El barco

Nos despedimos cuando el sol aún marcaba la mañana
Nos saludaban los pañuelos augurando el regreso
Navegamos desafiando al agua, entre el horizonte y la montaña
Pero yo nunca quise abordar el barco.

Soy un soldado, un instrumento de mi raza, de mi tierra
y como todos, tengo que luchar por mantener la idea
De ir a un lugar que no existe, a demoler el muro que resiste
Pero yo nunca quise abordar el barco.

Que insignificante soy aquí. Un punto en la inmensidad
Y tan lejos de casa.

Al fin hundimos nuestros pies y manos en el suelo extraño
La sensacion de triunfo transmutándose en extrañeza
Algunos volvieron en el barco, otros nos fundimos con la tierra,
Pero yo nunca quise abordar el barco.

Nunca quise abordar
Yo nunca quise abordar
Yo nunca quise abordar el barco.

Ésta es la letra de la canción "El barco", del costarricense José Capmany. La transcribo aquí en homenaje a Donald Alberto Ramírez, el cuarto soldado de nuestro ejército muerto en Iraq.

Otra muerte sin sentido.

Tarde de perros

¿No les ha pasado que hay días en que lo mejor que pudieron hacer era quedarse en la cama? Así me sentí hoy por la tarde, porque todas las cosas en las que estaba trabajando salieron mal. Una por mi metida de pata, y otras por metidas de pata ajenas.

Me apropié del nombre de la película de Al Pacino para añadirle dramatismo a la nota de hoy. Ya con la adrenalina en sus niveles normales comprendo que la falta de comunicación hace que nuestros planes se trastoquen de una manera que ni siquiera soñamos. Habría bastado una llamada telefónica, un aviso a tiempo, para que esos planes funcionaran. Pero no sucedió así. Las parcas del destino le metieron algunos nudos al hilo de la vida.

Yo soy un convencido de la Ley de Murphy: si algo puede salir mal saldrá mal, y justo en el momento en el que cause más daño. Es como lo que ocurrió hoy con el Tour de Francia: luego de que varios de los favoritos fueron vetados de participar en la edición de este año por su presunto involucramiento en una red de dopaje, la prensa anunció hoy que el ganador dio positivo en un control rutinario. Sucedió en el peor momento para el ciclismo.

Estoy seguro de que mañana las cosas irán mejor en la oficina. Como dijo alguna vez Scarlett O'Hara: mañana será otro día. Por lo menos fue un día de lo más entretenido, en el que no era posible aburrirse.

Deudas

Tienen suerte aquéllos que no arrastran deudas monetarias. En la vida moderna casi es un requisito tener deudas para existir, para ser tomado en cuenta en el mundo materialista y corrompido que nos agrada tanto.

Si no tenemos tarjetas de crédito nos hacen el feo a la hora de pedir un préstamo en el banco, o al momento de comprar a plazos una lavadora o un televisor. Siempre son necesarias las benditas referencias comerciales, incluso para obtener un crédito en la tienda donde acostumbramos comprar nuestra ropa.

En este momento mis deudas a largo plazo son menores a lo que fueron hace algunos años, pero siempre estoy atento para no caer en la tentación de trabajar sólo para pagar créditos. Es muy fácil entrar en el remolino: un carro más reciente, un televisor más grande, un equipo de sonido más potente... Luego, sin darnos cuenta, tenemos una montaña de recibos sobre la mesa.

De lo que estoy seguro es que cuando termine de pagar el préstamo de mi casa voy a armar una fiesta de "fin de hipoteca". No todos los días se cancela por completo una deuda de este tipo. Todavía falta algún tiempo para ello, así que la puedo planificar con tranquilidad.

Las tropas en Iraq

Hoy regresó el cadáver del soldado muerto en Iraq la semana pasada. Fue recibido en el aeropuerto militar de Ilopango. El contingente al que pertenecía está programado para regresar al país dentro de un mes.

