Voz de mi hija.

jueves, 10 de septiembre de 2015

LLUVIA DE RECUERDOS



En la vida todo tiene un lado positivo y otro negativo. Los que ya tenemos una edad y pasamos por aquellos años dorados o no tan dorados de la infancia y la pubertad, esos años en los que la educación y la enseñanza fueron primordiales y necesarios para nuestra formación y desde luego muy diferentes en lo que se refiere a nuestros hijos y a la época actual, creo que nos agradaría recordar un poquito esas vivencias que nos han acompañado durante muchos septiembres y octubres, cuando oficialmente empezaba el curso escolar.

No voy a nombrar diferencias, ni a opinar si aquello fue mejor o peor, no es el caso ni el fin de esta entrada, solo me limitaré a recuperar aquellas memorias insólitas cuando desde la más corta edad comenzábamos lo que hoy se llama preescolar y entonces parvulario, hasta la enseñanza secundaria o el antiguo bachillerato. El colegio, el material escolar, las clases, libros, boletines de notas y hasta las huchas donde se guardaba el  dinerillo conseguido el día de la colecta del Domund.



A los cinco años y a veces antes, la mayoría conocíamos perfectamente las letras, comenzábamos a leer nuestra primera cartilla y repitiendo a coro con musiquilla nos sabíamos de memoria las tablas de sumar, restar y multiplicar.
Fui al colegio a los siete años con todo ello aprendido, incluso conocía los viejos quebrados o fracciones, como ahora se llaman. Me refiero al colegio grande, al serio, porque hasta entonces mi "cole" era pequeño y la maestra de parvulitos y mi padre se habían encargado de enseñarme hasta dividir. La primera vez que entré en la Institución Teresiana, vestida con un uniforme gris y cuadros verdes, estaba asustada y a la vez orgullosa, me sentía mayor, era más alta que la mayoría de mis compañeras, cosa que no me agradaba mucho porque se me localizaba más fácil a la hora de hacer preguntas.
Compañeras todas, porque era un colegio femenino, cosa normal en aquella época. Las chicas por un lado y los chicos por otro, los centros religiosos separados y a buena distancia. Incluso los institutos de Enseñanza Media eran femeninos o masculinos.

Una cartera de asas cortas, ( nada de mochila, ni de carrito), había que llevar buen peso a diario para dar paso a tanta escoliosis de espalda que tiempo después más de uno padecería. Un velo de tul blanco hasta la cintura para los actos de la Capilla, y una bolsa de tela también blanca para el bocadillo, aquella que salió disparada y fue a caer al río Arlanzón un día que jugaba enrollando su cinta en el dedo. Ja, ja, todavía recuerdo cómo voló la bolsa con el bocata y la tarjeta del autobús dentro. Ese era mi equipaje colegial.

¡Ah! olvidaba la bata, por supuesto blanca, para dentro de clase y el ridículo uniforme de gimnasia, ridículo y horrendo: unos bombachos de color azul oscuro con peto cruzado por detrás que se abrochaba con cuatro botones en la espalda,  blusa, calcetines y playeras blancas ¡madre mía, parecíamos pingüinos batiendo las alas perfectamente alineados en el patio!. Los pantalones y el chandal se permitieron mucho más tarde.






Y vamos ya con lo interesante
 


¿Quién no recuerda las aulas y los pupitres de madera?






 






 
Los mapas de geografía eran de tela encerada




































Ejercicios de problemas y caligrafías de Rubio




























¿Quién no recuerda la enciclopedia de Álvarez o de Dalmau Carles?
Y el consabido Catecismo obligatorio en los centros religiosos


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Las gomas de borrar de toda la vida











 
Las huchas para el Domund











Los bonitos cabás y plumieres de madera




























En ninguna escuela podía faltar la regla, compás, escuadra y cartabón de madera, así como el globo terráqueo.


















