Pues a pesar de los pesares a uno lo de escribir, aunque sea con constantes faltas de ortografía y una dosis demasiado elevada de "mala leche", le relaja y le ayuda. Pido disculpas por mi desatención a la cosa del blog pero el invierno a llegado y este año viene duro... vamos que no me encuentro bien. Pero hay que seguir, hay que luchar así que.... al grano.
Resulta que hacia tiempo que quería hablar de un vino y un proyecto que me parecen de lo mas llamativo, en su nivel, pero sobre todo dentro de la DO que lo alberga. Se trata de Manuel Formigo y sus blancos en O Ribeiro.
No tengo mucho que añadir a un pasado "glorioso" (esto es ironía) en una de las denominaciones que durante décadas mas hizo por desprestigiar, vilipendiar y desnaturalizar sus vinos, al extremo de que se llegase a asumir que la equiparación de la denominacion "Viño do Ribeira" era sin duda sinónimo de pésimo producto en grandes cantidades. Pero resulta que aún así, a pesar de los pesares y por encima de todo, gracias a la natural calidad de unas uvas extraordinarias, el producto en si resistió al maltrato de sus manipuladores. Y aquí llegamos al momento presente.
No se muy bien porque pero la "ola" de interés por lo nuestro, de rescate y respeto a lo mas tradicional (que no tiene nada que ver con el vino de barril, la "cunca" y el blanco "con mosca") a hecho que surjan en esta DO vinos mas que reseñables. Viña de Martín o sus tintos A Torna dos Pasas, Casal de Arman hasta hace unos años al menos, Costeira, de modo mas publicitario pero con ciertos resultado reseñables (Me refiero a Colección Costeira... Viña Costeira es harina de otro costal) han conseguido dar un aldabonazo al modo en como se veía, en la misma Galicia, una DO siempre a la sombra del "gigante" Rías Baixas, tan cerca y tan diferente.
Dejando a un lado los divismos y las meteduras de pata, dentro de ese clima descrito mas arriba llego a la DO Manuel Formigo. Solo tuve ocasión de hablar con el una vez. Persona joven, con las ideas claras y que sabe lo que quiere y como conseguirlo, eso me pareció. En su bagaje están un tiempo bastante reseñable al lado de Miguel Ángel de Gregorio (Finca Allende, Aurus, Calvario...) dentro todo de su formación como Enólogo de carrera. Y así llegamos al vino...
La bodega elabora varios (Finca Teira, Teira X) pero a mi me tiene totalmente subyugado el básico de la casa Formigo de 2008. Un 40% de Treixadura, otro 40 de Palomino y lo demás a base de Godello, Albariño y Loureira. Un cuadro que me transmite una frescura inusitada, de acidez mas que correcta para un Ribeiro del año, afrutado, matices de hierba fresca y sencillo aunque con personalidad. 11.3º que practicamente ni se transmiten en el trago. Y económico hasta lo escandaloso
(5.90€ en tienda especializada).
No es, y quiero matizarlo, ni un Viña de Martín, ni un Arman sobre Lías ni por supuesto ninguna otra casta de megamaxisuper vino de estos legendarios y tal. Pero entra y de lleno en mi pabellón de los "Vinos Honrados" que son vinos por propio derecho y que juegan en otra división que nada tiene que ver con la de Viña Costeira y otros... salvo en que cuestan parecido ofreciendo el triple de calidad, claro.
Otra cosa. Resulta que leyendo a mi respetado Manuel Camblor me topo con que un vino al que yo hacia mas frances que Mitterrand se elabora en Francia (en la región fronteriza de Jura) con uvas autóctonas del lugar (la Trousseau) y ete aquí que el bueno de Camblor revela que se trata de la misma variedad que en Portugal y Galicia denominamos como Bastardo. La uva que cada vez en mayor medida ayuda a afinar y potencia vinos en Valdeorras o Monterrei (donde también es conocida como María Ardoña) resulta que es primordial en el Stéphane Tissot, Trousseau “Singulier”, Arbois de 2006 del que hablar Camblor en su blog.
Pero aún hay mas. La misma Bastardo, por razones que ignoro, es también parte de las uvas permitidas en la DO´s Canarias (Abona, El Hierro, La Palma, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güimar, Valle de la Orotava e Ycoden Daute Isora, donde se conoce como Bastardo Negra). ¿Como llegó?, ¿quien la llevó?, ¿no quedamos que era autóctona gallega?, ¿Seguro?. Tal vez este confundido pero, coincidencias como estas, en una uva y unos vinos, además, tan interesantes, me resultan cuando menos clarificadoras de lo pequeño que termina siendo este aparentemente descomunal mundo del vino.
Blog sobre vino, mis vinos, los que me dan la vida y los que me quitan el sueño.
jueves, 29 de octubre de 2009
lunes, 19 de octubre de 2009
Ese pequeño matiz que nos vuelve a todos mejores...
Estaba yo en la tesitura de escribir sobre una jornada espléndida y aquello de la magnífica comida, el estupendo vino, las sensaciones y el "maridaje" (signifique eso lo que signifique) cuando, tras leer la sensacional crónica de aquella tarde de Mario y Delia en Mileurismo Gourmet me ha dado por pensar... y no.
No puedo escribir sobre algo que me parece tan relativo, tan efímero y tan trivial como el vino, la gastronomía en general, cuando he sido testigo de algo realmente complejo en este mundo perro y miserable donde nos movemos a diario. Esta es la historia, para nada ficcionada, de como ocho extraños y un cocinero completaron una jornada legendaria ayudados por otras tantas botellas de vino y un menú ejemplar.
