sábado, 28 de febrero de 2009

gripe, necesito confesarte algo

una semana horrible, de gripe a bronquitis, sinusitis y no se que mas itis, la cosa es que alucinaba y tenía fiebre y vos aparecías y desaparecías de mi vista y se me mojaba el cuerpo de sudor frío. espantoso. ya terminó.
quería confesarte algo, y creo que entre fiebre y fiebre lo hice: deseo tanto volver a coger con ese chavo...
me preguntaste por qué, ¿que te hace falta?. nada. es sólo que se la debo, son dos a los que les debo una cogida de veras, no un amague de cogida y entonces intento explicártelo: eso no fué una cogida, fue una sorpresa y un momento de debilidad.
se suponía que iba a entrevistarlo, me recibió con amabilidad, ya habíamos tenido miradas furtivas, roces de manos, comentarios como ¿vivís con él? que mala suerte la mía, tonteras y coqueteos del tipo: te gusto, me gustas, pero ya ví que el lugar está ocupado.
cuando llegué iba lista para el ataque, falda amplia y pasé al baño a deshacerme de la ropa interior. me senté frente al escritorio y comencé a llenar la encuesta, fácil al principio, luego más compleja, terminamos hablando de mil cosas y se sentó más cerca de mi. no trató de besarme, yo lo besé a él, se dejó como un chiquillo y lo disfrutó, puse su mano en mi pierna desnuda y lo sentí tímido. el ataque vino pronto. me arrodillé y le bajé el zipper. con las manos palpé su erección, saqué el condón y se lo puse, allí de rodillas con él temblando en la silla le di una felación corta y me puse de pie. me embroqué sobre el escritorio y subí mi falda, nada más abusivo que ofrecer un cuerpo desnudo, no se sorprendió (ya no podía) hizo lo que debía, tomarme desde atrás, allí sobre el escritorio, intentando no gemir para que no escucharan afuera, en ese mísero cubículo que tenía por oficina. no duró mucho, y terminó rápidamente, se limpió y me dijo " tenemos que hacerlo de verdad, en serio".
nunca volvió a pasar, y ahora, que lo vuelvo a escuchar y sé donde vive ahora me imagino un día entero en la playa, metida entre sus brazos, revivir esa tensión sexual que tuvimos durante tanto tiempo, sentir sus brazos fuertes y su piel intensamente morena. y sus ojos verdes, su nombre de poeta.
¿que le haría?, no lo sé, supongo que lo dejaría desquitarse de esa cuasi violación de la que lo hice víctima, que permitiría que me tocara, que le pediría que me mordiera y besara el cuello. supongo que le daría una felación más larga, me lo comería completo, lamería sus testículos que casi no recuerdo. supongo que me gustaría que me penetrara de frente, para ver sus ojos y sus gestos, o que me dejara montarme en él y meter mis pies bajo sus caderas para moverlo a mi voluntad, o tal vez dejaría que él hiciera todo el trabajo, total, nunca pude saber que le gusta en la cama o cual es su especialidad (si la tiene) supongo que ni siquiera sé si él todavía desea eso, si quiere cogerme "de verdad".
y luego de confesártelo, volvería a contártelo con todo detalle, para que vos visités de nuevo tu territorio, ahora recién hollado, a buscar que huellas quedaron, para resarcirme, para darme lo que sólo vos sabes. todo.

sábado, 21 de febrero de 2009

la normalidad...