El gobierno aprobó la semana pasada el envío de un séptimo contingente de soldados a Iraq, que se mantendrá en ese país hasta finales de año. Será el último. Según lo anunció el presidente, el 31 de diciembre de 2006 terminará la presencia militar nacional en Iraq.

El anuncio del presidente se hizo pocos días después de que Japón anunciara el retiro de sus fuerzas, y unas semanas después de que Italia tomara la misma decisión. Poco a poco los gobiernos que respaldaron a Estados Unidos están abandonando Iraq, entre otras cosas porque no se ve fin a la espiral de violencia que está a punto de convertirse en una guerra civil.

No hay día en la que no se den noticias de soldados muertos en Bagdad y sus alrededores. Y eso sin mencionar a los cientos de civiles que mueren cada semana, producto de las bombas suicidas y las ejecuciones anónimas. La guerra en Iraq no tiene un final próximo.

Tos

Tengo tos.

Cada vez que pesco una tos sé que va a durar muchos días. Primero, porque trabajo en una oficina con aire acondicionado. Segundo, porque me enfermo de tos en la época lluviosa, cuando justo como en este momento hay grandes cambios de temperatura en pocas horas.

Y ahí voy a la farmacia a comprar jarabe, pero de esos que sólo tienen productos naturales, porque hay que tratar bien al cuerpo que nos han prestado en esta vida. Cuando me cure voy a comer un montón de cosas insalubres para compensar, que de algo tenemos que morirnos a fin de cuentas.

A la hora de dormir ya hice un ritual: la pastilla antigripal, el jarabe, dos o tres minutos de espera y luego a lavarme los dientes. Me acuesto de lado, porque de lo contrario la tos comienza a molestar. Me tiro dos colchas encima y a intentar colocar la mente en blanco, porque de lo contrario llego al amanecer.

Cada año me hablan de un remedio nuevo para curar la tos: desde jugo de naranja hasta té de manzanilla y otras yerbas –literalmente-. Pero sé que sólo hay una medicina que me sirve: estar lejos del aire acondicionado un par de días. Qué bueno que llegó el fin de semana.

Batman en Guatemala

Hoy supe de la muerte de un amigo de mi familia. Mi papá lo conoció cuando vivimos en Guatemala, en la década del setenta. Hasta el día de hoy hemos mantenido el contacto, aunque no con tanta frecuencia como antes.

Esta persona conducía un carro negro, supongo que era un chevrolet o alguno de líneas parecidas, de los que tienen dos "aletas" que corren a lo largo del portaequipaje. A alguna persona se le ocurrió que ese carro lucía como el batimóvil de los años sesenta. Y ya estuvo: quien conducía el batimóvil no podía ser otro que Batman.

La primera vez que visité Tikal salí de San Salvador hacia Guatemala y me quedé en casa de Batman por unos días. Él estuvo pendiente de mí mientras andaba de viaje. Siempre es agradable contar con apoyo, al menos moral, mientras uno está lejos de su casa. Batman y su familia siempre me han recibido con los brazos abiertos.

Pensándolo bien, gracias a Batman y a otros amigos es que Guatemala ha sido mi casa lejos de casa. No sólo porque viví ahí tres años, sino también porque cada vez que vuelvo hay personas a las que les da gusto que las llamés, que las saludés y les contés cómo va la vida en el país vecino.

La próxima vez que cruce la frontera del río Paz me haré a la idea de que Batman no ha muerto, sino que conduce su batimóvil por regiones desconocidas para los que no somos superhéroes.

José Miguel Perdomo

Éste es el nombre del subsargento del ejército nacional que falleció hoy en Iraq. Según el informe de un periódico local, murió en una emboscada cerca de la base donde la tropa salvadoreña se encuentra.

El subsargento Perdomo es el tercero de los militares del batallón Cuscatlán que fallece en Iraq. También han muerto otros salvadoreños que estaban alistados en el ejército de Estados Unidos. Esto ocurre cuando faltan pocas semanas para la discusión en la Asamblea Legislativa del envío de un nuevo contigente de relevo.