Al encuentro se acudía con la duda... la duda primera de saber donde esta el tal Vianda (Av de José Antonio 53. 28490 Becerril De La Sierra 918 537 377) y como se llega allí. Uno que es persona con recursos pero que suspendió en Orientación en la "Mili" lo deja en manos de su cuñado, el chofer para la ocasión y a la postre uno mas de los "conjurados", residente en Madrid y conocedor del entorno.
Los sentimientos son mas conocidos, duda, ansiedad comedida. Yo vivo con especial normalidad mis encuentros con extraños, mas con animo de aprender y compartir que de otra cosa. Mis acompañantes, cada uno en su estilo, lo siente de modo distinto, pero en todos hay ganas de comenzar la comida.
Vianda es un lugar ejemplar. Ejemplar como todos aquellos que van "contracorriente" cuando esa corriente es directamente la equivocada. David, además, es directamente un luchador y su cocina un triunfo ante los acontecimientos. Somos los primeros, subimos, ocupamos la mesa, el "territorio" donde tendrá lugar la cumbre ante el vino. Poco a poco van llegando todos, hasta los ocho, y comienza el baile.
Aquí debería figurar una relación de platos y vinos pero, como sabéis, soy mas de hablar de sensaciones que de datos técnicos, así que lo que diré es que gracias a un talentoso Chateau La Verriere del 1997, acompañando a tres muestras de como el foie debe ser tratado en una cocina con principios, un no menos goloso Algueira Godello barrica de 2003, partido en dos, con principio difícil y final duradero e interesantísimo acompañando a un memorable Salteado de Setas de Temporada con chipironcillos y otros seis amigos, seis vinos y otros tantos platos a cada cual mejor, a cada cual mas travieso, mas sincero, mas escaso, mas potente y sentenciador. Como las personas. Gracias a todo ello y a la voluntad de pasarselo bien, de conocer y de aprender (si algo hubo para aprender) se produjo un pequeño milagro.
Y a pesar de las horas sentados, de la charla continuada (del parloteo mas bien, en mi caso) de la fea costumbre que me adorna de interrumpir e imponerme, de meterme incluso donde no me llaman, a pesar de pertenecer a cuatro comunidades autónomas distintas, a ciudades del norte y del sur, del centro, a pesar de "tener o no tener" pueblo, o de tener demasiado.... del calor, de ser prácticamente unos totales desconocidos .... salen del lugar ocho personas que cuando se vean, cuando se escriban, se saludaran como amigos "Hola, como os va, que tal estáis..."
De vez en cuando suceden milagros que damos por cotidianos y no deberíamos. Hacía mucho que no lo pasaba tan bién comiendo, bebiendo y hablando con un grupo tan diverso y complejo de personas.
La parte de culpa que estos ocho de la foto de arriba tienen debería hacer reflexionar a algunos sobre que es y que no es cultura del vino y para que sirve y para que no sirve el acervo cultural del que forma parte la gastronomía.... si, lo se, esto ultimo pertenece a mi parte combativa, de todos conocida.
Un abrazo enorme donde quepáis los ocho...
No puedo escribir sobre algo que me parece tan relativo, tan efímero y tan trivial como el vino, la gastronomía en general, cuando he sido testigo de algo realmente complejo en este mundo perro y miserable donde nos movemos a diario. Esta es la historia, para nada ficcionada, de como ocho extraños y un cocinero completaron una jornada legendaria ayudados por otras tantas botellas de vino y un menú ejemplar.
Al encuentro se acudía con la duda... la duda primera de saber donde esta el tal Vianda (Av de José Antonio 53. 28490 Becerril De La Sierra 918 537 377) y como se llega allí. Uno que es persona con recursos pero que suspendió en Orientación en la "Mili" lo deja en manos de su cuñado, el chofer para la ocasión y a la postre uno mas de los "conjurados", residente en Madrid y conocedor del entorno.
Los sentimientos son mas conocidos, duda, ansiedad comedida. Yo vivo con especial normalidad mis encuentros con extraños, mas con animo de aprender y compartir que de otra cosa. Mis acompañantes, cada uno en su estilo, lo siente de modo distinto, pero en todos hay ganas de comenzar la comida.
Vianda es un lugar ejemplar. Ejemplar como todos aquellos que van "contracorriente" cuando esa corriente es directamente la equivocada. David, además, es directamente un luchador y su cocina un triunfo ante los acontecimientos. Somos los primeros, subimos, ocupamos la mesa, el "territorio" donde tendrá lugar la cumbre ante el vino. Poco a poco van llegando todos, hasta los ocho, y comienza el baile.
Aquí debería figurar una relación de platos y vinos pero, como sabéis, soy mas de hablar de sensaciones que de datos técnicos, así que lo que diré es que gracias a un talentoso Chateau La Verriere del 1997, acompañando a tres muestras de como el foie debe ser tratado en una cocina con principios, un no menos goloso Algueira Godello barrica de 2003, partido en dos, con principio difícil y final duradero e interesantísimo acompañando a un memorable Salteado de Setas de Temporada con chipironcillos y otros seis amigos, seis vinos y otros tantos platos a cada cual mejor, a cada cual mas travieso, mas sincero, mas escaso, mas potente y sentenciador. Como las personas. Gracias a todo ello y a la voluntad de pasarselo bien, de conocer y de aprender (si algo hubo para aprender) se produjo un pequeño milagro.