lo normal no es sino un engaño de estadísticos aburridos. esa campana donde todos cabemos en algún lado, ya sea como rebaño o alejados del rebaño hasta dos o tres "desviaciones estandar". y ya le llaman "desviaciones" o sea, los que nos apartamos y no comulgamos con la media, con esa chusma que hace lo mismo, piensa lo mismo, viste igual y se porta de la misma manera.
julio flores, nos cuenta de un niño adolescente que tiene un bebé, el chavo tiene sólo 13 años, y nos asustamos. ¿acaso Julieta no tenía 12 y Romeo apenas 16?, ¿no es cierto que Alejandro Magno era emperador a los 25? ¿y que Pablo Picasso todavía daba lata con amantes a los 90?
esto porque alguien pregunta mi edad, ¿acaso importa?, como dice arjona, has hecho el amor más veces que mi abuela, y pienso que yo si lo he hecho más veces que mi abuela, pero dudo lograr igualar la marca de mi abuelo.
que me importa si en grecia cogen 500 veces al año y en japón sólo 90, ¿será que no soy normal porque yo no logro más de un orgasmo? y los 30 minutos?, estás presumiendo, casi nadie aguanta más de 15...
acabo de leer a la esclava, y me recordé de esa sensación de que te han cogido en exceso, me acordé de vos y de tus intentos por bajarme la líbido haciéndome coger por horas y horas (y no es cuento), quedaba tan mareada que apenas podía pararme al baño.
la primera vez que noté que no eras "normal" ya teníamos más de 15 minutos de estarle dando y vos como si nada, dejabas que te lamiera, que te diera felaciones larguísimas, que te masturbara, me penetrabas en esta y aquella posición y de eyacular, nada. me dijiste que querías ver mis orgasmos, así que mientras me penetrabas estimulabas mi clítoris sin compasión, mi primer orgasmo te mojó y entonces te emocionaste más: "dame otro" me dijiste, poniéndome boca abajo y siguiendo con la penetración fuerte y suave, adelante y atrás.
intenté defenderme con un truco que siempre me funcionaba, no conocía todavía a ningún hombre que no se quedara muerto mientras me montaba sobre él y lo cabalgaba sin piedad, en cuclillas y bien abierta lo normal era que duraran unos pocos segundos, luego de como doscientas sentadillas, vos seguías como si nada, pidiendo más, y aguantando una erección dura como una roca, sin venirte, entonces preguntabas "¿te cansaste?, ¿no que siempre estás caliente?", y luego me besabas el cuello y yo tenía otro orgasmo más, y de vuelta a comenzar. "chupamela un poquito", "date la vuelta", "dejame ver tu cara mientras explotas" y volvias con las manos y la boca(tramposo), mientras perdías un poco de excitación y comenzabas de nuevo. esa primera vez creo que fueron casi dos horas, lo digo porque el reloj avanzaba y yo lo veía y no lograba entender que parecías tan satisfecho y todavía no eyacularas, hacía lo posible y lo imposible, te tocaba, te excitaba, te lamía, te mordía y vos ponías cara de "lo estoy disfrutando", pero para nada llegabas al orgasmo, llegó un momento en que no pude más y te lo pedí "damelo, por favor, dame un orgasmo tuyo", y entonces tu risa: ¿no que podías pasar todo el día cogiendo?, un par de empujones y el chorro penetró en mi cuerpo, maldito control el tuyo. me quedé llorando y sollozando, todavía ese último empuje consiguió sacarme un orgasmo más, me abrazaste y besaste, nos tapamos un poco y me quedé super dormida. desperté con tu boca succionando mi pezón, a comenzar de nuevo, al fin que era domingo y nadie nos esperaba en ninguna parte.

martes, 17 de febrero de 2009

mi amante perfecto...

estoy sentada, o intentando sentarme, la deliciosa incomodidad es porque estuve contigo, y como siempre, te lo dí todo.
no importa cuanto recorras tu o a donde vaya yo, es tu cuerpo el que tengo en la memoria, ese que llena mis espacios vacíos, el que se mete en mi memoria, son tus manos las que quiero tener dentro de mi.
hay amantes con los que nunca hubiera podido vivir, por muchas razones, los veo, y a veces cogemos y funciona en la cama, pero no funcionaría en ningún otro lado. y han habido hombres a los que amé profundamente, con los que el sexo nunca funcionó. todavía recuerdo un intento de felación que acabó en una pelea, yo quería comérmelo y él no podía tolerar mi boca acercándose a su pene, yo quería que funcionara la relación y lo intenté, el resto era maravilloso e incluso se quedaba luego del sexo mirándome por largos minutos, diciéndome que era su sol y las estrellas, me adoraba, era detallista, pero el sexo era una burla. Yo no era responsable de sus problemas sexuales, era tímido con su cuerpo y el no disfrutarse a si mismo hacía que aquello fuera fatal, luces apagadas y nada de confianza, no podía comérmelo y de ninguna manera me comería, nada de probar kamasutras ni locuras, sexo de matrimonio puritano.
hay otros, con los que he cogido alguna vez (o algunas veces) pero no puedo imaginarme viviendo con ellos, son los que luego del sexo quiero echarlos de la cama y de la casa inmediatamente, su plática me molesta, no puedo tolerar su infame machismo y prepotencia, pero debo admitir que me acaban de regalar una cogida estupenda, de esas que te dejan cansada y feliz.
y luego estás vos.
me aterra cada vez que venís con algo nuevo, porque sé que lo aprendiste en otro lugar, y vos tenés que tolerar mis intentos kamasutricos que no había probado antes con vos. me gusta amanecer en tus brazos, aunque a veces tenemos encarnizadas peleas que asustan a los demás. a veces sos detallista, a veces no me das ni los buenos días, pero el sexo siempre es perfecto, no importa si no trajiste un regalo, me das una noche de placer bendita donde la luna y las estrellas se sienten en la palma de mi mano. también podemos hablar por horas de tonterías, también eres buen amigo.
justo ahora disfruto del dolor exquisito que me dejaste al penetrarme por el ano, sigo recordando tu técnica minuciosa, casi sin dolor, experta, tu forma de insertarte con paciencia, la posición que prefieres aún para penetrarme el ano es viéndome a la cara, y siento que lo has hecho muchas veces más que las que has estado conmigo, quisiera evitar ver las caras de ellas mientras me miras, y no sé si vos mirás los rostros de ellos cuando te acaricio.
somos el uno para el otro, de eso no hay la menor duda.

