigos, avalan. "David Meca es un gran deportista, pero estudió para actor, y esto último es lo que está haciendo desde que su carrera está en declive y lo inhabilitaron", señala un promotor de nadadores.
Oficialmente, David Meca nunca cruzó el Estrecho a nado. María Luisa Cabañero sí, cinco veces. Aunque el público aficionado haya acudido masivamente a recibirlo a él, y nunca a ella; aunque la prensa deportiva le haya encumbrado a él, nunca a ella. Tras la acusación de dopaje, Meca ha querido ser el Orfeo que, por la Eurídide de su orgullo, ha cruzado sólo por amor (y por dinero) cualquier inclemente laguna Estigia.
Incluso, según muchos de sus colegas, la Estigia de la honradez deportiva (no personal: él no acata el control federativo en sus pruebas, por lo tanto, no engaña a nadie). Promotores deportivos cercanos al generalmente nada rentable mundo de la natación, estiman en 600.000 euros lo que puede facturar el circo de David Meca al año. Los beneficios de convertir una prueba arbitrada, legal y federada en un espectáculo televisivo (donde los periodistas jamás aguantan la travesía entre vómitos y temporales) que sólo son autentificados por los cómplices de Meca.
"A menudo, muy a menudo, en tus retos fuera de las competiciones oficiales, has incumplido este reglamento o, como poco, sembrado la duda sobre la limpieza de tus actuaciones en el Estrecho; en Península-Baleares; en Tenerife-Canarias. Sospechas que hubieras evitado con un gesto tan sencillo como hacerte acompañar por árbitros pertenecientes a la Federación Española de Natación".
Ninguno de sus más populares records está reconocido federativamente. Como apuntaba más arriba María Luisa Cabañero, el récord del Estrecho de 1999 no sólo fue logrado vistiendo traje de neopreno -protección térmica que la Federación no permite-, sino que además se hizo ahorrándose las zonas de corrientes más peligrosas. Zonas que muchos otros nadadores no han escatimado.
Cuando se fugó de Alcatraz hasta la Bahía de San Francisco, el nadador no sólo falseó las distancias (no hay los cinco kilómetros que él asegura, según Cabañero, sino una milla y tres cuartos: esto es, unos tres kilómetros). Además, su presunción de ser el primero en hacerlo es falsa, según sus colegas de aguas: desde 1995, el club Rowin de natación cubre anualmente el trayecto con más de 600 nadadores. Y algunos de los que lo han intentado tenían incluso 85 años. También es espectáculo habitual ver cómo lo cruzan magos encadenados y otro tipo de artistas/deportistas menos serios que Meca.
NADAR A BORDO
El reto Tenerife-Canarias que intentó en mayo de 2002 tampoco es válido: Meca tuvo que subir al barco por problemas intestinales y sólo sus colaboradores más estrechos saben qué parte de la travesía recorrió a bordo.
La ruta Jávea-Ibiza que dice haber cumplido el 4 de enero de 2006 también está más que bajo sospecha. No sólo porque las imágenes de televisión desvelaron que parte de la prueba la realizó agarrado al barco de compañía. «Hacer como dice entre las 18.20 horas y las 0.15 una velocidad media de 6.000 metros por hora es imposible. Tendría que haber tenido la corriente a favor durante estas seis horas, y cualquier nadador que conozca esas aguas sabe que es absurdo. Y es mentira que entre las 0.15 y las 1.25 nadara a 30 kilómetros por hora, como señala Meca en su propia página web. Es mentira», recalca Cabañero.
Por último, el intento fallido de triple cruce del Estrecho de Gibraltar en enero de este año también está considerado circo. "A las 13.40 dice que toca tierra en la bahía de Ceuta volviéndose para tocar Tarifa. Esto es imposible. Nadie puede hacer jamás esa travesía porque las corrientes vienen casi todas del Atlántico al Mediterráneo. Irías contra corriente todo el trayecto y eso es imposible. Las corrientes jamás te dejarían tocar Tarifa".