Y a pesar de las horas sentados, de la charla continuada (del parloteo mas bien, en mi caso) de la fea costumbre que me adorna de interrumpir e imponerme, de meterme incluso donde no me llaman, a pesar de pertenecer a cuatro comunidades autónomas distintas, a ciudades del norte y del sur, del centro, a pesar de "tener o no tener" pueblo, o de tener demasiado.... del calor, de ser prácticamente unos totales desconocidos .... salen del lugar ocho personas que cuando se vean, cuando se escriban, se saludaran como amigos "Hola, como os va, que tal estáis..."
De vez en cuando suceden milagros que damos por cotidianos y no deberíamos. Hacía mucho que no lo pasaba tan bién comiendo, bebiendo y hablando con un grupo tan diverso y complejo de personas.
La parte de culpa que estos ocho de la foto de arriba tienen debería hacer reflexionar a algunos sobre que es y que no es cultura del vino y para que sirve y para que no sirve el acervo cultural del que forma parte la gastronomía.... si, lo se, esto ultimo pertenece a mi parte combativa, de todos conocida.
Un abrazo enorme donde quepáis los ocho...
miércoles, 14 de octubre de 2009
Pensando en voz alta.
Que nadie se asuste que no voy a decir nada inconsciente o poco meditado.... bueno, nada mas de lo normal. Después de una interesante charla alrededor de las formas y maneras de la DO Rías Baixas, su presente y su futuro, me ha dado por pensar, a santo de una de las frases utilizadas en la charla. En un momento dado, hablando de los pasos que se van dando para dar una calidad acorde al prestigio de los vinos producidos en el segmento, cada vez mayor, de consumidores preparados y conocedores del vino, esta persona me decía que se dan pasos pero pequeños y muy lentos "llevara muchos años dar un nivel real a la DO" dijo. Yo, en mi habitual tono, le dije "¿y veré lo resultados antes de jubilarme?" conteste, a lo que replico "no, no lo creo"
Esto nos coloca en el umbral de los 30 años y dice bien poco de todas aquellas bodegas que no responden a los parámetros impuestos por las tres o cuatro clásicas mas los "recién llegados" desde la Rioja. Porque los primeros, aunque me disguste, no hacen mas que aquello que quieren hacer, aquello para lo que fueron "entrenados". Fábricas de vino, producir millones, tergiversar la realidad sobre su nivel de calidad mediante al marqueting y la publicidad, etc,etc. Vale, pero ¿y los demás?. Si, ¿que hacen los demás, además de esforzarse, algunos, en hacer buen vino?
Creo que la siguiente reflexión sirve para la DO Rías Baixas, por supuesto, pero también para las demás. En todas ellas existen monstruos inmensos, produciendo millones de litros con el beneplácito de las autoridades y de un mercado encantado por la falta de criterio de la mayoría de los profesionales y clientes. Y mientras esto sucede los demás, en algún caso la mayoría, callan o aceptan. Autorizan y consienten. Solo en "petit comite", solo alrededor de una mesa con dos o tres personas muy concretas se sueltan y hablan, de lo mal que se portan esas compañias, fabricas, de sus tácticas torticeras, de como manipulan los consejos reguladores y a sus miembros, de como se apoyan en un poder económico inalcanzable para el pequeño productor... pero en publico, ante una audiencia mayor.... silencio.
Yo no soy ningún Robin de los bosques y en muchisimas ocasiones haría bien en estar callado. Demasiadas veces me apunto a guerras que no son la mía y me gano una trabajadisima fama de cascarrabias con cierta gracia y nulo criterio. Pero al menos duermo, mientras lo hago, como un lirón, la bilis me sale cuando me debe salir y no me veo obligado a comulgar con ruedas de molino como una inmensa mayoría de viticultores gallegos, aborregados, conciliadores y apaciguados, todos aceptando con monacal resignación esta cruz que Dios les da en forma de fabrica de vino y consejo regulador comprado. No se trata de fomentar la revolución, pero si la dignidad. Y en este capitulo, el de la dignidad y la vergüenza torera, mas de uno podría empezar por hablar del modo en como se instrumento la campaña "Pídelo por su nombre" que en fechas recientes trato de fomentar el consumo por copa de Rías Baixas en Madrid. A lo mejor no todos "jugaron" en igualdad de condiciones. A lo mejor no todas las bodegas gozaron de la misma información al mismo tiempo y hubo algunos que contaron con información privilegiada de forma prioritaria.
No soy yo quien debe decir estas cosas pero saberlas, de boca de personas autorizadas a comentar según que sucesos y aconteceres, y no decir nada me revuelve las tripas. Las tenia ya revueltas por otras cuestiones ajenas al vino y todo ayuda, pero es que uno escucha muchas cosas y lamenta oír la mayoría.
Por otra parte, en unos días espero tener listo un post sobre lo valiosísima que se esta volviendo la amistad pura y dura, sin artimañas, pasados ni tanteos, lo importantísima que es una buena mesa llena de estupendas "Viandas" y lo fantástico de que de una reunión salgan ocho personas pensando que se lo han pasado maravillosamente bien, sin que casi se conociesen de nada antes de la reunión. Eso, en dos o tres días...
Esto nos coloca en el umbral de los 30 años y dice bien poco de todas aquellas bodegas que no responden a los parámetros impuestos por las tres o cuatro clásicas mas los "recién llegados" desde la Rioja. Porque los primeros, aunque me disguste, no hacen mas que aquello que quieren hacer, aquello para lo que fueron "entrenados". Fábricas de vino, producir millones, tergiversar la realidad sobre su nivel de calidad mediante al marqueting y la publicidad, etc,etc. Vale, pero ¿y los demás?. Si, ¿que hacen los demás, además de esforzarse, algunos, en hacer buen vino?
