Título original: Московская сага / traducción del ruso de Marta Rebón.
Edición: 2ª ed.
Publicación: Barcelona: La otra orilla, 2011
Descripción física: 1193 p., 25 cm.
ISBN: 84-9245-151-3
CDU: 882-311.2"19"
Signatura: N AKS sag
Precio: 34,50 euros en la
Casa del Libro
LECCIONES DE HISTORIA RUSA
Este libro lo descubrí por casualidad, cuando el chico del bibliometro donde suelo coger libros prestados me pasó un folleto con las últimas novedades; por la reseña que leí me llamó bastante la atención, así que en cuanto terminé el libro que tenía entre manos, me decidí por este. Hasta el momento en el que me puse a leerlo, tanto la novela como su autor eran totalmente desconocidos para mí; Aksiónov tuvo una vida de lo más agitada, pasando por las penurias de sus padres en campos de trabajo, o las suyas cuando a causa de sus escritos fue exiliado y desprovisto de su nacionalidad soviética. Supongo que muchas de las cosas que vivió en su vida (murió en 2009) son las mismas que refleja en esta novela.
Argumento y personajes
La novela nos cuenta la vida de una familia rusa de tradición médica, los Grádov. El inicio de la historia tiene lugar en 1925, pocos años después de la famosa Revolución de Octubre y de la muerte de Lenin. Es Stalin quien está ahora en el poder, y el Partido se encuentra dividido entre aquellos que lo siguen y aquellos otros que están en su contra, los llamados trotskistas.La dinastía de los Grádov está formada por Borís Nikítovich, el cabeza de familia; su mujer y sus tres hijos. La familia al completo (una familia típica de la época aunque con una situación un poco acomodada; de hecho viven en una dacha, la típica casa de campo a las afueras de las grandes ciudades) se verá involucrada, de una manera u otra, en todos los acontecimientos que tienen lugar durante los años que transcurren en el desarrollo de la novela. Lo quieran o no, ninguno de ellos podrá escapar de las vicisitudes de la Rusia de aquella época, que como decía antes comienza en 1925 y continúa hasta principios de los años 50, en concreto en el momento en que tiene lugar la muerte de Stalin.
Sería imposible reflejar aquí los nombres de todos los personajes que aparecen en la novela, porque no sólo se parece por ejemplo a la famosa Guerra y paz en su longitud, sino también en la cantidad de personajes que conoceremos en ella; pero algunos de los más importantes son los siguientes:
* Borís Nikítovich Grádov: también conocido como Borís III por ser el tercer médico de la familia, el patriarca es un cirujano de brillante reputación y también da clases en la facultad de Medicina. Es un hombre de principios, siempre fiel a sus ideas y sobre todo un auténtico profesional; como tendremos ocasión de ver a lo largo de la novela, trata por igual a todos los enfermos, ya sea un pobre de la calle o un miembro influyente del gobierno.
* Mary Vajtángovna Grádova: esposa del doctor Grádov, es de origen georgiano y consagra su vida a su marido, sus tres hijos y su piano. Admira sobre todo a Chopin, del cual cree que tiene propiedades terapéuticas, y de hecho cuando no se encuentra bien, o necesita pensar, o hay algún imprevisto u ocurre algo que la preocupa, su primera reacción siempre es sentarse ante el piano para tocar algo de este compositor.
* Nikita Borísovich Grádov: es el hijo mayor de Borís y Mary. Está en el Ejército Rojo, y concretamente es oficial superior. Junto con su padre, es uno de los "pesos pesados" de la novela; veremos su evolución casi más detenidamente que la del resto de personajes, así como sus dudas permanentes sobre si lo que hace está bien o no. Nikita está casado con Veronika y tienen un hijo, Borís Nikítovich Grádov (como veis, lleva el mismo nombre que su abuelo), que pasará a ser Borís IV, ya que más adelante se dedicará a estudiar Medicina además de consagrarse al deporte de forma profesional.
* Kiril Borísovich Grádov: hijo mediano de los Grádov y hermano de Nikita. Es el polo opuesto de su hermano; Kiril se licenció en Historia Marxista y es un bolchevique, partidario de la Revolución y por supuesto seguidor del Partido.
* Nina Borísovna Grádova: es la hija pequeña, una joven poetisa bellísima y muy soñadora (supongo que por eso se dedica a la poesía). Como si fuera un guiño a la tradición familiar, se casa con un médico, Savva Kitaigorodski, con el que tiene una hija, Yelena.