Gerardo Valero es piloto de barco y acompañó a Meca en su travesía del Estrecho. El es un testigo muy especial para desvelar las razones que empujan a Meca a actuar como lo hace. "En el último tramo, a una milla de Ceuta, se agarró a la barca. El quería abandonar, pero nos llamaron de la Consejería de Deportes de Ceuta y nos dijeron que de eso nada. Había 5.000 personas esperándolo. ¿Que cuánto estuvo subido al barco antes de echarse otra vez al agua...? No sé. Entre dos y 3,5 millas". Otra vez el circo.
"Meca es el único nadador español que gana dinero con esto", dice Cabañero. "A los demás nos parece estupendo. Pero sería mucho más respetado en el gremio si hiciera las cosas bien". Porque el circo de Meca cierra las puertas a otros nadadores. El se lleva los mejores contratos, las subvenciones más apetecibles. Y otros nadadores que sí cumplen la normativa pierden esa posibilidad de hacer bolos. Un nadador cobra unos 3.000 euros por hazaña. Pagan ayuntamientos, comunidades autónomas, comisiones de fiesta... Pero los deportistas suelen gastar bastante más e lo que cobran. Por ejemplo, el árbitro federado que acompaña al nadador para certificar la hazaña cobra unos 50 euros; el alquiler de dos embarcaciones supone una media de 1.800 euros; también hay que contratar equipo médico...
Desde la Federación Española de Natación no se mojan. Lo más que dicen los responsables es que Meca compite de una forma "un tanto atípica".
PERDER LA MEMORIA
Fran Tamaral, nadador, tampoco considera que la forma de actuar de David Meca sea demasiado ética. "Usar el traje de neopreno es desprestigiar la prueba. Precisamente, en estos grandes retos, lo más importante es combatir el frío". Cabañero lo explica claramente: "La pérdida de memoria y del conocimiento en situaciones extremas de frío no son hechos insólitos, y son parte del reto. La sangre, en vez de irrigar el cerebro y el corazón, tiene que satisfacer las demandas musculares y térmicas del resto del organismo". De hecho, hay nadadores que han sufrido pérdidas del conocimiento de dos horas al intentar la travesía. "David es un actor. Dice que pierde el conocimiento. Que nada con un solo brazo. Eso es para la galería".
"La Federación del Estrecho es la más desacreditada entre los nadadores. Ningún árbitro de la Federación va con ellos", añade.
Mientras, David Meca sigue haciendo caja. "¿Por qué no va a las Olimpiadas? David Meca tiene ya 34 años y está en el declive de su carrera. Quedaría en una posición bastante mala, aunque nadie duda de que es un gran deportista, un gran nadador, un campeón del mundo. Pero tiene que seguir con su circo. Y no puede permitirse el lujo de enfrentarse, a su edad, con nadadores de elite. Cuando ocurrió lo de la nandralona, David empezó con los retos y supo que podía cruzar una línea roja: la línea roja de la trampa. Y le ha salido muy rentable. Desde entonces no ha vuelto". Quien dice esto es un promotor de deportistas que representa a más de dos docenas de nadadores y estuvo muy cerca de David Meca antes de su positivo. No quiere dar su nombre. Sería una traición.
El propio nadador ha dicho que la carrera deportiva es corta, y que va a explotarla hasta el final para convertirse, después, en actor. De momento, procura alejarse de la polémica, tras un par de malas experiencias en televisión, en las que estas acusaciones le despertaron su lado más brutal y llegó a insultar a periodistas. Con Crónica no ha querido hablar, aunque la elusión ha sido muy educada. Su futuro, asegura, está ante las cámaras. Ha sido actor secundario en una cinta del freaki del terror moderno Brian Yuzna. Según su página web, la película Bajo las aguas tranquilas fue un éxito internacional. Aunque nadie la haya visto.
También ha participado en programas televisivos de tan alta demanda intelectiva como Mira quién baila o Arrasando (espacio de karaoke de la televisión canaria que presentó). Basura. Al menos, en ese sentido, no nada en aguas limpias David Meca.”
Triste, muy triste.