No hay queja del principio de año respecto a la pesca. Buenos ejemplares y muuuuuuuuuuuuuuuchas pequeñas, éstas últimas devueltas todas a su medio. En este caso se trata de un macho de 3.2kg, puro nervio. Como tiran estas locomotoras, ponen el equipo a prueba en cada carrera y lucha por soltarse del engaño. Están muy potentes en estas fechas, antes de su ida y regreso de las artes amatorias que los devolverán mucho mas delgados y débiles en unas semanas. Este año parece que tendremos lubina en los meses mas parados que suelen ser Febrero y Marzo, por que nos encontramos con róbalos muy verdes de huevas y otros con barras de pan . Mucha diferencia de madurez entre éllas. Veremos que ocurre en estas próximas semanas.
Noche cerrada, zona mixta de roca y arena, pateada infernal para llegar a la zona y bastante mar de fondo dirección oeste. Pocos lances llevaba el vinilo artesanal cuando en una recogida siento una frenada en el hilo, pero continúa la natación del vinilo. Pocos metros de trenzado después, picadón!!! Se mete unas carreras que junto con el espumero y corrientes me saca mas hilo del que me habría gustado. Me resulta complicado controlarla y tengo piedras a mi derecha, que como no, hacia allí tiraba la corriente y el róbalo. No tenía forma de zafar esa piedra debido a la escasa movilidad del lugar. O estas allí o estás allí, no hay otra opción.Calzo un equipo para las circunstancias: caña iridium 3,60m 60-180gr, carrete soron stx60 y power-pro de 20lb rojo directo a la grapa. El trenzado bordéa parte de la roca y el róbalo tras la misma, pegándose todavía alguna carrera y múltiples cabezadas. Con la caña completamente doblada hacia mi izquierda desde el inicio de la peléa, intento sacarla de detrás de la roca con el roce continuo del trenzado con la piedra. El freno muy apretado como siempre que pesco en zonas complicadas y forzar la situación son las únicas salidas a estas situaciones. Con mucho trabajo y sudando tinta consigo adelantar el róbalo a la piedra y ahora ya era cosa de paciencia y poco a poco acercarla hasta que una ola me la ponga en seco. Así fue, la varé con una ola que me pringó ligeramente y mano a las branquias para sentir su poderío en mi brazo. Esbelto y precioso, una lástima que no hubiese luz natural porque habría sido una lucha preciosa de ver plasmada en video.
S2 E BOAPESCA.