Creo que la siguiente reflexión sirve para la DO Rías Baixas, por supuesto, pero también para las demás. En todas ellas existen monstruos inmensos, produciendo millones de litros con el beneplácito de las autoridades y de un mercado encantado por la falta de criterio de la mayoría de los profesionales y clientes. Y mientras esto sucede los demás, en algún caso la mayoría, callan o aceptan. Autorizan y consienten. Solo en "petit comite", solo alrededor de una mesa con dos o tres personas muy concretas se sueltan y hablan, de lo mal que se portan esas compañias, fabricas, de sus tácticas torticeras, de como manipulan los consejos reguladores y a sus miembros, de como se apoyan en un poder económico inalcanzable para el pequeño productor... pero en publico, ante una audiencia mayor.... silencio.
Yo no soy ningún Robin de los bosques y en muchisimas ocasiones haría bien en estar callado. Demasiadas veces me apunto a guerras que no son la mía y me gano una trabajadisima fama de cascarrabias con cierta gracia y nulo criterio. Pero al menos duermo, mientras lo hago, como un lirón, la bilis me sale cuando me debe salir y no me veo obligado a comulgar con ruedas de molino como una inmensa mayoría de viticultores gallegos, aborregados, conciliadores y apaciguados, todos aceptando con monacal resignación esta cruz que Dios les da en forma de fabrica de vino y consejo regulador comprado. No se trata de fomentar la revolución, pero si la dignidad. Y en este capitulo, el de la dignidad y la vergüenza torera, mas de uno podría empezar por hablar del modo en como se instrumento la campaña "Pídelo por su nombre" que en fechas recientes trato de fomentar el consumo por copa de Rías Baixas en Madrid. A lo mejor no todos "jugaron" en igualdad de condiciones. A lo mejor no todas las bodegas gozaron de la misma información al mismo tiempo y hubo algunos que contaron con información privilegiada de forma prioritaria.
No soy yo quien debe decir estas cosas pero saberlas, de boca de personas autorizadas a comentar según que sucesos y aconteceres, y no decir nada me revuelve las tripas. Las tenia ya revueltas por otras cuestiones ajenas al vino y todo ayuda, pero es que uno escucha muchas cosas y lamenta oír la mayoría.
Por otra parte, en unos días espero tener listo un post sobre lo valiosísima que se esta volviendo la amistad pura y dura, sin artimañas, pasados ni tanteos, lo importantísima que es una buena mesa llena de estupendas "Viandas" y lo fantástico de que de una reunión salgan ocho personas pensando que se lo han pasado maravillosamente bien, sin que casi se conociesen de nada antes de la reunión. Eso, en dos o tres días...
jueves, 8 de octubre de 2009
Vertical de Lalama. La máquina del tiempo.
Como ya indique ayer miércoles un selecto grupo de personajes nos reunimos para degustar, bajo la batuta de David Bustos de Dominio do Bibei, una cata vertical del tinto principal, en mi opinión, de los elaborados por esta bodega de la Ribeira Sacra.
Se trataba de un recorrido, no se si muy ortodoxo pero si enormemente interesante, por la elaboración, variedades y resultados de uno de los primeros tintos con crianza en serio de los elaborados en Galicia. Después vinieron otros, no se si mejores o peores, pero estos fueron de los primeros.
Abrimos pues las hostilidades con Lalama de 2002. De este coupage de Mencia 50%, Garnacha 40% y otras variedades para el resto se elaboraron 912 botellas. 16 meses en barrica francesa y otros 20 en botella antes de su salida al mercado. Se presento espectacular, pleno, con la proporción adecuada de tostados y frescura y con una, aún, sorprendente acidez. Solo 11 grados y medio. Vino extraordinariamente vivo para su edad y para las cosas que se suelen decir de las variedades gallegas cuando se envejecen. Mito numero uno muerto y enterrado (de nuevo)
El Lalama de 2003, es sin duda el "rarito" de la familia. Viñas viejas de, atención, Mouratón y Garnacha a partes iguales. Una variedad la Mouratón, practicamente desaparecida que ayudo a elaborar este único Lalama sin Mencia en su composición. Vino raramente fino y azucarado (característica de la Mouratón ese exceso de dulzor en boca). La acidez, para sus seis años en botella, sigue presente pero mucho mas caída que en el caso de su hermano mayor. Vino raro con ganas, que despertó sensaciones de todo tipo, no todas buenas. A mi me pareció curioso e interesante., desde la perspectiva de jugueton sin pretensiones. Se hicieron 1200 botellas y tenía 12.2º.
Sigamos con uno de los mas aplaudidos. Lalama de 2004 es tres cuartas partes Mencía y resto Garnacha tintorera. Se presento de color mucho mas intenso, espeso, con nariz clásica a la variedad, mas frutal y mas floral con torrefactos y fruta roja, acidez supercontrolada y complejo. Probablemente sea el que en mejor estado se encuentra de todos los probados. Mas color, mas estructura, mas viveza y mas nervio. Mejor, ni mas ni menos. 12.4º y desaparecido ya de todas partes sus 3300 botellas. Recomendación al margen; beberlo este año puede ser espectacular... el año próximo, un enigma.
Lalama de 2005, el vigente en el mercado, ha sido motivo de otras catas en diversos foros como, la mas reciente, en el blog de Sibaritastur, ademas de aqui mismo no hace demasiado tiempo, así que no incidiré demasiado en el. Mencia, Brancellao, Garnacha y otra. 9200 botellas, 12.6º y después de bebido el 2004 no tan "en forma" como me ha parecido otras veces. Cosas del directo, supongo.