Assisi

De mi diario de viaje. 22 de diciembre de 2003:

Me levanto muy temprano para tomar el tren a Assisi. ¿Cómo es que los nombres de las ciudades y personas se transforman tanto de un idioma a otro? ¿Cómo es que Assisi se convirtió en Asís en el idioma español? La jornada en tren será larga, pero no tanto como cuando vaya a Venecia, Treviso o Milán.

Las ciudades por las que para el tren son variadas. Me ha dicho una mujer belga que Arezzo es una maravilla, que tome un tiempo para verla. Terontola se ve pequeña, apenas si logro recordar su nombre. Perugia, en cambio, es enorme. Me han dicho que es una ciudad universitaria, como Firenze. Antes, he dejado atrás el lago Trasimeno. En sus orillas Aníbal consiguió una de sus victorias más importantes contra las legiones romanas.

Assisi se ve de lejos desde el tren. Está en la ladera de una montaña, agarrada por las uñas, mostrando su espalda de techos y calles sinuosas. La parte nueva queda detrás de la estación. Como no veo ningún medio de transporte a la montaña imagino que soy un peregrino y camino hacia la basílica.

Tal y como imaginaba, la distancia es una ilusión óptica. En menos de media hora, aunque un poco fatigado, llego a la ciudad vieja. He caminado por primera vez en sus calles estrechas y serpenteantes, sobre el concreto resbaladizo a causa del rocío.

La basílica de San Francisco es un monumento vivo. De estilo gótico, en el interior guarda una de las más impresionantes colecciones de frescos de Cimabue y de su alumno predilecto: Giotto. Uno se siente muy pequeño al observar la majestuosidad del arte religioso, el silencio imperante que invita a la meditación, y la luz atenuada por los vitrales que guía el ir y venir de los frailes y monjas que no cesan de caminar en los pasillos.

La tumba de San Francisco es también un espacio silencioso y, sin embargo, acogedor. los monjes se arrodillan frente a la tumba, y los laicos cierran los ojos para ayudarse en la meditación. Junto al santo, varios de sus discípulos están ahí enterrados, en nichos circundantes.

El pobre de Asís

La última tentación de Cristo fue un texto prohibido durante muchos años. De su autor, el griego Nikos Kazantzakis, se cuenta que le fue negado el Nobel de literatura debido a la presión de grupos conservadores que no veían con buenos ojos sus libros. ¿Habrán leído El pobre de Asís?

¿Cómo expresar en pocas palabras la belleza de este libro? No puedo. Es una experiencia que debe vivirse a través de sus páginas. Es una novela escrita con mucho amor, respeto y admiración hacia el Pobrecillo. Es un homenaje a una figura que representa los mejores valores de la humanidad.

Este libro me ha gustado mucho más que el que Chesterton le dedicó al santo de Asís. Kazantzakis escribió una novela, y Chesterton una biografía. El primero es un libro luminoso, tierno. El segundo es un estudio detallado, un recuento cronológico. Son dos escritores admirables, en todo caso.

Encontré una página dedicada a San Francisco donde aparecen comentarios de ambos textos. Tanto en el apartado sobre Kazantzakis como el de Chesterton pueden leerse fragmentos de los libros. En la misma página también encontrarán comentarios sobre trabajos realizados por otros autores.

De El pobre de Asís puedo decir que es una de las novelas que más he disfrutado en los últimos meses. Nos presenta un Francisco muy humano, que opta por el camino de la pobreza y el sufrimiento, que recibe los estigmas como una forma de compartir el dolor de Cristo en la cruz. Es un bello libro que les recomiendo con mucho entusiasmo.

Kill Bill 1 y 2.

Debo decir que la primera película me gustó más que la segunda. A lo largo de la historia se advierte mejor el sentido de unidad. Es además un homenaje a las películas asiáticas de artes marciales.

