jueves, 31 de marzo de 2011

Crónica de un desastre anunciado

Este es el fin definitivo de este blog, si, ya sé que lo he anunciado antes y que lo he parado varias veces. Esta vez es la final.

A pesar de ser una mujer “liberada” supongo que me considero más tradicional, nunca pude aceptar que mis prácticas fueran tan valoradas por todos, creo que nadie más que yo creyó que se pudiera ser tan “libre” y no sufrir las consecuencias, contarlo todo (o casi todo). Especialmente cuando a mi personalmente me es difícil tolerar que mi compañero haga lo que yo he hecho y a veces fantaseado en este blog y me lleno la cabeza de piedritas de sus aventuras y compañeras.

En mi caso las consecuencias implican finalizar una relación que me hacía sentir viva y sexy, y cambiarla por una serie de fantasías irrealizables y hombres inexistentes más que en mi mente y en mis sueños.

De pronto estoy aquí, escribiendo sexo virtual y sintiendo que es real, volviendo persona a una máquina que no responde, utilizando objetos para sentirme viva, mientras el hombre que disfrutaba esas fantasías se aleja definitivamente y yo no puedo encontrar a nadie real que lo sustituya.

Creí que era seguro hacer vivir a alguien toda esa pasión y fantasía que yo tenía, en algún momento nadie podía distinguir cuánto de realidad había en ellos, y él no pudo tolerar pensar que mis sentimientos se comprometían con otro. No pudo ver la fantasía y se lo compró (como todos ustedes) que todo era realidad y sintió que yo no le daba los mismos derechos que yo (supuestamente) tenía, aunque mucho de todo esto es fantasía.

Antes de escribir esta despedida, intenté otra vez un relato caliente y cada frase me lo recuerda a él, al mejor sexo que he tenido en mi vida, al único que inspira mis relatos y al único al que ahora no le intereso para nada. Cada frase intentada e inventada huele a él, respira a él, lo refleja a él, si pienso en labios tienen que ser gruesos y jugosos, si pienso en cuerpos, tienen que ser blancos y dulces, si pienso en penes, tienen que ser lindos y perfectos. no puedo fantasear si no lo tengo en mi cama, no puedo soñar si no me siento penetrada por él, cualquier otro suena falso, artificial, doloroso.

Antes que este blog se convierta en las memorias de una ninfómana jubilada, les dejo este post por 3 días antes de cerrar la tienda. gracias por sus comentarios y sus buenos deseos.

Han sido tres años lindos, créansela, pero piensen bien, la fantasía no supera la realidad y uno se puede embarcar en cada fantasía que puede doler, crecer y multiplicarse.

sábado, 19 de marzo de 2011

Crónicas de cumpleaños ( I've had the time of my life)

"voy a ser su regalo de cumpleaños, no se haga bolas, llego el viernes".
Su mensaje era tan claro y delicioso que me pasé el día soñando, faltaban todavía 3 días para el viernes y no era tan fácil imaginarme a su lado, pensar en todo lo que ibamos a decir, a hacer, a sentir, pero se sentía esa emoción y las mariposas que habían anidado en mi estómago desde su última llamada, esa sensación de ansiedad y de ganas de deseos postergados...
El viernes amaneció gris y mi ánimo también, no me gustan los cumpleaños porque me siento fuera de foco, lo que no pude lograr en el año, lo que cambia con eso.
En el trabajo las felicitaciones de rigor, las cuatas y sus celebraciones sorpresa, los regalitos extraños ( unos mangos en lugar de pastel, por eso de las dietas)
me terminé de chupar el mango soñando con su cuerpo de mango maduro, y su color de miel de caña deliciosamente lamible.
"ya estoy aquí"
la llamada fue alucinante, en medio de una reunión y tu voz metiéndose en mis oídos "estoy aquí"
¿donde? atiné a preguntar "en la puerta de su trabajo"
Creo que nunca había inventado una excusa más creativa, me tengo que ir, algo surgió, una urgencia familiar... y listo.
Encontrarte en la puerta fue alucinante, exactamente como te imaginaba y al mismo tiempo tan diferente, tus ojos dulces y tu rostro moreno. no te besé en la calle porque era muy obvio, pero salimos juntos, en mi carro a buscar donde amarnos toda la noche.
Llevabas unas rosas compradas en el semáforo que me llenaron de ternura, maltratadas y golpeadas, pero tuyas, estabas tan turbado como yo, no atinabas a decir nada y menos a tocarme, dejaste que yo guiara el carro hasta donde consideré que podíamos estar. paramos en un parque para hablar un rato, porque al preguntarte si querías ir a tomar algo contestaste "no".
Como si fueramos niños púberes nos sentamos en el carro a pensar que hacer, propuse salir por algo, tomarnos una cerveza y no quisiste, siempre el fantasma de "nos pueden ver" que no deja ser libres ni liberarse.
Fuimos al lugar que vos dijiste, como amantes inexpertos nos enredamos en la ropa, en los besos, en la urgencia y en la necesidad de tocarnos, de explorarnos, de volver a conocer lo que hace tantos años dejamos perdido y terminamos acostados uno al lado del otro, sin saber exactamente que más hacer, espacio entre ambos y dudas.
Tomé la iniciativa y me monté sobre ti, acomodé mi cuerpo para recibir tu pene erecto, me mantuve quieta mientras lograba esa sensación de plenitud que da sentirte al fin dentro mío, nos movíamos despacio, con miedo a terminar, sin ganas de dejar ese instante, sin querer separarnos.
a la cogida siguió la plática, seguida de más tiempo para coger... retozar entre esas sábanas alquiladas.
cuando salimos la luna estaba alta en el cielo, casi a medianoche, llegué a mi casa a mis propias sábanas sintiendo el olor a ti, deseando que te hubieras quedado hasta el amancecer, y hoy, te escribo esto.



jueves, 10 de marzo de 2011

alucine de una tarde en camioneta...

La música puede ser erógena, todos lo sabemos, se siente meterse en el cuerpo y despertar emociones.
La camioneta viene con el sonido estridente de un equipo de sonido y la música de banda duranguense.
Ese baile que agita y aprieta, eleva las pulsaciones y hace sentir cosquillas mientras imagino que giro apretada contra un cuerpo masculino fuerte y sudoroso.
La música se hizo más fuerte, podía imaginar sus brazos apretándome, sus manos tocando mi cuerpo, la mano firme colocada en mi cadera y su respiración agitada en mi cuello, abrazándome fuerte, girando, mi rostro pegado a su pecho que palpita, el olor de su sudor caliente, sus labios en mi frente y sus manos en mi cuerpo.
brincamos al unísono, caderas pegadas, siento su urgencia, la música que manda mensajes claros y sexuales, no vamos a ninguna parte girando así, su respiración es agitada, su boca besa mi cuello, y la mia busca sus labios, aprieta sus nalgas en este seguir girando alucinados.
siento su cuerpo crecer excitado, me dan ganas de aventarlo a la esquina y seguir con lo que iniciamos, tengo ganas de lamer su sudor, asfixiarme en el olor de su cuerpo de hombre en celo y su rabia apretándome como loco alucinado.
dieciocho calle!!!
el grito del brocha me saca del alucine, a mi lado no hay nadie, y en casa tampoco, la música me sigue por todo el recorrido. me voy a comprar un disco de duranguense y a esperarte.

domingo, 6 de marzo de 2011

stand by

Gracias por leer y comentar, vuelvo pronto...si puedo