Blausee significa lago azul en
alemán. Un compañero de trabajo nos lo había recomendado como excursión y allá
que nos fuimos un sábado del pasado septiembre.
Hay que
pagar una modesta entrada y caminar un centenar de metros hasta llegar a la orilla.
Como
podéis apreciar, el color del agua es espectacular, al igual que su
transparencia. Hay truchas, un restaurante y un bote en el que poder dar una
vuelta.
Pero el
lago es tan pequeño que es mejor rodearlo caminado. Apenas tiene 6.400 metros
cuadrados.
Su reducido tamaño no es óbice para
que lo visiten muchas personas, bien turistas, bien de la zona.
Se
encuentra en el cantón de Berna, al sur de Interlaken, a 887 metros sobre el
nivel del mar.
Hay una
escultura, cubierta por las aguas, que representa a una joven que fue hallada
muerta aquí hace ya muchos años. Al parecer venía todas las noches con su
amado, quien murió de forma repentina sin que ella pudiese superarlo. Es una
obra de Raffael Fuchs.
La
excursión es muy bonita, pero muy corta, de modo que la complementamos con la
Garganta del Aare y con Susten Pass, lugares que os mostraré en sucesivas
entradas.