Díselo con una rosa

Copia a mi manera de una de mis fotos favoritas de estos últimos tiempos. La foto original es fácil de encontrar.

Ya que no me ha quedado especialmente bien retratada, aclaro que la tipa de la imagen es esa pseudoactriz buenorra (con permanente cara de estar goliendo mierda) llamada Megan Fox. El chaval de la rosa es un fan que posiblemente se halle en esa edad fronteriza entre la ingenuidad y la revolución hormonal.

Un inglés, un francés y un español...

El del fantasma del cocorocó es uno de esos chistes cuya popularidad entre los críos era inversamente proporcional a su gracia. Creo que ni siquiera de pequeño me parecía divertido pegarle un corte no especialmente ingenioso a un fantasma. No obstante, de pequeño uno apenas se plantea si un chiste es gracioso o no. Un chiste era algo que te aprendías; cuando era el turno de contar chistes lo soltabas y ya está, así nadie podía decir que no te supieses un chiste.