He dejado abandonado el blog... demasiado tiempo.
En este tiempo tuvimos ese "accidente" generado por mi impaciencia y la utilización de objetos inapropiados, no me arrepiento, me gustó, pero el dolorcito no me invitaba a contarlo.
No es que pase nada con mi líbido, he tenido bajones, es cierto y termino agotada sin ganas de meterme en líos...además...ya no estoy para riesgos irreflexivos y los lugares se agotan.
Ha llovido mucho, las noches cerradas y lluviosas no me inspiran mucho, es algo como molesto coger con el agua cayendo en las ventanas y el riesgo latente de derrumbes en mi cabeza... no me gusta. He intentado escribir ficción para darme cuenta de que vuelvo a caer en los mismos temas, a contar historias que pudieron ser con vos o con cualquier otro y la tentación de hacer énfasis en el sexo que si no mueve al mundo, es lo más cercano a lo que lo mueve.
Hace dos noches, cuando la luna llena llenó la habitación incluso vos percibiste mi cambio: no soy licántropa pero me trastorna la luna, mi cuerpo empieza a producir líquidos y la necesidad de coger se vuelve urgente, vos lo sentiste, a pesar de haberme masturbado un buen rato el cuerpo me pedía una deliciosa penetración.
Sentir tu pene al fin dentro mío, cabalgarte como siempre y vos, me recordaste esto, este espacio que no he atendido y me recordaste que te excita mucho saber con quien he estado o con quien estoy.
Esto no es sólo cumplir con lo que he prometido, te tengo más historias para contar, he recuperado mi líbido alta, el baño de luna me volvió a transformar en la ninfómana que adoras y que necesita otros cuerpos para poder volver al tuyo convertida en una máquina sexual, esa que vos adorás.
Voy a guardar la luna en mi cuerpo, para volver a brillar para vos la próxima noche y para los demás.