domingo, 15 de febrero de 2009

Huyendo del compromiso... (el año que viene a la misma hora)

bien, no estuve en la boda, la verdad me molesta el compromiso y decidí hacerles un cuento sobre que pasa años después de la boda... basado en una película vieja de la época de la liberación sexual que usualmente pasan en los canales de películas viejas a media noche.

Encuentro de san valentín:
no sé porqué diablos empezó a llover, el loco febrero me llenó de agua la camisa blanca que se pegó a mis pechos, que más dá. esperando en la esquina como adolescente, con los nervios cociendome la piel y el cosquilleo de felicidad en la cintura.
cogemos religiosamente una vez al año, desde que fuimos amantes y nos quedamos con las ganas el uno del otro, me busca desde el 10 de febrero y el 15 nos tomamos la mañana o la tarde para estar juntos, a veces todo el día, cualquier pretexto nos sirve.
el carro para en la esquina, me subo y le sonrío, nos damos un beso en la mejilla, como si fuéramos marido y mujer, en realidad somos amigos en sociedad y esta cogida anual no es la única vez que nos vemos en el año.
la platica inicia banal "como estás" "yo bien y vos" y tu mujer?, -pues ahora no tiene trabajo, pero está bien, -puta vos, si sé de algo te aviso, -gracias ya ves como se pone si no está trabajando, y aquel como está, -bien, pero le prohibieron fumar, se enfermó el año pasado.
seguimos poniendonos al día, sin hablar de lo que sigue, como si sólo fueramos amigos, de pronto llega el tema: ¿vamos a donde siempre?, -¿no lo cerraron?, -no, sólo lo remodelaron, ahora está bien chilero.... dicen.
silencio incómodo, -pues me han contado, -yo ni idea, vos, las mujeres no hablamos de moteles tanto como los hombres.
la risa relaja un poco, temo que el siguiente tema sea "¿pagás vos o pago yo?", porque entonces me bajo, ya la líbido ha comenzado a descender y seguimos hablando de el real madrid y la puta madre que los parió.
la puerta del motel "remodelado" tiene un enorme rótulo "ahora todo es automático", entonces me confiesa que ya ha hecho las reservaciones por internet, y que pagará él "es una fecha especial vos" ¿cual fecha?, ¿que estamos celebrando por la gran...?
digita un código en una terminal y la puerta automática de un garage se abre, entramos, este era nuestro lugar hace unos años, cuando la calentura de verdad nos agarraba, pero entonces era lúgubre, ahora entramos a un salón claro, con decoración kitsch y amplio, pétalos de rosas en la entrada y en la cama, me siento como una adolescente a la que le prepararon una inolvidable primera vez.
un momento más tarde la pasión nos ha invadido, besos, abrazos, caricias, mi cuerpo lo recuerda claramente y me dejo llevar, beso su pecho y sus brazos, se pone de espaldas a mi y se deja acariciar también.
la puerta del baño se abre y de el sale una preciosa morena, vestida sólo con un bikini negro, mi extrañeza se diluye cuando ella camina hacia mi quitandose el sosten y acercando su boca a la mía y luego comienza a desnudarme, él se sienta en un sofá y puedo verlo tomar algo de agua, la morena juega conmigo durante un rato, me convence, me acuesta en la cama y mete su lengua para excitar mi clítoris, él ha estado observando, hasta que decide participar, entre ambos me llevan por los caminos de la lujuria, una mujer con suficiente experiencia y un hombre que ha decidido regalarme una fantasía que le conté hace tiempo.
terminamos los tres exhaustos y contentos, nadie como él para encontrar la mejor manera de celebrar la primera vez que necesitó tomarse una viagra.

