Después de estar todo el pasado sábado pintando paredes varias de la casa (sigo compensando el viaje a Chile), la MDR me soltó “vete mañana a pescar todo el día”, así que me abalancé al ordenador para ver qué cotos sobrantes había para ese domingo.
“Coto de Gradefes….. hummm, hace que no lo pesco cuatro años… pero el Esla a 10 de julio es un mar…. Bueno, siempre puedo pescar aquella manga….”
Al día siguiente a las 09,30 (hay que aprovechar bien el permiso) estaba enfrente del pedazo azud que han hecho en mitad del coto para trasvasar el agua para riego, con los ojos como platos. No solo el cambio brutal que esta obra ha hecho al coto era lo que me dejaba con la boca abierta… ¡¡¡ el río bajaba con un caudal perfecto, como si de septiembre se tratara!!!
Posteriormente me he enterado de que debido a una reparación de las compuertas del embalse de Riaño y durante unos días cortaron agua, pero entonces consideré un suerte divina este suceso.
Primero pesqué la inmensa tabla que ha quedado entre el nuevo azud y el puerto de las monjas (si no me equivoco, pues mucho ha cambiado el tramo) sin resultados por lo que me temí lo peor, más teniendo en cuenta que se podía acceder sin problemas a las mejores posturas.
Decidí pasar de este sitio y subir hacia las curvas de San Cipriano justo en el momento en que apareció un helicóptero anti incendios a recoger agua y al que pude hacer un par de fotos.
Una vez en las curvas de San Cipriano todo cambió, el coto volvía a ser el conocido de siempre y las truchas daban cara sin problema tanto a la mosca seca como a la ninfa que llevaba en tándem.
En fin, que disfruté de un día de suerte en mi reencuentro con este coto al que he encontrado mejor de lo que suponía, aún con el daño a la vista que hace el monstruo del azud.
Os dejo las fotos de la jornada.
Fotos del azud.
Inmensa tabla
Puerto de las monjas?, donde acaba la tablona.
Helicóptero recogiendo agua del embalse.
Capturas.
Bonitas libreas.
"Caída" muy productiva. Aquí se ve bien el caudal que bajaba.
Gorda típica del Esla.
Esta es la isla que forma el río a la altura de San Cipriano, se podía vadear incluso por el medio.