Tentación
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Mordí la manzana prohibida
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podrida a los ojos de aquel
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que tilda de infiel al más santo
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por ver acosado su edén,
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pendiendo del árbol ajeno
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madura, llamó mi atención
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no pude evitar su caída
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hundiéndome en la tentación,
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perfecta lucía a lo lejos
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brillante y a mi voluntad
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su dueño cuidaba otro fruto
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y el lobo a su propiedad.
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Dispuesto a morder el deseo
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y exento de toda razón
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tomé la manzana en mis manos
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queriendo probar su sabor,
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más ella, perdida y sin sueños
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tomó la mejor decisión
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cansada de ser relegada
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se dejó abrazar por el son,
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y envueltos por la melodía
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tocamos la dulce canción
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su cuerpo fue mi partitura
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mis manos, sus notas de amor.
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RICKY ROSE
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El Mentirón
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En invierno las temperaturas se desplomaban. Los parroquianos, con gorros
de lana, botas y bufandas en lugar de txapelas y alpargatas, buscaban el
cal...
Hace 1 semana