jueves, 20 de febrero de 2014

si nos dejan...

Te juro que quería terminar, me había jurado que este día iba a ser la última vez que nos viéramos, ese asunto que ambos queremos y tenemos como negocio común nos hizo la malobra "¿podés venir a las 5?" te pregunté.
En inicio dijiste que no había problema, nos reunimos con las otras personas, sentiste que había alguna tensión sexual entre ese guapo abogado y yo y luego salimos cada uno por su lado, "mejor espera, que no nos vean salir juntos"
Ya en el carro te llamé, con toda la intención de verte para mandarte a volar "sabes que, no puedo verte ahora, ¿a las 8 está bien?"
tu respuesta era demasiado dulce para ser real, las últimas veces no has querido besarme, y te has negado a verme, pero bueno, a las 8 sería.
Te llamé para preguntarte si podía llegar antes "es que luego hay tráfico", dijiste que no había problema y a las 7:30 estaba en el lugar donde quedamos de vernos.
Subiste al carro como siempre, ocultándote, y me pediste que manejara para un lugar muy especial "aquí es donde voy a construir mi casa" dijiste en el terreno baldío donde paramos, la noche estaba super oscura y tomé tu mano, quería decirte que hasta allí llegábamos.
tu boca buscó la mía, un calor infinito de tiempo de no tocarnos, apenas tres semanas que saben a un siglo y tus manos tocando y buscando mi cuerpo "quiero cogerte ahora"
nos pasamos al asiento trasero, la noche y la oscuridad conspiraban, me senté a horcajadas sobre tu regazo y me desnudaste como siempre lo hacés, tu pasión y tu locura "hace días que quería cogerte, pero no me atrevía a pedirlo"
Empecé por darte un oral y sentí tu voz al gemir "que rico" reconociste mi cuerpo que es tuyo, sabés que lo es.
me abrazaste como si fuera a huir, me penetraste con ternura y fuerza, tocaste mi cuerpo con lujuria, ese espacio del carro creció para permitirnos acrobacias y gemidos, mi cuerpo te aferraba, tus manos buscaban y posicionaban el mío, te monté y me diste de todo, te amé como nunca.
acabamos juntos, era la noche para acabar y lo hicimos.
Me quedé apretada contra tu cuerpo, desnuda en ese carro parqueado, bese y acaricie tu pecho y tu cuello con todas las ganas que te tengo. "vos y yo sabemos que esto tiene que terminar, dijiste, pero no te preocupés, todavía tenemos tiempo".
te apretabas a mi lado, ternura y ganas, besos y sueños...
No digo te amo, no lo digas vos, seguí diciendo que me deseas y eso me basta.
nos vestimos y te dejé en tu casa, a una cuadra, al despedirte hiciste algo raro: me besaste en los labios.
si nos dejan...nos vamos a querer toda la vida.

domingo, 16 de febrero de 2014

on the road again...

Hay un par de fans que deben estar molestos por mi falta de respuesta, en serio que no puedo, vos te quedaste demasiado tiempo en mi vida y no estoy segura de como dejarte.
Era un secreto, en eso habíamos quedado, era solo una ilusión, esa era la idea, pero yo me enamoré y vos no.
De cualquier forma te gusta contar, le has dicho a algunas personas lo que pasa, y ya mi amigo especial preguntó por vos.
Me quedé enredada en el sabor perfecto de tu semen, en la miel de tus labios y en esas cosas que últimamente no me has dado.
Y esa era la respuesta.
Hoy hablamos un rato, telefono frío y distante, desde hace un par de semanas "no tienes tiempo" y yo lo acepto. Nos hemos visto de lejos, en momentos fugaces sin tiempo apenas para un roce o un beso y parece que está funcionando
Los primeros días de la abstinencia fueron duros, recurrí a otros labios para olvidarte, busqué otros brazos para sacarte de mi mente y no podía hacerlo
pero ahora que vos mismo te alejas y que has estado contando nuestras intimidades a quien te quiera oir, pues logré que se me quitara la calentura.
Es que no, no puedo entender como te atreves a decirle a otro hombre las cosas que haces conmigo, como le has descrito como te beso y las ganas que siempre tengo por vos.
No puedo tolerar que compartas los regalos que te hago con otras personas y menos que ellos me vean por detrás pensando en que les dijiste que yo quería que me penetraras por alli.
No puedo sentir menos que desagrado cuando te jactas de que a nadie he mamado como a vos y que siempre me trago lo que me das completo, no, no puedo.
En especial porque a mi sólo me leen unos cuantos cientos de personas a las que les cuento lo que hacemos en el cuarto...
Si, supongo que soy absurda.
Pero la verdad necesitaba un pretexto, una razón, algo que justifique volver al trote y a buscar otros labios, nada más.

sábado, 8 de febrero de 2014

síndrome de abstinencia...

Con él siempre es rico coger, además de todo lo sucio que habla, me describe lo que me haría si estuvieramos en otro lugar, usa sus manos y su larguísimo pene para darme placer y no se queda tranquilo hasta que terminé varias veces.
Me dice que nos debemos más tiempo, más intimidad, hace años que lo tengo en mi vida, al inicio como un maestro, luego como un amigo y ahora como un amante.
si, me lleva más de 20 años y eso no importa, su cuerpo no envejece, ni sus ganas, solo lo veo y vuelvo a sentir el hormigueo que tenía siempre en clases, nunca supo que me mojaba por él, que le veía la espalda baja, que propiciaba el contacto con sus manos en ese aprendizaje que me hizo entender que el mejor maestro se involucra.
años más tarde nos hicimos amigos y un día raro, nos hicimos amantes.
coger con ganas, sentirlo como lo siento, es mi lector y sé que verá esto y se sentirá reflejado...es la idea.
Estoy borracha, el mezcal entra en mi cuerpo como otro amante, digo que no me importa, que coger es la mejor idea (siempre es bueno) pero vos has estado demasiado cariñoso ahora que volviste y es tiempo de mandarte lejos.
"es tu decisión" dijiste anoche y aunque sé que esta adicción a tu cuerpo puede curarse (como se curan todas) el síndrome de abstinencia es el peor de mi vida.
Veo tus conexiones recientes, siento la ansiedad de una llamada que no llegará, me dejo ir en el empeño de no llamarte, de no verte, de no buscarte, de erradicarte de una vez de mi vida y él me apoyó en el proceso con su cuerpo de viejo fuerte y sus ganas de mi cuerpo, un trato que funciona, porque ambos lo permitimos.
El gusanito de mezcal atraviesa mi garganta, quisiera que en lugar de él estuviera tu delicioso pene y tu semen perfumado, me detengo a ver por la ventana, segura que no aparecerás, vuelvo a revisar por milésima vez el telefono esperando una comunicación que no nos debemos.
me agarro las ganas de llamarte, me detengo como lo haría si fueras ese cigarro que tampoco debo fumar, hoy te cambié por una botella de mezcal, aguardiente que baja quemando mi garganta como lo hacía tu semen delicioso.
Mas tarde me masturbaré, si la borrachera me deja y prometeré que un día a la vez es suficiente para extrañarte.
Se que me curaré algún día, pero esta noche el llanto asomará por ratos y el sabor de tu cuerpo que él no logró opacar.
alguien que me amarre a la cama para poder gritar tu nombre.