miércoles, 11 de febrero de 2009

boda virtual (misionero y normalito)


que mal, nadie votó por el misionero... tan poca popularidad tiene el viejo misionero.
un poco de historia nos dice que se le llama "misionero" a esa pose tradicional con la mujer de espaldas y el hombre encima, se decía que los misioneros cristianos solo cogían así y por eso los "nativos" los espiaban y les daba risa (hay que recordar que los puritanos no hacen sexo oral, menos anal).
esta pose es deliciosa, porque hay buen contacto con el punto G, y es la que tradicionalmente se usa para desvirgar. pero por supuesto, con una mujer casi inerte yaciendo debajo, sin moverse, sin hablar, y un hombre haciendose pedazos encima, la cosa no es nada satisfactoria.
creo que las veces que más me ha gustado ha sido con una almohada bajo la pelvis que permiten moverse hacia los lados, y yo también elevo y bajo el pubis, para aumentar la sensación, la otra es entrelazar las piernas sobre su espalda y sentir que se inserta hasta adentro, en fin, hasta el misionero es satisfactorio si se hace bien y con arte.
estoy metida en un rollo bloguero de boda virtual, así que les dejo la figurilla perfecta para el pastel de la ninfómana, y a ver con quien me emparejan.

domingo, 8 de febrero de 2009

el amigo

hoy es domingo, y me lo estoy tomando con calma, así que les hablo de mi amigo Henry.
ese amigo que les cuento y que no se llama Henry por supuesto, es una constante en la vida de mujeres como yo, aunque supongo que los hombres también tendrán sus Henrrietas y no mientan, somos muchos los que tenemos este tipo de amigo.
Henry era muy amable, caballeroso, el tipo de cuate que uno presenta a sus padres y ellos se emocionan por lo que ven, además era el aliado perfecto de una mujer que vive sola, normalmente me ayudaba a lidiar con carpinteros, fontaneros, albañiles y pintores, todos esos "entes" que al ver a una mujer sola intentan cantinearsela o sacar ventaja, así que él me ayudaba haciendo parecer que vivía con él.
también era mi paño de lágrimas, yo casi no tenía amigas, pero a él le podía contar cualquier cosa: que el cuate con el que andaba había resultado ser casado, que la fulana me hacia caras, que la dieta no funcionaba, etc. y no me juzgaba para darme consejos, sabía de mis prácticas sexuales y a veces era mi proveedor de condones.
llegué a extremos con él, me lo llevé a conciertos donde el "otro" iba a estar con su pareja oficial y para apantallar hasta lo besé en público para "disimular". y luego hacerle la trastada de dejarlo plantado mientras me iba de la fiesta con otro.
durante mucho tiempo pensé que era homosexual, aunque de pronto aparecía con una novia que le duraba poco, me contaba que tenía la idea de encontrar a la pareja ideal algún día, pero se concentraba en sus estudios antes de planteárselo.
una noche incluso lo llamé porque el techo crujía y parecían pasos de personas, me contestó medio adormilado (eran las 3 de la mañana) y mientras yo le describía mi miedo me decía "querés que llame a la policía?", y yo contestaba, "¿como se te ocurre? no, ya sabés que estoy sola". y luego "entonces querés que me vaya para allá y duerma con vos?", y yo, "menos, no, quedate un rato en el teléfono y oíme". al final descubrimos que era una gata en celo correteando con su pareja y lo escuché roncar en el teléfono, se había quedado dormido, yo colgué.
descubrí que me había deseado siempre cuando lo llamé por lo de las pelotitas de ping pong, no le tenía vergüenza porque más de una vez me había desnudado en su presencia (no completamente) y además porque pensaba aún que era gay.
luego de esa noche decidimos que íbamos a coger, me confesó que me deseaba, pero que entendía que yo no me interesara en él, además, me dijo, yo no te ofrezco nada a largo plazo. (por alguna razón, siendo como era, él creía que todas las mujeres vamos detrás del matrimonio, y la atracción no era para tanto)
la cogida no fué memorable, no hubieron estrellas ni fuegos artificiales, estuvo bien, tanto él como yo teníamos más miedo de quedar mal que pasión, no lo hicimos en mi casa, fuimos a un motel, cosas mías acerca de contaminar mi espacio (además no quería que se quedara toda la noche) creo que sentí que se lo debía, nos acoplamos lentamente y al final ambos quedamos satisfechos. fué el inicio de una amistad con derechos, pero sin compromisos, sólo alivio para el insomnio,un espacio de práctica donde ambos nos confesamos nuestra adicción a las peliculas porno y probamos algunas cosas (no todas) después, mas adelante se quedó alguna vez en mi casa.
encontró un trabajo en un pueblo cercano, allí conoció a una maestra con la que se casó. y entonces comprendí lo que él buscaba: una muchacha virgen que le diera hijos y le cuidara la casa.

