A ti, con quién he pasado tanto tiempo.
A ti, que me has hecho pasar tan buenos ratos y has estado conmigo incondicionalmente.
A ti, que has estado en mis mejores días y me has apoyado en tantos de ellos que han sido tan difíciles.
A ti, que me has dejado sin aliento en muchos momentos de urgencia.
A ti, que me has acompañado desde mi juventud, cada minuto, cada hora.
A ti, que tu esencia ha recorrido cada parte de mi cuerpo, de mi sangre y de la que tanto me está costando desprenderme.
A ti, que has estado tan cerca de mis labios, de mi aliento.
A ti, que en tu ausencia me he autoafirmado, he mejorado a pesar de tenerte en mi mente a cada instante.
A ti, que me has tranquilizado, que eres quién más sosiego me ha dado.
A ti, que me has hecho salir de casa a horas intempestivas porque no te tenía.
A ti, que te echo de menos pero que no quiero volverte a ver.
A ti, que hoy hace exactamente dos años que decidí dejarte.
A ti....... mi último cigarrillo; espero no verte más. Estoy mejor sin ti.
Así se quedó el último cigarro que no fumé |