QUE NO HAY QUIMERA

Amiga de azules y contrastes
hoy os presento esta fotografía de nuestro amigo bloggero XuanRata.
Si él me lo permite, no sera la primera.
Gracias Xuan. Va por ti.



Que no hay quimera,

que no hay cena en la mesa,

que no hay suspiros, que no hay deseo.

Que no hay quimera,

ni cuentos que contar,

ni hazañas nuevas, ni amores escondidos, ni controversias viejas.

Que no hay quimera,

ni enaguas que se me han roto,

ni encajes de bolillos en mi puerta,

ni manjares de lujo, ni zapatillas rojas cansadas de bailar,

ni sueño que me venza.

No hay quimera,
ni huellas de tus manos en mi cuerpo,

ni sal que aderece mis guisos cuando espero que vuelvas,

ni relucir de navajas,

ni carreras de medias.
Ni sangre, ni miedo, ni consejas, ni refranes de anciana,

ni historias de cuando era la guerra.
Ni rayo que me parta......

...................Hay un sueño de naranja y limón escondido en un desván,
un sueño despierto que parece dormido,

un sueño encendido entre mis manos,

un sueño de luna y de lunares.

Sólo falta el licor

ES UNA SOLEDAD

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Mario Benedetti


Una mujer desnuda y en lo oscuro
sin una mano fuerte que le haga compañía
es una soledad
estremecida.

un dolor que llora para nadie
una angustia sedienta
un llanto quejándose a la nada.

En lo oscuro y desnuda una mujer
es una soledad que tiembla sola
una máscara que se oculta
de una cara
Un náufrago caminando a la deriva.

desnuda y en lo oscuro una mujer
es una soledad doliente
que se alimenta de sal
y gime
en el vacío.

un llanto que se abraza a una almohada
un silencio feroz
mucho más doloroso
que el silencio que habita en los glaciares.

En la oscuridad desnuda,
una mujer
es una soledad impertinente
un ascua que se quema y no se abrasa
un ascua que se abrasa
sin quemarse.

Una mujer desnuda y en lo oscuro..........
sin una mano fuerte que acaricie su vientre
es la soledad más sola y más doliente que uno puede tener en este mundo solo
y solitario.

Jugaremos a ser niños

Subió las escaleras, una a una,
trepó
hasta llegar a lo más alto del monolito
que habían colocado en el peldaño más alto
y cuando estuvo arriba
todos empezaron a lanzarle piedras
y balas de fogueo.

Cayó de golpe
y lo encontraron
igual que siempre fue
un muñeco de trapo
que quería llegar a las alturas.

Si tengo que bajar las escaleras
para qué subir tanto.

Nos sentaremos juntos en la hierba
y jugaremos
a ser niños.