Ayer día 25 de Noviembre realizamos la visita que teníamos programada a la reserva de las Lagunas de Villafáfila, un humedal temporal y de carácter salino de la provincia de Zamora, cuya importancia para las aves acuáticas, especialmente en invierno representa uno de sus mayores atractivos.
A la salida de Salamanca nos despertamos con un lluvioso amanecer, que pronto daría paso a una espectacular jornada en la que el tiempo atmosférico facilitó la realización de las diversas partes de la actividad.
Con más de 50 personas, la primera parada en la reserva fue en la Laguna de Barillos, que actualmente aún se encuentra seca, a excepción de alguna zona en la que se ha acumulado algún pequeño charco. Nuestra parada aquí no era para ver especies acuáticas pues sabíamos de la situación que atraviesa dicha laguna, sino para buscar y observar especies esteparias, sin duda otro de los intereses ornitológicos más representativos de la zona. Tuvimos suerte y pudimos disfrutar de dos bandos de avutardas en los cultivos cercanos, además de un bando considerable de avefrías y algún milano real que nos sobrevoló. Especies que dieron pie a las primeras curiosidades y explicaciones al público que participaba en la visita.
Posteriormente y con el objetivo de contextualizar el entorno en el que nos encontrábamos, visitamos la Casa del Parque, dónde el personal del Centro de Interpretación explicó las características de la reserva, completadas con la proyección de un documental en la sala de audiovisuales. Posteriormente seguimos visitando el centro y después nos dividimos en dos grupos, para visitar las lagunas de la Casa del Parque y ampliar la posibilidad de observar más de cerca las diferentes especies. Cercetas comunes, porrones moñudos, tarro blanco, aguilucho lagunero, avefría europea, patos cuchara, grajilla, zampullín chico, zampullín cuellinegro, ánsar común y ánade real fueron algunas de las especies que pudimos observar.
Llegamos a la hora de la comida en el cercano municipio de Villafáfila y para finalizar el día habíamos programado la observación de la Salina Grande desde Otero de Sariegos. Cómo siempre, no defraudó. Miles de avefrías y chorlitos dorados nos recibieron a nuestra llegada en la zona menos profunda de la laguna, acompañados de cientos de ánades reales, cercetas comunes, patos cucharas, algún ánade silbón, avocetas, unos cincuenta tarros blancos, varios zarapitos reales, un buen número de grullas comunes y la estrella de la jornada, una barnacla cariblanca.
Esperamos hasta última hora para ser testigos de la entrada a la salina grande de los ánsares y grullas que permanecían aún alimentándose en los alrededores, y con la esperanza, que para algunos se cumplió, de poder observar una pareja de mochuelos europeos. La jornada no dio para más y volvimos para Salamanca. Estamos muy contentos con cómo se realizó la actividad y sobre todo con el interés mostrado por los participantes.