* Dmitri Sápunov: es el hijo de unos campesinos, aunque después de perder a toda su familia es adoptado por la familia Grádov y pasa a ser uno más de sus miembros. Tendrá un papel muy importante en la novela, debido principalmente a su estrecha relación con Borís IV, su primo adoptivo.
Hay muchísimos personajes más, pero por ceñirnos más o menos al entorno familiar de los Grádov, mencionaré únicamente de pasada al tío Galaktión Vajtángovich, el hermano de Mary; Nugzar Lamadze, sobrino de los anteriores; y Tsilia Naúmovna, prima de Nikita, Kiril y Nina, además de militante marxista.
Un auténtico retrato de la Rusia del siglo XX
Mientras iba avanzando con la lectura de esta novela, lo que me venía a la cabeza prácticamente todo el tiempo era que,
además de ante una novela, me encontraba ante un auténtico manual de historia de la Rusia de la época (que como mencionaba antes, abarca desde 1925 hasta aproximadamente 1953). Básicamente, la novela trata de la forma en la que el socialismo soviético fue progresivamente pasando de ser algo utópico a ir pudriéndose poco a poco; y de paso pudriendo a las personas que se ven afectadas por él. De cómo algo que podría haber sido muy bueno para todos se corrompió de tal manera que la URSS acabó como todos sabemos.
Una de las cosas más originales de esta novela es que
el autor no sólo nos va contando la historia de su país y todos los acontecimientos que se van sucediendo en los aproximadamente treinta años que transcurren en el libro;
lo que hace es mezclar a los personajes de la familia Grádov, por supuesto ficticios, con otros personajes influyentes de la época, desde miembros del Partido, de la policía secreta o del gobierno hasta otras personas como escritores, pintores o poetas. De hecho, nuestro protagonista el doctor Grádov tendrá ocasión de tratar nada menos que al mismísimo Stalin. Además, aunque a veces las cosas que se nos cuentan son totalmente dramáticas, Aksiónov suele introducir de vez en cuando unos toques de humor que le quitan un poco de hierro al asunto; como precisamente el capítulo en el que el líder tiene un ataque de estreñimiento y nuestro doctor tiene que, como él mismo dice, "evacuar la mierda de Stalin".
Así, al leer esta novela tendremos el privilegio de conocer prácticamente de primera mano la historia de la Rusia del siglo XX. Por supuesto, aunque el autor introduce a personajes reales mezclados con los ficticios, se inventa situaciones que puede que realmente no fueran como nos las narra; pero nos hace sentir en todo momento muy cercanos tanto a la historia como a los diversos personajes que iremos conociendo. Es, como decía antes, como si estuviéramos leyendo un manual de historia de la Rusia contemporánea, pero no en plan de empollar y aprender datos de memoria, sino conociendo esos datos casi como si estuviéramos viviendo las situaciones en el momento de leer la novela. Tal es el realismo con el que está escrita.
Hay quien ha comparado
Una saga moscovita con la archiconocida
Guerra y paz de Tolstói; y a mí al principio me parecía que esa comparación era demasiado ambiciosa. Pero la verdad es que creo que, cada una en su estilo y retratando su época (la obra de Tolstoi está ambientada en el siglo XIX, y la de Aksiónov en el XX), las dos son obras maestras sin duda.
Al igual que Tolstói,
Aksiónov en su relato se dedicará a hacer una completa radiografía de la Rusia del siglo XX, sirviéndose para ello de todos los miembros de la familia Grádov, una familia de lo más típica. A través de los personajes iremos recorriendo diversos hechos históricos como la rebelión en Krondstadt de los marineros soviéticos contra el gobierno de la antigua República Federativa Rusa; la forma en la que se obligó a los campesinos a colectivizar sus tierras, quisieran o no; las famosas purgas estalinistas, cuando todo el mundo podía ser sospechoso de cualquier cosa y absolutamente todos vivían con un miedo permanente en el cuerpo; los terribles campos de trabajo en Siberia... Y por si todo esto fuera poco, la Segunda Guerra Mundial que supuso un durísimo golpe para la antigua Unión Soviética.
Otra cosa
bastante original, para mi gusto, es la introducción de los entreactos de los que hablaba antes, que se intercalan entre algunos capítulos y bien nos enumeran diversos titulares y noticias de la prensa de la época (tanto soviética como extranjera), o bien nos muestran relatos en los que los protagonistas son animales, desde un elefante a una ardilla o incluso un ciervo volante. Entre tanto drama, de vez en cuando se agradece poder disfrutar de un respiro...
