Publicación: El Ejido: Círculo Rojo, 2011
Descripción física: 371 p.; 21 cm.
CDU: 821.134.2-31"19"
Signatura: N BLA pen
Precio: 15 euros en la web de la editorial.
DESVENTURAS DE UN DESASTRE CON PATAS
Este libro me lo prestó, hace ya casi un año, una amiga. Pero como para variar tengo un atasco lector impresionante, todavía no le había llegado el turno; hasta que por fin hace unos días pude ponerme con él. Y la verdad es que lo leí bastante rápido, a ratos sueltos en casa por las noches.
Hasta entonces, César Blasco era para mí un autor totalmente desconocido. Por lo que aparece en el propio libro (todo ello con un puntito de humor muy divertido), sabremos que nació en Teruel en 1964, y que después de varios años intentando vivir del cuento se hizo a la idea de que no le quedaba más remedio que buscarse un trabajo. Y se hizo funcionario, y resultó que vivía tan descansado que decidió que ya que le gustaba tanto leer, lo más práctico sería apuntarse a un taller de narrativa, y después de aquello se lanzó a la aventura de probar con sus propios escritos.
Por supuesto, igual que les ocurre últimamente a muchos autores, recibió negativas de todas las editoriales con las que intentó publicar Penurias exquisitas; y por cierto, para todas ellas tiene un hueco en la novela. Las palabras que les dedica a todos los que le cerraron la puerta no tienen desperdicio; eso sí, también en un tono de lo más humorístico y hasta con un poquito de mala leche que me encantó. Al final César Blasco publicó la novela en papel él mismo, pero si preferimos la versión digital, el pdf y el epub están disponibles en su blog para descargarlos de forma gratuita. Aunque en casos como este, la verdad es que yo creo que lo suyo es comprar la novela; en mi caso ha sido un préstamo, pero me estoy planteando comprarla para tenerla en mi biblioteca, o incluso me parece que es muy buena idea para hacer un regalo a alguien.
Argumento y personajes
La historia es ni más ni menos que la de Mariano Pérez de la Barriga (aunque a él le gusta más decir que se llama Mariano P. de la Barriga, que el Pérez le resulta demasiado ordinario), un funcionario del Ministerio de Hacienda, ya entradito en años pero que sigue viviendo con su señora madre, la señora Rosario, y es un inútil total y todo un aficionado al karaoke. Y no sólo eso, sino que además está empeñado en llevar un tren de vida que no se corresponde con el sueldo que gana como funcionario. Pero claro, como tiene a su madre que siempre le saca las castañas del fuego, no se preocupa demasiado por su futuro.
Hasta que claro, resulta que un día la madre de Mariano muere; y siempre es una desgracia que se muera una madre, pero la verdad es que con la escena en la que el autor lo cuenta, con sesión de karaoke por medio incluída, yo no podía parar de reírme. El caso es que como Mariano no sabe hacer ni la o con un canuto en lo que se refiere a temas domésticos, su casa empieza a ser cada vez más un desastre; y además sigue gastando más de la cuenta y llega un día en el que también se le acaban los ahorros heredados de su madre. Hasta que al final tanto sus amigos como sus compañeros de trabajo se ven obligados a intervenir para que aquello no se le vaya a Mariano de las manos...
Los amigos de Mariano son de lo más divertido, con caracteres muy diferentes y formas de ver la vida muy diferentes también, y cada uno intentará aconsejarle según su visión. Los diálogos que mantienen entre ellos no tienen desperdicio tampoco: el amigo divorciado, la amiga que cree que todos los hombres son unos machistas... Al final parece que la solución que adoptan todo ellos por unanimidad es la de intentar que el pobre Mariano encuentre a una mujer que quiera casarse con él, y así al menos no tendrá que preocuparse del mantenimiento de la casa. En qué hora...
Mis impresiones
No las tenía yo todas conmigo cuando me prestaron este libro, que por lo general suelo tener la risa bastante fácil pero hay veces que, cosas con las que la mayoría de la gente se parte, a mí no me hacen ni puñetera gracia. En este caso la verdad es que no ha sido así, porque desde que empecé a leer los primeros párrafos de la novela y vi la forma tan rimbombante que tiene Mariano de hablar, más redicho que yo qué sé, me hizo bastante gracia y con cada ocurrencia de las suyas me iba partiendo de risa cada vez más y más.
Y es que Mariano está tan metido en su mundo que la mayoría de las veces no se entera de lo que pasa alrededor. Él sigue a lo suyo, con esa forma de hablar que casi nadie entiende; eso sí, él ante todo con mucha educación. Y como es un inútil, se dejará llevar primero por su madre, después por sus amigos, y por último por su mujer. Con lo feliz que se veía él casándose y poniendo fin a sus problemas tanto sexuales (por fin ya podría dejar de visitar a prostitutas periódicamente) como domésticos (por no tener que volver a preocuparse de tener la casa a punto), y el pobre no sabe la que se le viene encima. Y el autor tiene una forma de contar las cosas que en algún que otro momento yo he terminado literalmente con dolor de tripa y con lagrimones de risa, no digo más.
Tenemos claro que nuestro pobre Mariano es un desastre auténtico y que le está bien empleado todo lo que le pasa, pero en el fondo no podremos evitar que nos dé hasta un poco de penilla, aunque la mayoría de las veces las situaciones surrealistas y los diálogos de besugos son por su culpa. Pero precisamente por lo surrealista que es todo y por las cosas que le pasan, a ratos hasta le llegaremos a coger un poco de cariño aunque también hay ratos en los que le retorceríamos el pescuezo.
Conclusión
Está claro que este libro no pasará a la historia como una de las obras maestras de la literatura, pero lo más importante es que resulta de lo más entretenido, que nos hará reír y que incluso con alguna situación puede que nos sintamos identificados, o también puede que reconozcamos a alguno de los personajes reflejado en alguien a quien conocemos o con quien nos hayamos cruzado alguna vez.
Si buscas un novelón en plan intelectual, desde luego Penurias exquisitas no es lo tuyo. Pero si lo que te apetece es pasar un buen rato, echarte unas risas, imaginarte a ti mismo en según qué situaciones de las que nos plantea César Blasco y pensar en cómo narices saldrías de ellas, casi seguro que no te arrepentirás de haberlo leído porque su lectura es de lo más entretenida y te hará soltar alguna carcajada, o quizá muchas, quién sabe.
Y aunque por más vueltas que le doy sigo sin entender cómo es posible que se publiquen algunas mierdas y en cambio haya tantos autores que no hacen más que encontrarse con que les cierran puertas y puertas en las narices, la verdad es que me alegro de que César haya sido tan insistente (supongo que por algo es maño) y al final, aunque con muchísima paciencia y muchísimo aguante, haya conseguido el sueño de publicar este libro que estoy segura de que no dejará a nadie indiferente.