Este blog acaba de cumplir cuatro años y pienso celebrarlo con una entrada que combina dos de mis aficiones, la fotografía y los viajes. Aprovecho también para agradeceros vuestro constante apoyo y vuestros comentarios.
Frank Hurley fue el fotógrafo que acompañó a Sir Ernest Shackelton en su expedición al Polo Sur en agosto de 1914, una de las últimas grandes aventuras del pasado siglo. Caroline Alexander nos lo cuenta muy bien en su libro Atrapados en el hielo, cuya portada es precisamente la primera foto que he subido.
Ya os hablé de esta expedición con motivo de la exposición que tuvo lugar en el Jardín Botánico de Madrid hace dos años, así que sólo os traigo unas pinceladas sobre este fotógrafo australiano que compró su primera cámara a los diecisiete años, participó en varias expediciones y vivió en primera persona las dos guerras mundiales.
De formación autodidacta, era conocido por asumir grandes riesgos con tal de lograr instantáneas más impactantes. Como tantos reporteros de guerra, también fue duramente criticado por componer y manipular algunas de sus fotos, un estigma del que se libran pocos.
No obstante, pienso que su pericia quedó ampliamente demostrada al fotografiar el Endurance mientras estuvo atrapado en el hielo, durante la larga noche antártica.
Regresó de los hielos antárticos para fotografiar la Primera Guerra Mundial en Ypres, un pueblo que tuve la ocasión de visitar varias veces mientras viví en Bruselas y que me impresionó por sus cementerios y memoriales interminables.
Manipuladas o no, Frank Hurley nos dejó un legado de bellas imágenes. Muchos de sus negativos han sido digitalizados y pueden consultarse en la página web de la National Library of Australia.
Me pregunto si algún día podré ir a la Antártida. Eso sí, sin jugarme la vida ni afrontar los peligros que tuvo que sortear él.