A veces aparecen en tu vida historias, que no
te enteras de que son importantes, hasta que se acaban.
La palabra enamorarse es tan atractiva y
tiene tantas maneras de ser interpretada, que me confunde mucho.
Algunas personas, son capaces de enamorarse
cada noche.
Algunas personas, saben a los primeros
cuatros segundos de conocer a alguien... si son, o no son el amor de su vida.
Algunas personas, dominan tan perfectamente cada
uno de los rincones de su corazón, que siempre tienen muy claros todos los
caminos que les llevan a no perderse...
A mí, me gustaría ser más lista. Me
gustaría no tener tantas dudas sobre lo que siento. Me gustaría no tener que
preguntarme siempre, como puedo llamar exactamente a lo que me emociona…
Yo creo que antes las historias de amor tenían que ser más fáciles
de clasificar, pero ahora hay tantos tipos de relaciones que se enredan sin orden y sin llevar ninguna
etiqueta clara... que a mí me parece que hay que ser muy listo para no perderse.
—Este chico o esta chica me gusta... pero no me
gusta mucho—. —¿Me gusta como amigo o como amiga... o me gusta como algo más?—.
—¿O no me gusta como nada...?—. —¿O a lo mejor es que gusta como rollo...?—. —Me gusta como todo... pero cada uno en su casa—. —Me gusta como amigo, como
rollo y como algo más... pero si lo pienso bien, me parece a mí que tampoco me gusta para tanto...—.
Total... que es muy complicado organizar esta clase de pensamientos... Por eso, tampoco me parece tan raro, que algunas veces no me entere de
que algo es importante hasta que pasa mucho tiempo. Por eso, tampoco me parece tan raro, que a
veces no me entere de que algo es importante... hasta que se acaba.
Todo esto me pasa... Pero, también me pasa... que mientras me estoy
haciendo preguntas, e intentando reflexionar sobre en qué apartado puedo
clasificar lo que voy sintiendo, yo lo sigo viviendo.
También me pasa... que sigo experimentando esos sentimientos que me van llegando sin perderme ni uno... Y, también me pasa, que sigo construyendo sin darme cuenta la historia que los envolverá para siempre hasta que —así de repente—, también me pasa... que me doy cuenta de que, mientras yo no sabía lo que estaba sintiendo... había seguido viviendo palabras, músicas, besos, paisajes, conversaciones, desilusiones, besos, melancolías, caricias, risas, tristezas, besos, pasiones, complicidades, abrazos, besos... Y es que, esto de ponerle nombre a las cosas se me da fatal, pero lo de sentirlas, eso sí que me sale bastante bien.
También me pasa... que sigo experimentando esos sentimientos que me van llegando sin perderme ni uno... Y, también me pasa, que sigo construyendo sin darme cuenta la historia que los envolverá para siempre hasta que —así de repente—, también me pasa... que me doy cuenta de que, mientras yo no sabía lo que estaba sintiendo... había seguido viviendo palabras, músicas, besos, paisajes, conversaciones, desilusiones, besos, melancolías, caricias, risas, tristezas, besos, pasiones, complicidades, abrazos, besos... Y es que, esto de ponerle nombre a las cosas se me da fatal, pero lo de sentirlas, eso sí que me sale bastante bien.
Por eso me gustaría ser más lista... Tenerlo todo muy claro. Saber resolver mis dudas sin darles tantas vueltas que no llevan a ninguna parte. Ponerle fácilmente un nombre a cada tipo de sentimiento o de relación para así clasificarlos mejor…
Por eso me gustaría ser más lista... Para no olvidarme de que, aunque siga siendo algo torpe para resolver mis inseguridades ante la vida, eso no me impida nunca, jamás… vivirla.