El pizarrín tampoco faltaba. Me encantaban las tizas de colores.






 
 



Los tinteros de pupitre. El manejo de las plumillas era todo un arte









El tiralíneas de dibujo
 
 
El compás
 
Y tantos otros objetos que el tiempo se ha encargado de cambiar pero que formaron parte de nuestra formación y todavía recordamos ¿verdad?.
 




Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, no estoy de acuerdo, eso podría ser cierto si no conociésemos las nuevas tecnologías. En el futuro está el progreso y como decía Gabriel García Márquez: "La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado".


Espero que como yo hayáis disfrutado de estos recuerdos.



jueves, 3 de septiembre de 2015

RETORNO


Ha sido y sigue siendo un verano caluroso, aunque es dentro y no fuera de nosotros donde hace buen o mal tiempo. De nuevo vuelta a la normalidad y cómo cuesta dejar el relax y el ocio, el despertar mañanero sin más obligación que el asueto y la tranquilidad. Es curioso como el tiempo vuela cuando te alejas de los problemas cotidianos, el contacto con la naturaleza y sus encantos te deja como nuevo. Pero lo importante es volver, al menos con la mente limpia y el cuerpo más relajado.
 
 

La vida es un continuo retorno de nuestros pasos, como si quisiéramos vivir de nuevo nuestra historia. Sin embargo ésta se va escribiendo poco a poco en cada suspiro, y nada ni nadie puede volver a redactarla. Podemos emborronar alguna parte, cerrar la puerta de nuestros sentimientos, pero siempre aparecerán en el fondo de nuestro inconsciente. Es posible recorrer varias veces el mismo camino, realizar el mismo viaje, pero aunque así fuera siempre sería distinto, nunca sería lo mismo. Todo puede encontrarse igual: el paisaje, la gente, nuestra predisposición ... pero nosotros no somos los mismos, porque como en la historia  somos elementos en constante evolución, vasijas que se van llenando y rellenando.
Nos equivocamos cuando buscamos repetir las sensaciones que acompañaron nuestros pasos. No es posible recrear tiempos pasados, no es posible hacer copias exactas de dos instantes que se conjugan en diferente tiempo, momento o situación, no es posible detener el agua con nuestras manos, no es posible vivir eternamente en primavera, ni es posible llorar con las mismas lágrimas.
 
Todos tenemos que volver a empezar a lo largo de la vida, no una, sino varias veces y no es fácil, sobre todo cuando ya sabes el terreno de juego que pisas y debes sortear los obstáculos que aparecen en un nuevo y desconocido escenario. Pero no existe un "para siempre" en ninguna faceta de nuestra existencia y debemos aprender a pisar fuerte en los terrenos de incertidumbre donde existen varias incógnitas y sin saber de antemano el resultado final.
De nuevo vuelta a la normalidad después de un tiempo que invita a reflexionar. 
Una cosa tengo clara: El arte de la vida es el arte de evitar las penas, aunque estas nos persigan.









domingo, 9 de agosto de 2015

SIEMPRE CALIENTA EL SOL...




No sé qué resulta más placentero, ver un amanecer en el mar o quedarse embelesado mirando como se esconde el sol tras un rojizo cielo. No sé... creo que las dos cosas son sublimes, sobre todo para los que no vivimos en la costa. Ya lo dice la canción- "Cuando calienta el sol aquí en la playa siento tu cuerpo vibrar cerca de mi ..."
El mar ... cuántos recuerdos desde que aquella niña con coletas de la mano de mi padre recorría la playa de Laredo, cuántos castillos en la arena y cuántos veranos han pasado ya. No lo sé, no quiero contarlos, no me apetece saberlo, casi es mejor guardarlos entre conchas y caracolas.

Ahora el mar tiene otros sabores bastante más reales. Son sabores de experiencia, de madurez, de algo que se llama aferrarse a la vida para que no se te escape ni un solo minuto de ella.