Cuando empecé a estudiar ruso, prácticamente todos nuestros profesores eran nacidos en la antigua URSS; algunos eran hijos de los españoles que se marcharon allí durante nuestra Guerra Civil, pero la mayoría eran rusos de pura cepa. Y en las clases no se limitaban a enseñarnos a hablar ruso, sino que también nos hablaban (y yo creo que eso es fundamental a la hora de aprender un idioma) de sus costumbres, de sus manías, de sus rarezas... A mí siempre me había parecido que los soviéticos son un poco paranoicos, e incluso bastante desconfiados, no sólo entre ellos sino principalmente con los extranjeros.
Leyendo esta novela me acordaba de las cosas que nos contaban nuestros profesores, y desde luego con su currículum histórico no me extraña que sean así. Hace ya muchos años que estuve en la antigua URSS y supongo que las cosas habrán cambiado bastante desde entonces, pero
al leer el libro me he acordado de los viejos tiempos, cuando nos hablaban casi de primera mano sobre la historia soviética (algunos profesores sabían las cosas por sus padres o sus abuelos, que sí habían vivido en primera persona algunas de las situaciones que se nos narran en la novela). Si ya has tenido ocasión de tratar con gente de Rusia o de cualquier país de la antigua URSS, la novela te resultará bastante familiar; y si no conoces a ningún ex soviético, este libro es perfecto para hacerte una idea bastante clara de su carácter y de por qué son como son, o al menos como eran hace no demasiados años.
Hay cosas, sin embargo, que me han llamado la atención para mal, por decirlo de alguna manera. Por ejemplo
a lo largo del libro hay un montón de notas aclaratorias a pie de página; algunas de ellas son fundamentales porque explican cosas que te servirán para ubicarte dentro de la historia, pero la verdad es que
el criterio que han seguido para colocar las notas no me parece demasiado lógico. Por ejemplo, en una nota se nos explica lo que es el KGB, que creo que es algo que sabemos todos (independientemente de que sepamos a qué corresponden las siglas); y en otros casos hay cosas que no se explican, como cuando hablan de que a un personaje le dieron una
shapka, que es un gorro de piel muy típico en Rusia, pero si no lo sabes te quedas igual. O en otra escena en la que amenazan a los Grádov y les dicen que Dmitri Sápunov va a tener que cambiar de patronímico; si no te sabes la forma que tienen los apellidos rusos, esa amenaza te dejará igual que estabas. Pero por el contrario, si sabes que los rusos tienen su nombre de pila, más un apellido (llamado patronímico) que toman del nombre de su padre (por ejemplo, Nikita Borísovich lleva ese patronímico porque es hijo de Borís), más el apellido familiar, al leer la escena en la que amenazan a Dmitri con cambiarle de patronímico, sabrás perfectamente que lo que está haciendo la policía secreta es amenazar nada menos que con matar a sus padres...
Sin embargo y a pesar de estos pequeños detalles, la novela me ha parecido magistral y de hecho me estoy incluso planteando comprarla para tenerla siempre a mano y poder paladearla de vez en cuando, en plan más tranquilo por no tener la preocupación de tener que devolverla al bibliometro.
Conclusión
Lo primero que se me ha venido a la cabeza al terminar de leer este libro ha sido que no me importaría en absoluto volver a empezar de nuevo a leerlo. Así que como veis, las casi 1.200 páginas que tiene no han supuesto para nada un impedimento a la hora de ponerme manos a la obra. Aunque es una historia muy larga, la lectura no se ha hecho para nada pesada; leyendo únicamente en el transporte público (de lunes a viernes, porque los fines de semana no he leído nada), he tardado dos semanas en terminarla.
Como resumen, si te gusta la novela histórica y te sientes en cierto modo atraído por la historia concreta de Rusia (se mencionan de pasada algunos otros sitios como Georgia, pero la acción se centra prácticamente entera en Rusia), creo que este libro te gustará seguro. Por supuesto, es fundamental que te gusten las novelas largas, porque si no es así, puede que el libro se te haga interminable. Si no estás interesado en las novelas históricas pero te gustan los relatos bélicos, en el libro encontrarás algunos. Por el contrario, aunque yo la recomiendo con los ojos cerrados, si no te interesa la historia ni tampoco los relatos de guerra, mejor búscate otra cosa porque seguramente te aburrirás como una ostra leyendo Una saga moscovita.