Las batallas de espadas son entretenidas. Resulta incluso divertido ver los chorros exagerados de sangre cuando los combatientes pierden sus miembros o sus cabezas. Un toque de buen gusto del director Quentin Tarantino fue el dejar la batalla más sangrienta en blanco y negro.

Se nota que Uma Thurman y el resto del elenco que participó en las escenas de combate tuvieron mucho trabajo entrenando y perfeccionando sus habilidades. Uma ha dejado de ser sólo una actriz bella. En este trabajo ha entregado mucho más que en otras cintas.

Es extraño el desbalance entre la primera y la segunda parte. Esta última resulta aburrida en ciertos tramos. Éste es el punto flaco, para mi gusto, de la mancuerna. No siempre un director mantiene el interés del público cuando hace una secuela.

Hay detalles que no pueden pasarse por alto: David Carradine, que se hizo famoso en todo el mundo por su papel en la serie televisiva Kung Fu, es quien interpreta a Bill. Otro detalle interesante viene de la música: cuando la protagonista vuela de Okinawa a Tokio -¡con su espada samurai al lado!- el acompañamiento musical corre por cuenta del tema principal de la serie televisiva El avispón verde, que en los años sesenta hizo famoso en Estados Unidos a un joven maestro de las artes marciales: Bruce Lee.

"Planchado" de senos en Camerún

De todos es conocido que en varios países africanos se practica la mutilación de genitales en las niñas, específicamente en el área del clítoris. Hoy leí en las noticias que también es una práctica extendida el "planchado" de senos en las jovencitas.

La noticia hablaba de Camerún, pero también este problema se presenta en varios países del África central y occidental. En Camerún se cree que el 25% de las adolescentes ha sufrido este "planchado". Las madres colocan objetos calientes sobre los senos de sus hijas para evitar que crezcan, y de esa manera suponen que serán menos apetecibles a los hombres. Creen que las ayudan a evitar algún ataque sexual.

En muchas comunidades esta práctica se considera normal. Por ello el gobierno de Camerún ha iniciado una campaña informativa, en la que exhortan a las madres a no someter a sus hijas a esta tortura. Las consecuencias pueden ser terribles: infecciones severas, cáncer y la extirpación de uno o ambos senos.

La campaña informativa es un primer paso para erradicar esta práctica. Una campaña similar en Camerún ha ayudado a disminuir de manera drástica el número de niñas con genitales mutilados.

Campioni!!

Si hubiera escrito hace un mes en este blog que mis tres candidatos para ganar el campeonato del mundo de fútbol eran Italia, Inglaterra y Brasil me habría lucido como profeta. Qué lástima, no lo hice. Sólo se lo comenté a algunos amigos.

Me alegra mucho por Italia. Creo que fue el mejor equipo del torneo. Tuvo una de las más sólidas defensas y, cosa rara en una selección italiana, una delantera que metía miedo. Me alegra también por sus seguidores, que antes del inicio del torneo vieron cómo varios de sus principales equipos eran puestos bajo investigación, debido a uno de los más graves escándalos de corrupción que se recuerde en el fútbol.

He visto varias fotos y videos de las celebraciones en Roma y Milán. Me da envidia de la buena al observar tanta alegría reunida. Debe ser algo así como que todos los cumpleaños de una persona se concentren en un sólo día.

Lástima por Zidane, que fue expulsado al final del partido. Un jugador tan grande como él no merecía esta despedida del fútbol. Ojalá que las cosas se aclaren y se sepa qué fue lo que escuchó para perder el control. Me dio mucha pena cuando abandonó así el terreno.

La violencia de todos los días

Hubo un comentario a mi nota anterior en la que se pide que condenemos todas las formas de violencia que vivimos desde hace muchos años. No sólo la ocurrida el miércoles pasado, sino también la delincuencial, de las pandillas, etc. También hubo otra persona que contestó que así se ha hecho, en muchas ocasiones, a través de varios blogs nacionales.