Este es mi mar. Qué importa no jugar con las olas como cuando era niña, lo importante es que siga calentando el sol todos los días y seguir teniendo un mínimo de ilusión por todo lo que tengo y me falta por tener. 

Azul de mar, olor a algas, aire fresco y espuma que escapa entre mis dedos.
Azul de brisa, azul de mis sueños.


domingo, 26 de julio de 2015

UN SALUDO

 
 
 
No dejes a la vida sola, es fácil que se pierda entre tantos caminos distintos y tantas direcciones diferentes, marca tú el rumbo y déjale claro que en esta batalla no siempre gana el más fuerte sino aquel que desea seguir luchando, enséñale que el amor puede morir pero el recuerdo jamás.
Dile también que solo sobrevive el que persevera y no se rinde nunca, que por ella camina gente maravillosa que es capaz de bailar contigo bajo la lluvia y caminar a tu lado bajo la tormenta, que el destino une y separa a las personas, pero no existe ninguna fuerza que haga olvidar a los que por algún motivo nos hicieron felices.
No dejes a la vida sola, quizá ella no conozca los sueños, cuéntale al oído que en ellos podemos abrazar una lágrima, o sonreír a una flor, volar y pisar las nubes con los pies descalzos, amar y llenar el mar de corazones.



 
Un saludo desde la tranquilidad de los Picos de Europa, donde amanece con el sonido de los pájaros y anochece con el frescor de la montaña y el cielo lleno de estrellas. Y no hace calor !!!!!!!

lunes, 13 de julio de 2015

EL ALMA SE SERENA



Es un placer asomarse a las noches de verano. Noches serenas bañadas por el recuerdo, por la ausencia de tensiones, donde el pensamiento puede respirar tranquilidad aunque el aire caliente casi queme y sobre todo puede meditar. Dejemos que la mente medite y se relaje, porque es la herramienta idónea para equilibrar el cuerpo,está ahí para ser usada en las tareas más importantes, y solo cuando logra completar su misión, podemos decir que estamos en paz. Yo diría que el 80 y 90 por ciento del pensamiento es inútil y repetitivo y teniendo en cuenta su naturaleza disfuncional y a menudo negativa, buena parte de él no se aprovecha y también llega a ser dañino.
Observa tu mente y te darás cuenta de que es verdad. El parloteo mental produce un serio desgaste de nuestra energía vital. El pensamiento compulsivo es casi una adicción, sientes que no puedes dejar de pensar porque al fin y al cabo estamos identificados con él. Creemos que si no pensamos no vivimos: "Cogito ergo sum"-Pienso, luego existo- Se dice que para liberarse hay que vivir el momento presente, olvidar el pasado y no dar importancia al futuro, ésta es la clave de la verdadera liberación, pero no podemos encontrar el momento presente mientras estemos tensos. 



En esta noche de verano no quisiera perder mi capacidad de análisis y discriminación. No me importaría aprender a pensar con más claridad, más enfocada, y por nada del mundo quisiera ser negativa. El don del pensamiento es lo más precioso que tenemos, sin él sólo seríamos otra especie animal, por ello hay que saber usarlo escogiendo solo lo positivo.

Asomarme al cielo del verano para mi es suficiente, buscar caras, pintar luceros o simplemente elevar hasta arriba el más imposible de los deseos. Soñar con aquellos días de mi infancia que fui feliz y que ahora les pongo nombre para serlo siempre, para hacer de cada noche de verano un sueño interminable, más allá del alba, hasta que me abrase los pies bajo las estrellas.

sábado, 4 de julio de 2015

T O C



La rosas azules existen. La primera rosa azul se creó en el año 2004 mediante ingeniería genética. Después de catorce años de investigación, cientí­ficos de la empresa japonesa Suntory lograron variedades de rosas azules, insertando el gen del pigmento azul que hay en las flores conocidas como pensamientos.
Las rosas azules simbolizan tradicionalmente el misterio o la consecución de lo imposible. Se creía que eran capaces de otorgar a quien las poseyera la juventud, o que concedían deseos. Me encantaría comprar una, pero auténtica, no teñida como las he visto.