De aquí saltamos sin red al futuro, abriendo el Lalama de 2006. Mencia, mas algo de Garnacha, Brancellao y Mouratón, este ultimo en proporción mínima (2%). La producción es aquí manifiestamente mayor, pero aun supone un lejano 10% de lo que la finca y las plantas cultivadas en ella podría llegar a producir en un futuro. Vino estructurado, licoroso apenas, que no saldrá al mercado hasta el 1 de Diciembre próximo pero que presenta una interesante acidez marca de la casa y se muestra goloso e intenso en boca. Otro de los mas valorados por la concurrencia. Sus 13.1º grados empiezan a hacerlo "peligros", por su facilidad de paso.
Para terminar un infanticidio en toda regla. Lalama de 2007. Ni siquiera aún "vestido" este "casi" monovarietal de Mencía, con un 6% de Garnacha y un 3% de Mouratón asoma casi imperceptible en nariz, algo de caramelo y ciertamente vacío, inerte aún, a la espera de poder ofrecerse resultón y pleno. Hacer un juicio mas allá del especulativo sobre las buenas bases en las que esta asentado sería directamente hacer ciencia-ficción. No pinta mal y solo tiene 11.9º de alcohol.
Un recorrido por la principal ocupación de esta bodega y por la peculiar y apasionada forma de concebir el vino del equipo que lo elabora, con Javier Dominguez a la cabeza, en un paseo singular que me deja claras varias cosas. Que se puede hacer buen vino, que tener capacidad económica para hacerlo no implica hacerlo mal sino se quiere. Que los tintos en Galicia envejecen igual o mejor que en otras partes de España y del mundo. Y que una reunión de personas con ganas de saber y de compartir es tan buen barómetro como la guía que se quiera.
Quiero agradecer a Fran de "O Fragón" el habernos tratado tan bien en su casa, a David por sus extensas e interesantes explicaciones ( y por el vino claro) y a los presentes el haber acudido y ser tan agradables, espontáneos y curiosos como siempre. Un placer que repetiremos en cuanto podamos. Seguro.
Se trataba de un recorrido, no se si muy ortodoxo pero si enormemente interesante, por la elaboración, variedades y resultados de uno de los primeros tintos con crianza en serio de los elaborados en Galicia. Después vinieron otros, no se si mejores o peores, pero estos fueron de los primeros.
Abrimos pues las hostilidades con Lalama de 2002. De este coupage de Mencia 50%, Garnacha 40% y otras variedades para el resto se elaboraron 912 botellas. 16 meses en barrica francesa y otros 20 en botella antes de su salida al mercado. Se presento espectacular, pleno, con la proporción adecuada de tostados y frescura y con una, aún, sorprendente acidez. Solo 11 grados y medio. Vino extraordinariamente vivo para su edad y para las cosas que se suelen decir de las variedades gallegas cuando se envejecen. Mito numero uno muerto y enterrado (de nuevo)
El Lalama de 2003, es sin duda el "rarito" de la familia. Viñas viejas de, atención, Mouratón y Garnacha a partes iguales. Una variedad la Mouratón, practicamente desaparecida que ayudo a elaborar este único Lalama sin Mencia en su composición. Vino raramente fino y azucarado (característica de la Mouratón ese exceso de dulzor en boca). La acidez, para sus seis años en botella, sigue presente pero mucho mas caída que en el caso de su hermano mayor. Vino raro con ganas, que despertó sensaciones de todo tipo, no todas buenas. A mi me pareció curioso e interesante., desde la perspectiva de jugueton sin pretensiones. Se hicieron 1200 botellas y tenía 12.2º.
Sigamos con uno de los mas aplaudidos. Lalama de 2004 es tres cuartas partes Mencía y resto Garnacha tintorera. Se presento de color mucho mas intenso, espeso, con nariz clásica a la variedad, mas frutal y mas floral con torrefactos y fruta roja, acidez supercontrolada y complejo. Probablemente sea el que en mejor estado se encuentra de todos los probados. Mas color, mas estructura, mas viveza y mas nervio. Mejor, ni mas ni menos. 12.4º y desaparecido ya de todas partes sus 3300 botellas. Recomendación al margen; beberlo este año puede ser espectacular... el año próximo, un enigma.
Lalama de 2005, el vigente en el mercado, ha sido motivo de otras catas en diversos foros como, la mas reciente, en el blog de Sibaritastur, ademas de aqui mismo no hace demasiado tiempo, así que no incidiré demasiado en el. Mencia, Brancellao, Garnacha y otra. 9200 botellas, 12.6º y después de bebido el 2004 no tan "en forma" como me ha parecido otras veces. Cosas del directo, supongo.
De aquí saltamos sin red al futuro, abriendo el Lalama de 2006. Mencia, mas algo de Garnacha, Brancellao y Mouratón, este ultimo en proporción mínima (2%). La producción es aquí manifiestamente mayor, pero aun supone un lejano 10% de lo que la finca y las plantas cultivadas en ella podría llegar a producir en un futuro. Vino estructurado, licoroso apenas, que no saldrá al mercado hasta el 1 de Diciembre próximo pero que presenta una interesante acidez marca de la casa y se muestra goloso e intenso en boca. Otro de los mas valorados por la concurrencia. Sus 13.1º grados empiezan a hacerlo "peligros", por su facilidad de paso.
