En el poema del mes pasado Martí i Pol trataba el tema de la identidad y de la herencia adquirida. En el poema de este mes, continuamos de alguna manera con este tema, desde un punto más íntimo (si cabe) y con un giro al tema del amor. Ciertamente, Pedro Salinas (1891-1951), integrante de la conocida como generación del 27 o generación de la república, es famoso por sus poesía amorosa. El poemario La voz a ti debida, al cual pertenece el poema que presentamos hoy, es tal vez su obra más conocida. Esperamos que os guste y que podamos comentarlo.
Para vivir no quiero...
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».