Para la primera, es el recuerdo de lo peor que le ha pasado en la vida. Para la segunda, la peligrosa posibilidad de que su secreto más oculto sea revelado. Para la tercera, la periodista Kate Waters, la primera pista en una carrera para descubrir la verdad.
Secretos guardados durante años, enterrados bajo tierra y en el fondo del corazón, saldrán a la luz y cambiarán tres vidas para siempre.
Edición: 1ª ed.
Publicación: Madrid: Ediciones B, 2018
Descripción física: 560 p.; 24 cm.
ISBN: 978-84-6666-408-0
CDU: 821.111-31"20"
Signatura: N SAN isl
Precio: 18,52 euros en Casa del Libro.
Cuando en #SoyYincanera propusieron leer esta novela, me enteré de que había una historia anterior de la misma serie; se trata de La viuda, escrita por la misma Fiona Barton y que también tiene como protagonista a la reportera Kate Waters. Cada vez que me pasa algo así me surge la duda de si animarme con una lectura, a pesar de no haber leído entregas anteriores, como en este caso. Pero como varias personas me juraron y perjuraron que no hacía falta haberse leído La viuda para enterarse de lo que pasa en La madre, decidí darle una oportunidad a la historia, que me llamaba muchísimo la atención.
El comienzo, como se ha visto en la sinopsis, no puede ser más contundente: en las obras de demolición de un antiguo bloque de pisos han encontrado los restos de lo que a primera vista parece el esqueleto de un bebé. En un primer momento, la repercursión de este hecho es tan leve que se le dedican al suceso unas simples líneas en un periódico; pero esa escueta nota será el detonante de toda la historia que se desarrollará a partir de ese momento. A casi todo el mundo le pasará desapercibida la noticia, pero serán tres personas las que se fijen en ella más detenidamente; tres mujeres, las tres protagonistas principales de esta lectura. A una de ellas, Angela, se le remueve todo por dentro al leer la noticia; esta mujer ha sufrido en primera persona la pérdida de una hija, y además de la forma más absurda: cuando aún estaba en el hospital después de haber dado a luz, en los pocos minutos en los que dejó a su hija durmiendo en la cuna para ir a darse una ducha, la pequeña desapareció y nunca han vuelto a saber de ella. Por su parte, a Emma se le vendrá el mundo encima porque el suceso le recuerda a algo terrible que le ocurrió hace muchos años; curiosamente, este personaje es el único que nos va contando su historia en primera persona. Por último tenemos a Kate, la periodista, que pertenece a esa raza de reporteros de los de toda la vida, que no se dejan avasallar por nada ni por nadie si su objetivo es conseguir una noticia.
Ellas tres son las protagonistas indiscutibles de la novela, pero por supuesto a través de ellas iremos conociendo a otros personajes secundarios que también tendrán su importancia. Por Emma conoceremos a Jude, su madre, con la que la relación nunca ha sido especialmente buena desde que Emma era adolescente; pero claro, todo tiene su explicación y al avanzar la historia sabremos los motivos que las han llevado a esto. Por otro lado, será a través de Angela como conozcamos a Nick, su marido, en cuyo matrimonio se ha abierto una brecha desde el momento en el que perdieron a su hija menor; esto les ha pasado factura y, a pesar de que hace ya años de aquello, cuando discuten por algún motivo siempre sale a colación la pequeña Alice, y es que en ocasiones Paul culpa a Angela de lo que ocurrió. Y por último, será Kate quien nos "presentará" a otros personajes secundarios, en su caso a Joe, el chico que entra a trabajar con ella como becario, y a alguno más que tendremos ocasión de conocer más detenidamente. No quiero desvelar nada, ni contar mucho más sobre los personajes, porque creo que precisamente ese es uno de los puntos fuertes de la novela, que la autora nos va dosificando la información con cuentagotas para que poco a poco nos vayamos haciendo una idea de los motivos que los llevan a hacer las cosas que hacen, y las situaciones que han vivido y que provocan algunas de sus reacciones.
La novela se lee muy bien porque, o al menos a mí me lo ha parecido así, la prosa de Fiona Barton es de lo más entretenida, además de adictiva. Quizá al principio no se sabe muy bien qué es lo que está pasando en realidad, pero una vez que nos situamos y conocemos a los personajes (poco a poco, insisto), y vamos sabiendo más sobre ellos y principalmente sobre los hechos del pasado, llegará un momento en el que no podremos dejar de leer, porque la historia se hace tan trepidante que no tendremos más remedio que seguir leyendo sin parar, muertos de ganas por saber cómo acaba la historia. Y el final resulta apoteósico, yo no me lo esperaba para nada y me dejó sorprendidísima; y es que esa manía que tengo de intentar averiguar quién es el culpable, o qué es lo que ha ocurrido para que las cosas sean de una manera y no de otra, no siempre funciona. En este caso, desde luego, no acerté en absoluto. Es una historia dura, porque durante todo el tiempo te preguntas cómo alguien es capaz de matar a un bebé y enterrarlo, pero como digo todo tiene su explicación. Y seguro que os sorprenderá a vosotros también.
De nuevo quiero agradecerles a Kayena y Carmina y a su iniciativa #SoyYincanera la posibilidad de haber conocido esta novela a través de ellas. Y cómo no, a la editorial Planeta por el ejemplar que me ha facilitado.