Mi obsesión por el azul no es un trastorno, es una preferencia. En cambio me pueden llegar a obsesionar otras cosas, el orden por ejemplo y cuando alguien pretende censurar esta, digamos manía, mi respuesta siempre es la misma: nunca hay que confundir una obsesión con las preocupaciones normales y cotidianas. Cuando tenemos un problema o estamos ante una mala situación, lo normal es que genere en nosotros un estado de alerta que nos produce inquietud y un agobio que luego resulta ser pasajero. Pero de la preocupación a la obsesión solo hay un paso, únicamente una fina línea los separa y conocer la diferencia es muy importante.
En la persona obsesiva hay un comportamiento excesivo o irracional, que generalmente es reconocido por quien lo padece. Obsesión no es lo mismo que fobia, y pregunto: ¿quién no  ha tenido o tiene miedos reprimidos que acaban convirtiéndose en oscuros fantasmas de la mente?. Lo que no entiendo es la falta de tacto de algunas personas que no aceptan e incluso se burlan de este trastorno, considerando a quien lo padece un maniático enajenado, o mejor  dicho un loco, para hacer más dura la palabra. 
Tener esta perturbación anímica implica vivir atormentado, no disfrutar del presente por inseguridad y ser víctima de una tremenda hipocondría. Bailar en la cuerda floja de las obsesiones, nos hace sentir atrapados por pensamientos tormentosos que generan ansiedad de forma muy recurrente.
En medicina se conoce por un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y es tan frecuente que muchas personas que lo padecen ni lo saben, ni llegan a tener un diagnóstico que puede mejorar su calidad de vida, simplemente pasa desapercibido, solo cuando ya ocasiona un gran sufrimiento acuden a seguir un tratamiento. 

Ciertamente los obsesivos son seres perfeccionistas, dogmáticos, rumiadores, moralistas, inflexibles, indecisos, emocional y cognitivamente bloqueados.
Son excesivamente disciplinados, con una vida muy regulada y estrictamente organizada.
Se preguntan continuamente si hacen bien las cosas o si están errando, lo cual conduce a la indecisión. Posponen decisiones y tareas y temen cometer errores.
Con un estilo de pensamiento rígido, tienden a resolver bien las tareas técnicas y detalladas pero no disciernen las cualidades sutiles como el tono global de una reunión. No perciben los matices emocionales de las situaciones.
Se preocupan demasiado de los detalles, son exigentes, carecen de empatía y desaprueban la expresión espontánea de afecto.
La vida de los compulsivos se centra en el pasado (para pensar en lo que deberían haber hecho), o en el futuro (para pensar en lo que deben hacer), y pocas veces en el presente que es donde pueden encontrarse las mayores satisfacciones de la vida.
Se consideran demasiado entregados al trabajo, dignos de confianza, meticulosos, prudentes,  eficaces y leales.
Todo ello muy cierto, son personas que pueden convertir sus defectos en virtudes y que jamás me atrevería a dudar de su cordura. Padecen un trastorno de la personalidad por el que desgraciadamente sufren, necesitando ayuda, paciencia ycomprensión, pero reitero, no son psicópatas.



Las preocupaciones son normales en la vida y además necesarias porque nos dan el impulso para poder afrontar los pequeños conflictos que surgen y así buscar las soluciones pertinentes. En cambio las obsesiones sólo nos limitan, nos bloquean y nos sirven para estar mal emocionalmente. Si eres obsesivo no te preocupes, basta con que lo reconozcas y trates de evitar que esos pensamientos recurrentes te controlen. Procura ser tú quien domine tus preocupaciones.
Difícil, pero no imposible.