La mañana nos regalo la mayor nevada que ha caído por estos lugares en mucho, muchos años y yo con raquetas nuevas, la mezcla estaba realizada. Cargo la mochila con lo habitual en una salida de un día, cojo los bastones y como no las raquetas nuevas. La ruta sin definir, depende de la cantidad de nieve caída, primero subir a San Quilez y una vez allí, ya veríamos. Pues según subía, el espesor de la nieve aumentaba, hasta 20cm de nieve en lo alto, con unas vistas realmente bonitas, del estrecho
de Priego y de toda la hoya del infantado.