Por mi parte digo que en efecto, todas las formas en las que la violencia brota son reprobables. Lo que no debe olvidarse es que hay muchos sectores responsables de ella. Si las pandillas se han convertido en un problema insostenible es porque hubo condiciones favorables para que se expandieran: pobreza generalizada, hacinamiento, falta de oportunidades y una cultura de muerte heredada de la pasada guerra civil. Si los manifestantes queman buses, destruyen vitrinas y manchan las paredes con grafitti es porque la situación económica casi ha llegado a niveles desesperantes para millones de personas, y porque no tenemos una cultura de respeto hacia los demás.

OJO: en ningún momento justifico los actos violentos que he descrito. Sólo digo que el análisis debe ser más profundo, que la violencia no ha aparecido así como así, nadie se la inventó ayer y la llevó a las calles. Leyes antidelincuenciales no servirán de nada si no mejora la situación económica para la mayoría, si la educación continúa olvidada en el fondo del saco de prioridades.

Hay también mucho egoísmo en los partidos políticos, que como describió una persona en los comentarios de la nota anterior, quieren sacar ventaja de cualquier desliz del contrario. Ése es el tipo de político que no se interesa en la población, sino en su partido. Declaraciones irresponsables no nos llevarán a ningún lado. Es otro disfraz de la violencia que debe ser condenada, porque divide, alienta la llama que se está levantando, esa llama que debemos apagar antes de que se vuelva incontrolable.

Ira

Me causa mucha ira percatarme de que en este pequeño país la violencia sigue siendo la partera de la historia. Los dos extremos del espectro político han utilizado la violencia para alcanzar sus objetivos, y ayer no fue la excepción.

La violencia fue utilizada por algunos para destruir propiedad privada, y por primera vez desde la firma de la paz en 1992, para disparar un fusil en contra de elementos de la policía. Pero la violencia fue utilizada también por otros en sus discursos para sacar ventajas políticas, para acusar a sus enemigos partidarios sin tener pruebas, para introducir al congreso leyes que limitarán nuestras libertades.

Tuve escalofríos al ver las fotografías y videos del francotirador que disparó ayer contra la policía. Yo pensé que el sonido terrible de esas ráfagas había quedado en el pasado, sepultado con la sangre y huesos de decenas de miles. Ayer sentí que los muertos salían de sus tumbas.

Siento mucha ira porque la violencia se ha vuelto nuestro pan diario. Ayer murieron dos policías. Mañana morirán tres sindicalistas, cuatro obreros, cinco afiliados al partido del gobierno. ¿Y después qué? ¿Volveremos a la era de las tinieblas? No nos falta mucho si seguimos por este camino.

Número equivocado

Hoy me sucedió algo que le puede ocurrir a cualquiera: mientras termino de ver una película suena el teléfono. Pongo pausa y contesto, es una mujer que pregunta por Rodrigo. De inmediato mi mente trabaja y dice: ¿quién diablos es Rodrigo? Sólo conozco a uno: Rodrigo Baires, el cronista del periódico deportivo "El Gráfico", a quien por cierto no veo desde hace mucho tiempo.

Mi mente continúa trabajando y contesta a través de mi boca: se ha equivocado de número, señora. La mujer insiste en preguntar si no es la casa de Rodrigo. Yo contesto que no, y la ansiedad empieza a notarse en mi voz porque deseo ver el final de la película. Termina la charla.

Regreso a lo mío y menos de un minuto después de haber colgado suena de nuevo el teléfono. Ya sé que es la mujer que acaba de llamar, por lo que mi bilis fluye a borbotones. En efecto, es ella, y pregunta de nuevo por Rodrigo. Yo contesto influenciado por la bilis: "Ya le dije que no, señora. Se ha equivocado". La mujer pide disculpas y cuelga. Por un momento pensé en conectar la grabadora, pues me ha sucedido antes que el equivocado llama una tercera vez. Por suerte la mujer no volvió a marcar. Terminé de ver la película en paz.

