Un lugar en el mundo
De sal empapada nació.
De nebulosa en medio de la luz-caelum acarició el mundo.
Vagó por caminos de arena gastada, entre corales, se perdió por los mares del Pacífico.
De soles idolatrados cubrió sus piernas.
Bajó a la sima del caos redentor, amó y odió sin consciencia.
De sombras infinitas y de caracolas rotas se llenó.
Hada maldita viajera, escarpó la tierra creyendo que era hermética.
Y se perdió cayendo por las escaleras tenebrosas sin hacer ruido.
Regresó a su cueva sin haber coronado su misión:
No encontró su lugar en el mundo.