Para terminar un infanticidio en toda regla. Lalama de 2007. Ni siquiera aún "vestido" este "casi" monovarietal de Mencía, con un 6% de Garnacha y un 3% de Mouratón asoma casi imperceptible en nariz, algo de caramelo y ciertamente vacío, inerte aún, a la espera de poder ofrecerse resultón y pleno. Hacer un juicio mas allá del especulativo sobre las buenas bases en las que esta asentado sería directamente hacer ciencia-ficción. No pinta mal y solo tiene 11.9º de alcohol.
Un recorrido por la principal ocupación de esta bodega y por la peculiar y apasionada forma de concebir el vino del equipo que lo elabora, con Javier Dominguez a la cabeza, en un paseo singular que me deja claras varias cosas. Que se puede hacer buen vino, que tener capacidad económica para hacerlo no implica hacerlo mal sino se quiere. Que los tintos en Galicia envejecen igual o mejor que en otras partes de España y del mundo. Y que una reunión de personas con ganas de saber y de compartir es tan buen barómetro como la guía que se quiera.
Quiero agradecer a Fran de "O Fragón" el habernos tratado tan bien en su casa, a David por sus extensas e interesantes explicaciones ( y por el vino claro) y a los presentes el haber acudido y ser tan agradables, espontáneos y curiosos como siempre. Un placer que repetiremos en cuanto podamos. Seguro.
lunes, 5 de octubre de 2009
Variadas reflexiones sobre "la cultureta del vino".
El fin de semana en Galicia, al menos donde yo vivo, se ha prestado sobre manera a la reflexión. Lluvia, lluvia y mas lluvia, una caída brutal de las temperaturas (el viernes rozamos los 25ºC y ayer domingo la máxima fue de 18ºC) y la desgana otoñal habitual en aquellos que tenemos la respiración en entre dicho, con una subida de la humedad de un nada despreciable 78% a un insoportable 95% ayer por la tarde. Para mí, el infierno hecho carne.
Lo dicho, tiempo para pensar, para un par de vinitos en compañía y para leer y preguntarse cosas. Por ejemplo ¿cual es la naturaleza de este juego?, ¿a que se ponen en entre dicho créditos personales y logros académicos en materia de vino?, ¿de que modo fueron obtenidos esos logros, quien los otorga, a santo de que se le dan a una u otra persona?, ¿es solo cuestión de dinero?, ¿que hace falta para que un vino sea tenido en cuenta por el publico mas interesado (no mas entendido)?, ¿que de snob tiene un vino que cueste 50 euros la botella, si gusto a una mayoría de interesados?, ¿y si cuesta 300?. Ya, ya... imposible.
O no. En los días pasados tuve oportunidad de probar un A Trabe de 2005. Es un gran vino, indudable. Todo en su sitio, exhuberancia frutal, corrección en la madera, acidez controlada. Nervio. Costaría mas de 45 euros, sin grandes estipendios y uno se pregunta ¿porque? Escasas botellas, distribución a todo el mundo mundial... negocio y capitalismo. Mayor demanda, menor oferta, subida del precio. Vale, pero ¿es justo? Yo supongo que, desde el punto de vista del consumidor, evidentemente, no. El buen aficionado, interesado en la cosa del vino, buscador, probador, serio, reflexivo, no merece que el poder o no acceder a un gran vino sea cuestión solo de dinero, pero así es. Mientras, al snob puro y duro, con dinero en el banco, el precio le da igual, lo prueba e incluso lo desaprueba porque "no sabe como tal o cual Rioja gran reserva que tomamos en casa de papuchi" (exageración para un mayor entendimiento de la premisa).
Pero ¿y desde el punto de vista de J.L. Mateo y Raúl Pérez?..Bien, esta claro que para ellos que el vino cueste 45 euros o los que sean será más positivo, ¿o no? Hace tiempo leí en una entrevista al gran Jean Claude Berrouet, enólogo de Petrus, que el dormía muy tranquilo en cuanto al precio que alcanzaba su vino (nunca menos de 1000 euros la botella) "de bodega sale a 300 euros" decía. A lo mejor habría que buscar la culpa del sobre precio en la persona de Christian Moueix, el "negociant" de los vinos de la bodega Bordelesa, o en un mercado loco, que sube hasta las nubes en función de que existan personas dispuestas a pagar por esa mercancía a ese precio. J.L. Mateo y Raúl Pérez deben ganar con A Trabe, esta claro, pero dudo mucho que ganen los 47 euros que llego a alcanzar su vino la navidad pasada. Y dudo también mucho de que la distribución de su vino ganase la diferencia ¿culpa del tendero, entonces?. No, de la suma de todos. Incluso del cliente. Pero sobre todo, culpa de una estrategia muy bien meditada y puesta en practica de modo casí militar. A eso vamos dentro de un rato...
Otra cosa son los vinos que no lo valen, pero... ¿quien dice si lo valen o no? Aquí podríamos utilizar el estilo clásico de la fabulación y el cuento. Todos lo vamos a entender y lo escribo desde el humor que espero se entienda en el texto siguiente;
"Los grandes críticos en la Web, Francisco Berjas, Víctor Serrano y José Petón han dicho al unísono que el recién salido Ribera del Duero "Pago de Matavacas Reserva de 2005" es probablemente uno de los mejores tintos embotellados en la historia de ESPAÑA¡¡¡. Los siempre atinados y nunca bien ponderados "gurús" se han manifestado con serias alabanzas. El Sr. Berjas ha dicho en su blog que "es sin duda una finca mítica, orientación sur-suroeste, de esquistos, guijarros azules y con un stress hídrico rayano en el maltrato de unas cepas milenarias". En términos similares se expreso Serrano, que en "Vendimia", el tradicional y meritorio foro de vinos, ha dicho que "de los mas de 600 Riberas que he probado este mes, este supera las previsiones". José Petón, mucho mas ponderado y meditabundo ha escrito en el editorial de su revista "Gourmetitos" que "es un vino estupendo. Tostados, almendras y hierba recién cortada. No es un Jerez, pero puede valer". La opinión unánime ha disparado el precio de este Ribera singular, del que solo se han hecho tres millones doscientas mil botellas, hasta alcanzar los 700 euros con 25 céntimos la botella. Un lujo al alcance solo de los muy preparados".
