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Viajando por Galicia; Santiago
11:31¡Aloha! Hoy vengo con una entrada muy especial. Como ya muchos habréis visto por mis redes sociales, he pasado unos fantásticos días en...
¡Aloha!
Hoy vengo con una entrada muy especial. Como ya muchos
habréis visto por mis redes sociales, he pasado unos fantásticos días en el
Norte, concretamente en Galicia, y quiero haceros partícipes de esta bonita
semana con una serie de entradas que comienzan hoy, con el increíble primer día
en la imponente Santiago de Compostela.
El vuelo de salida fue, para qué negarlo, una locura. Uno de
estos maravillosos vuelos Low Cost que te obligan a estar a las cuatro y media
de la madrugada ya en esperando al avión. No vamos a mentir, estaba muerta de sueño, pero creedme
que se me pasó al llegar al increíble aeropuerto de Santiago. Ya había visto
algo por la ventanilla, pero no me imaginaba que hasta algo tan simple como
unas pistas de aterrizaje pudiesen ya dejar ver tanta belleza. La niebla, el amanecer
y la naturaleza al fondo; el marco de mi llegada.
Maleta: Geographycal Norway |
Tras coger un bus llegamos en poco tiempo al centro de la
ciudad. Allí nos encargamos de dejar el equipaje y lanzarnos a disfrutar de
nuestro primer contacto con la mágica Compostela. En un punto de este día la guía
nos comentó que no sabía qué era; si quizá la carga histórica, las
construcciones de granito, que emiten radón (un gas noble radioactivo), o un
enorme cuarzo que recorre los alrededores de la ciudad por debajo, pero que Santiago
se sentía de forma especial. Podéis apostar que es cierto.
Plataformas: Primark |
Comenzamos el día dando una vuelta por la estación de trenes
para aclarar un par de destinos (que por supuesto veréis en próximas entradas),
y dando una vuelta por el centro histórico de la ciudad. He de decir que no me
esperaba ni en mis mejores sueños un lugar tan idílico. Mirases a donde mirases
te encontrabas en un entorno de árboles y vegetación, y las calles lejos de ser
las industriales y modernas aceras infestadas de edificios aglomerados, eran callejuelas
empedradas con casas bajas y un respeto tremendo por la historia que llevaban
detrás. Como si en algún punto indefinido el tiempo hubiese decidido ponerse en
pausa para deleitarnos a todos de un pequeño rincón al margen del mundo.
Chokers: Stradivarius |
¿Qué decir del clima? Desde que tengo uso de razón recuerdo
querer ir al Norte, el frío me enamora, y no es algo de lo que pueda disfrutar
demasiado en Valencia, así que para mi ver aquellas nubes y temperaturas por
debajo de los 20ºC en pleno Septiembre fue un sueño. ¿Y nuestra primera comida
allí? Pulpo a la gallega, por supuesto. Admito que no soy especialmente fan de
este plato, pero juro que me supo a gloria, y ya no sé si fue por el hambre, la
emoción, o realmente he vivido engañada pensando que no me gustaba.
Nuestra siguiente parada fue el parque de la Alameda, si no
recuerdo mal el más grande de la ciudad. Cómo no, fue un contacto pleno,
chocante y nuevo para mí con una naturaleza completamente diferente a la que
estoy acostumbrada. Especies vegetales que no son habituales en el
mediterráneo, y lo que más me impactó; troncos verdes llenos de musgos y de
vida. Además tuvimos el placer de ver árboles enormes, de siglos de antigüedad,
y más grandes de lo que habría podido imaginar nunca.
| Parque de la Alameda | |
Una de las cosas que más me gustó del parque de la Alameda
fue las preciosas vistas que ofrecía. Desde allí arriba (que por cierto, además
tiene dos miradores), se puede ver la ciudad en su esplendor, con las
imponentes catedrales presidiendo el paisaje.
Tras la comida he de admitir que caí rendida. Después de
haber dormido solamente dos tristes horas, solamente quería tirarme en la cama
del apartamento y descansar para poder disfrutar del resto del día en
condiciones. Y dicho y hecho, al despertar me preparé el Google Maps y me
dispuse a buscar a mis padres perdiéndome por las callejuelas.
Pantalones palazzo: Zara Trafaluc |
El resto de la tarde lo pasamos en el centro histórico,
subiendo y bajando cuestas (que de eso hay mucho... MUCHO en Galicia), y viendo
rinconcitos que estoy segura que nunca olvidaremos.
Al atardecer decidimos ir al punto más importante de
Santiago de Compostela, la meta del famoso Camino, la Catedral de Santiago. Estaban
de restauración, sí, pero he de decir (y lo reconoce una persona muy poco
fanática de las Iglesias) que fue un momento mágico. Ese lugar tiene algo, lo
juro. Millones de personas, promesas, emociones, esfuerzos y energías
condensadas en un único punto. La vibración se nota en el aire, y cualquiera
que lo haya visitado lo sabe.
Body negro: Zara Trafaluc |
Allí nos quedamos admirando la catedral, sentados y luego
tumbados en el suelo, con decenas de personas haciendo lo mismo que nosotros.
No sé cuánto tiempo pasó, perdí a noción del tiempo hasta que al final apareció
por allí una suscriptora que tuve el placer de conocer (un besote enorme Celia, para ti y para tu chico, gracias por aparecer y por ser tan agradable).
Tras este punto, se acabó haciendo la hora de cenar así que
fuimos hacia una calle que nos había recomendado Celia y cenamos por allí en
una pequeña terracita la mar de agradable. Si hay algo que definitivamente
descubrimos, es lo extremadamente común que es comer allí de tapeo (o raciones,
como lo anuncian en la mayoría de los bares). Juro que no he probado unas
croquetas mejores que aquellas.
Reloj: Casio | Pulsera: Xiaomi Band |
Y finalmente cerramos el día en Santiago con un tour
nocturno por la ciudad, mezclando un poco de cultura, misterio, y leyendas. No
recuerdo la última vez que había mantenido la atención tanto tiempo; hora y
media de pura concentración y fascinación. Tenía muchísima curiosidad por todo,
y de corazón os recomiendo que hagáis esa pequeña vuelta si vais a Compostela.
Si mal no recuerdo, se anunciaban como " Free Tour Santiago", pero si
vais a la Plaza del Obradoiro a las 21:30 es probable que las encontréis con un
paraguas rojo. Merece la pena conocer más de esta fantástica ciudad y así poder
apreciar cada detalle del camino.
En definitiva, el primer día en Santiago de Compostela, fue
una auténtica maravilla, que dejó el listón muy alto para el resto de la semana.
En la próxima entrada os contaré mi segundo día en Galicia, así que ya sabéis
que si os ha gustado tan sólo tenéis que seguirme, apretando el botón
"seguir Blog" que aparece a la derecha.
Espero que os haya gustado mucho y poder leeros por los
comentarios, ya sabéis que estoy encantada de contestaros. ¡Nos vemos muy pronto en la próxima
entrada!
Un besote enorme,
Sandra.
| Parque de la Alameda | |