Quizá fue por la ansiedad de ver el final de la película lo que me provocó tanta molestia. Ya sé que es tonto, porque sólo se presiona la pausa y tranquilo. Si la señora que llamó lee esta nota le pido mil disculpas por ser tan impaciente. Pero recuerde: en mi casa no vive nadie llamado Rodrigo.

Monte Palatino

Mi hermana me regaló el sábado un mapa de la ciudad de Roma. Le eché un vistazo y busqué en el papel algunos de los sitios que más me impresionaron cuando fui a la ciudad eterna hace más de dos años. Uno de esos sitios fue el Palatino.

Renato, el amigo que me dio posada en Roma, me sugirió que tomara el tranvía que sale de la estación de trenes del Trastevere. El tranvía recorre buena parte de la ciudad, y desde mi asiento observé por primera vez el Circo Massimo y el Palatino. Llegué hasta el Museo de Bellas Artes y caminé desde ahí a la Piazza del Popolo. Es el inicio de la Via del Corso, un paseo imprescindible para los que gustan de caminar.

El otro extremo de la Via del Corso es el Monumento a Vittorio Emanuele II. Muy cerca de ahí, a unos cuantos pasos, inicia el Foro Romano. Fue hasta el último día de mi viaje a Roma que lo visité. Ya había coqueteado por sus alrededores, pero me dejaba enamorar por esas piedras milenarias.

Días atrás había visitado el Colosseo. Compré la entrada, que también daba derecho a subir al Palatino. Cuando llegué a éste presenté mi comprobante, y unos turistas gringos se quejaron porque me habían dejado pasar y a ellos no. El policía que cuidaba la entrada les explicó en su inglés con mucho acento cómo había hecho yo. Me miraron durante unos segundos y luego se marcharon.

El Palatino es una de las colinas de Roma. Ahí vivieron muchas familias patricias. Ahí también fueron construidos varios palacios imperiales: los de Calígula, Tiberio y de los Flavios. Por uno de los flancos de la colina se tiene una vista completa del Foro. Por el otro se observa el Circo Massimo.

Los arqueólogos han hecho un gran trabajo en la restauración del Palatino. Caminando entre las construcciones es posible imaginarse el esplendor que esta colina tuvo alguna vez, hace apenas 2,000 años.

Un año

¡Bueno! Cómo ha pasado el tiempo. Hoy hace un año que, picado por los blogs de varios amigos, decidí comenzar el mío. Sí, es verdad, soy un copión, pero en mi descargo quiero decirles que he disfrutado mucho con este blog de la Tierra de collares.

Los que son muy observadores se dieron cuenta de que jamás he mencionado el nombre de mi país. Es decir, eh... La tierra de collares. Detrás mi computadora en la casa tengo un cartel del famoso discurso de Salarrué: "Mi respuesta a los patriotas". Hay un fragmento que me conmueve:

Tengo Cuscatlán, una región del mundo y no una nación (cosa vaga). Yo amo a Cuscatlán.

Por esta razón es que siempre me refiero a mi patria como Cuscatlán, es decir, la Tierra de collares. Y también lo hago porque es mi sello personal, vaya.

Varias personas me han preguntado por qué uso el nick Arbolario. Es un homenaje al escritor Miguel Ángel Espino. Ya en una nota copié la leyenda que Espino recogió de la cultura popular. Es una de las leyendas locales que más me gusta.

Ya que dentro de los propósitos de este blog no se está la obtención de concursos de popularidad o de sintonía, nunca he puesto un contador de visitas y tampoco he investigado la procedencia de los visitantes. Si la gente que lee las notas pasa un buen momento, encuentra algo que le mueva a la curiosidad o que lo induzca a la meditación, me doy por satisfecho. Les prometo que jamás colocaré un contador de visitas en esta página.

Y bueno, espero que los momentos gratos sigan, que continuemos dialogando, divirtiéndonos y, sobre todo, conociendo las diferentes culturas que habitan este mundo que es nuestro hogar. Carpe diem.