Y de los muy forrados, añadiría. Esta mini-opereta en clave de humor, espero que así haya sido leída, no pretende mas que dejar claro que se puede llegar a una situación curiosa ¿porque?. Para quien no haya descubierto el "meollo" del relato, solo añadiré que el Sr. Berjas era el principal distribuidor del vino, Serrano lo trabajaba en su cadena de tiendas y Petón publico más de dos millones de pesetas de publicidad de la ficticia bodega en su revista y en la guía subsiguiente, de edición anual. Evidentemente se trata de personajes ficticios "que no tiene relación alguna con la realidad" como se suele decir en las películas sobre "hechos reales". Al final, como todo en esta vida, solo se trata de negocios y en ese contexto debería ser visto y leído, absolutamente todo siempre. Aunque no se desee que así sea.
Sobre negocios se trata en el caso Pancho Campo MW, en el asunto de la cata de Garnachas de Parker y la INTERPOL. Parece una película de Esteso y Pajares pero no lo es. Es un negocio de dimensiones millonarias, implicaciones políticas y que ha dejado con las vergüenzas al aire a más de cuatro. Un asunto muy grave, mucho, que ofrece una versión de la parte mas alta de la pirámide de lo que el gran Camblor denomina "la cultureta del vino" muy distinta al paraíso de glamour y profesionalidad impecable, de catas a ciegas y honorables compromisos, que muchos tenían en el pasado. Al final, como en todo, negocio, forrarse a cualquier precio y prestigio ficticio, basado en historias de difícil confirmación y mitos personales. Curriculum con mas agujeros que mi cuenta corriente y una escasa, nula, percepción de la seriedad y la honradez. O al menos de los límites de ella.
Así que, y solo a modo de conclusión momentánea ¿es evitable?, ¿tienen sentido seguir en esta cansina lucha por el pequeño productor y la calidad de su producto?, ¿para que sirve hablar y hablar, escribir cientos, miles de palabras, sobre vinos que, a lo sumo, probaran 300 personas?, ¿porque creemos a determinadas personas cuando resulta evidente que seis de cada diez vinos que ofrecen y recomiendan son parte de su cartera o tienen relación clara con su modo de vida?. Y por ir aún mas allá ¿porque habría de estar mal esto ultimo?, ¿son menos honestos, menos fiables, menos objetivos?... ¿o no?.
Es indudable que el momento actual ofrece una posibilidad única, en al menos cincuenta años, para hacer viable que la mayoría de una población manipulada por los grandes capitales, entienda que existe, siempre a nivel de la cultureta del vino, una manera distinta de producir y comercializar vino. Más personal, más cercana y más honesta. Ahora bien, que esa manera nueva no esta representada en Wine Future Rioja es también un hecho. Ni en otras ferias similares. Ese "nuevo modo de beber" lo abanderan un puñado de aficionados, dos o tres profesionales con escrúpulos y una retahíla enorme de engaños, manipulaciones y operaciones de marketing que han provocado la ola de resentimiento suficiente para que existan mas de 200 blogs dedicados a hablar solo de vino. Es como para pensárselo ¿eh?
* Las fotos. La primeira en swag.blogspot.com y la segunda en www.detintos.com.
Lo dicho, tiempo para pensar, para un par de vinitos en compañía y para leer y preguntarse cosas. Por ejemplo ¿cual es la naturaleza de este juego?, ¿a que se ponen en entre dicho créditos personales y logros académicos en materia de vino?, ¿de que modo fueron obtenidos esos logros, quien los otorga, a santo de que se le dan a una u otra persona?, ¿es solo cuestión de dinero?, ¿que hace falta para que un vino sea tenido en cuenta por el publico mas interesado (no mas entendido)?, ¿que de snob tiene un vino que cueste 50 euros la botella, si gusto a una mayoría de interesados?, ¿y si cuesta 300?. Ya, ya... imposible.
O no. En los días pasados tuve oportunidad de probar un A Trabe de 2005. Es un gran vino, indudable. Todo en su sitio, exhuberancia frutal, corrección en la madera, acidez controlada. Nervio. Costaría mas de 45 euros, sin grandes estipendios y uno se pregunta ¿porque? Escasas botellas, distribución a todo el mundo mundial... negocio y capitalismo. Mayor demanda, menor oferta, subida del precio. Vale, pero ¿es justo? Yo supongo que, desde el punto de vista del consumidor, evidentemente, no. El buen aficionado, interesado en la cosa del vino, buscador, probador, serio, reflexivo, no merece que el poder o no acceder a un gran vino sea cuestión solo de dinero, pero así es. Mientras, al snob puro y duro, con dinero en el banco, el precio le da igual, lo prueba e incluso lo desaprueba porque "no sabe como tal o cual Rioja gran reserva que tomamos en casa de papuchi" (exageración para un mayor entendimiento de la premisa).
