Vestida de noche
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Dejaste de lado a la luna
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quitando toda distracción
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pues ella no era la estrella
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tan solo su decoración,
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pero no conforme con esto
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la noche quiso estar en ti
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ser parte del mismo deseo
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y arrojarse en piel ante mi.
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Tu boca pedía una brisa
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de prisa, sin una objeción
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un soplo que calme la hoguera
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o que reanimase el fogón,
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sin tiempo para las promesas
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le dimos de lleno al amor
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logrando engañar a la luna
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que había ido en busca del sol,
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y tú con tu mejor encaje
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decoraste su deserción
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vistiendo al desnudo el deseo
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y a fuego, la noche que ardió.
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RICKY ROSE
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El Mentirón
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En invierno las temperaturas se desplomaban. Los parroquianos, con gorros
de lana, botas y bufandas en lugar de txapelas y alpargatas, buscaban el
cal...
Hace 4 días