viernes, 6 de febrero de 2009

american pie y las cosas que hacemos en la adolescencia

este es el momento de confesar, bueno, de contar algunas de esas cosas absurdas que hacemos los adolescentes calientes. el que sea sensible deténgase aquí, o luego no se quejen.
las historias de bestialismo en el campo son muchas y aunque era absurdo y de risa, el pastel con el agujero de american pie era muy interesante.
cuando yo estudiaba el primer año de básico tenía un compañero que me enseñó muchas cosas, era el hermano del marido oficial de la dueña de un burdel y vivía en el burdel.
una de sus especialidades era masturbarse con cosas diferentes, aceite, margarina, una papaya madura, miel (uff), y luego lo contaba a todo el mundo. tambien es el responsable de mi aversión a los tatuajes, porque en plena clase tomaba una aguja y un botecito de tinta china, y procedía a hacer pequeños agujeros en su piel, uno por uno y luego los llenaba con un algodoncito con tinta china.
una pequeña escuela esa.
para mi la masturbación no incluía penetración, se circunscribía a estimular mi clítoris, pero luego me comenzó a perseguir la necesidad de la penetración.
eso también está lleno de cuentos como los de las chicas de un instituto que se metieron una botella y luego no la pudieron sacar y tuvieron que llamar a los bomberos.
nunca me interesaron los vegetales, zanahorias, pepinos y demás que se rumora que se usan, pero veía bastante porno, allí encontré una inspiración: pelotas de ping pong.
una noche, calentura hasta arriba, pelotas de ping pong nuevas en la mochila, pues decidí probar.
quince minutos más tarde estaba arrepentida, la pelotita se atascó y no podía sacarla, la calentura ya había bajado, pero igual, hacía intentos y la pelotita no salía.
al final decidí llamar a uno de mis amigos, alguien con quien nunca había cogido y llegó rápidamente. no recuerdo que usó, una pinza de cejas, creo, y la sacó sin mucha dificultad.
el comentario siguiente fué "la proxima vez que estés tan caliente, llamame a mi", por supuesto que lo hice, y significó una mejoría en mis noches de insomnio.

martes, 3 de febrero de 2009

zoofilia (y otras cosas que no haría) otro filosófico

aunque me sigo etiquetando como "ninfómana" y algunos blogueros han comentado que "no hay nadie que pueda coger tanto (todavía estoy por debajo de las 300 anuales de los griegos)y a pesar de que he probado por muchos lados, tengo algunas reservas.
como dije alguna vez, las perversiones compartidas entre dos adultos concientes, pues no lo son tanto, usar a alguien (persona o animal) es perverso, igual que la violación, porque la otra persona nunca dijo si (el animal ni entiende). recuerdo a un hombre que le hacían bromas en la calle porque despedazó a una gallina, aparte de que no es erótico, es grotesco y asqueroso.
tal vez uno siente que deslizarse por este espacio de perversiones nos pone en contacto con lo mas bestial del ser humano, es uno el que decide. si lo hace o no y no debería ser forzado.
el sexo anal llega a ser delicioso con la práctica, pero al principio es dificil, igual que la felación, comerse el primer pene es complejo, pero luego... es más fácil y gusta y uno quiere más y más.
todo esto viene por el header nuevo, hace unos meses alguien me envió un header para mi blog, pero parecía más el anuncio de una barra show, y esto no es comerciar con el sexo, es entenderlo y disfrutarlo sin medidas, pero no es una barra show, o sea, hacemos lo que queremos, cuando queremos y con quien queremos, pero no nos hacemos propaganda, ni vendemos fantasías.
el otro problema es que usaba un cuerpo femenino y masculino fuera de la realidad. seamos sinceros: el que esté libre de panza que tire la primera piedra. y hay otras cositas que no enseñamos tan fácilmente. he cogido con hombres que no se quitan los calcetines porque no les gustan sus pies, con otros que lo hacen a oscuras, porque no les gusta su cuerpo y en el vestidor del equipo de volley, conocí a una chica con un pezon en la axila y otro en la cadera.
así que me encontré a esa mujercita, tiene más de un siglo pero ya era caliente, su mirada dice que no está avergonzada, que luego su amante-marido o lo que sea, se la va a coger al verla tan linda (incluso tiene la planta de los pies sucios) y a la par el símbolo perfecto de la sexualidad reprimida: el corsé, elaborado para enseñar más las formas y al mismo tiempo para evitar la cercanía (con varillas de alambre y encaje transparente.
también es para decirles: ¿no saben que su mamá también cogió?, y lo disfrutó, por cierto, así que dejemonos de babosadas y disfrutemos la sexualidad, siempre hasta los límites de lo permitido... (o hasta donde quieran)