Pero ¿y desde el punto de vista de J.L. Mateo y Raúl Pérez?..Bien, esta claro que para ellos que el vino cueste 45 euros o los que sean será más positivo, ¿o no? Hace tiempo leí en una entrevista al gran Jean Claude Berrouet, enólogo de Petrus, que el dormía muy tranquilo en cuanto al precio que alcanzaba su vino (nunca menos de 1000 euros la botella) "de bodega sale a 300 euros" decía. A lo mejor habría que buscar la culpa del sobre precio en la persona de Christian Moueix, el "negociant" de los vinos de la bodega Bordelesa, o en un mercado loco, que sube hasta las nubes en función de que existan personas dispuestas a pagar por esa mercancía a ese precio. J.L. Mateo y Raúl Pérez deben ganar con A Trabe, esta claro, pero dudo mucho que ganen los 47 euros que llego a alcanzar su vino la navidad pasada. Y dudo también mucho de que la distribución de su vino ganase la diferencia ¿culpa del tendero, entonces?. No, de la suma de todos. Incluso del cliente. Pero sobre todo, culpa de una estrategia muy bien meditada y puesta en practica de modo casí militar. A eso vamos dentro de un rato...
Otra cosa son los vinos que no lo valen, pero... ¿quien dice si lo valen o no? Aquí podríamos utilizar el estilo clásico de la fabulación y el cuento. Todos lo vamos a entender y lo escribo desde el humor que espero se entienda en el texto siguiente;
"Los grandes críticos en la Web, Francisco Berjas, Víctor Serrano y José Petón han dicho al unísono que el recién salido Ribera del Duero "Pago de Matavacas Reserva de 2005" es probablemente uno de los mejores tintos embotellados en la historia de ESPAÑA¡¡¡. Los siempre atinados y nunca bien ponderados "gurús" se han manifestado con serias alabanzas. El Sr. Berjas ha dicho en su blog que "es sin duda una finca mítica, orientación sur-suroeste, de esquistos, guijarros azules y con un stress hídrico rayano en el maltrato de unas cepas milenarias". En términos similares se expreso Serrano, que en "Vendimia", el tradicional y meritorio foro de vinos, ha dicho que "de los mas de 600 Riberas que he probado este mes, este supera las previsiones". José Petón, mucho mas ponderado y meditabundo ha escrito en el editorial de su revista "Gourmetitos" que "es un vino estupendo. Tostados, almendras y hierba recién cortada. No es un Jerez, pero puede valer". La opinión unánime ha disparado el precio de este Ribera singular, del que solo se han hecho tres millones doscientas mil botellas, hasta alcanzar los 700 euros con 25 céntimos la botella. Un lujo al alcance solo de los muy preparados".
Y de los muy forrados, añadiría. Esta mini-opereta en clave de humor, espero que así haya sido leída, no pretende mas que dejar claro que se puede llegar a una situación curiosa ¿porque?. Para quien no haya descubierto el "meollo" del relato, solo añadiré que el Sr. Berjas era el principal distribuidor del vino, Serrano lo trabajaba en su cadena de tiendas y Petón publico más de dos millones de pesetas de publicidad de la ficticia bodega en su revista y en la guía subsiguiente, de edición anual. Evidentemente se trata de personajes ficticios "que no tiene relación alguna con la realidad" como se suele decir en las películas sobre "hechos reales". Al final, como todo en esta vida, solo se trata de negocios y en ese contexto debería ser visto y leído, absolutamente todo siempre. Aunque no se desee que así sea.
Sobre negocios se trata en el caso Pancho Campo MW, en el asunto de la cata de Garnachas de Parker y la INTERPOL. Parece una película de Esteso y Pajares pero no lo es. Es un negocio de dimensiones millonarias, implicaciones políticas y que ha dejado con las vergüenzas al aire a más de cuatro. Un asunto muy grave, mucho, que ofrece una versión de la parte mas alta de la pirámide de lo que el gran Camblor denomina "la cultureta del vino" muy distinta al paraíso de glamour y profesionalidad impecable, de catas a ciegas y honorables compromisos, que muchos tenían en el pasado. Al final, como en todo, negocio, forrarse a cualquier precio y prestigio ficticio, basado en historias de difícil confirmación y mitos personales. Curriculum con mas agujeros que mi cuenta corriente y una escasa, nula, percepción de la seriedad y la honradez. O al menos de los límites de ella.
Así que, y solo a modo de conclusión momentánea ¿es evitable?, ¿tienen sentido seguir en esta cansina lucha por el pequeño productor y la calidad de su producto?, ¿para que sirve hablar y hablar, escribir cientos, miles de palabras, sobre vinos que, a lo sumo, probaran 300 personas?, ¿porque creemos a determinadas personas cuando resulta evidente que seis de cada diez vinos que ofrecen y recomiendan son parte de su cartera o tienen relación clara con su modo de vida?. Y por ir aún mas allá ¿porque habría de estar mal esto ultimo?, ¿son menos honestos, menos fiables, menos objetivos?... ¿o no?.
Es indudable que el momento actual ofrece una posibilidad única, en al menos cincuenta años, para hacer viable que la mayoría de una población manipulada por los grandes capitales, entienda que existe, siempre a nivel de la cultureta del vino, una manera distinta de producir y comercializar vino. Más personal, más cercana y más honesta. Ahora bien, que esa manera nueva no esta representada en Wine Future Rioja es también un hecho. Ni en otras ferias similares. Ese "nuevo modo de beber" lo abanderan un puñado de aficionados, dos o tres profesionales con escrúpulos y una retahíla enorme de engaños, manipulaciones y operaciones de marketing que han provocado la ola de resentimiento suficiente para que existan mas de 200 blogs dedicados a hablar solo de vino. Es como para pensárselo ¿eh?
* Las fotos. La primeira en swag.blogspot.com y la segunda en www.detintos.com.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)