¡Hola a todos!
Perdonad las fechas en las que subo este post, el tiempo se fue volando y yo tuve mil cosas que hacer, como viene siendo habitual. Brevemente os cuento cómo fue esa segunda semana de diciembre, mi día a día fue de lo más aburrido, solo me dediqué a estudiar y a hacer trabajos de la universidad, así que me he dedicado a enseñaros algunas de mis comidas. Por lo menos, un día sí pude sacar algo de tiempo y aproveché para cuidarme un poquito.
¿Qué más cosas buenas hubo esta semana? Pues unas ricas croquetas caseras que hicimos mis compis de piso y yo, y algún ratito para seguir leyendo.
El miércoles, para variar, seguía aún con mis días de estudio (y merienda para descansar).
Y llegó el jueves, el día del penúltimo examen del año, con un poco de desconexión a la hora de comer (estoy viéndome la serie de animación Avatar, la leyenda de Aang) y... a seguir estudiando (repasando hasta la hora del examen).
Por fin llegó el viernes (el día de después del estresante examen), ¿creíais que tocaba descansar? Ni mucho menos, había que ponerse al día con los trabajos que habíamos dejado de lado toda la semana, pero ya por la noche pude relajarme viendo un directo en instagram presentando un libro (de Sebas G. Mouret, junto a Fa Orozco, ambos booktubers que sigo hace mucho).
El sábado, para desconectar y disfrutar un poco, hice la comida junto con mis compis de piso (pollo al curry) y me tomé el día ya con más calma (aunque sin pausa).
Como ya he comentado antes, me ha sido imposible seguir con los blogmas de las siguientes semanas (aparte de que no habrían sido muy interesantes porque tuve mucho trabajo con la universidad), así que haré aquí un mega resumen de mi tercera semana de diciembre:
El miércoles hicimos comida grupal de nuevo y nos comimos dos hermosas tortillas de patatas y... ¡a seguir estudiando! (para el último examen, que era el jueves por la tarde).
Y ya el viernes aprovechamos que se podía salir y fuimos a tomar unas tapas (¡migas!) para despedir a una compañera del piso, que ya volvía a su casa por navidad.
El sábado amaneció con una niebla súper densa (que esto eran las 10 de la mañana, no las 7), y no se quitó en todo el día, menos mal que no tenía que ir a ningún lado porque hizo un día muy desagradable. Aunque para quitarme las penas y quedarme con buen sabor de boca de ese último fin de semana, me comí una señora hamburguesa (¡con huevo!).
Se acaba la semana y el martes siguiente tomé rumbo a mi casa por fin, después de bastante tiempo, para poder pasar las navidades en familia.
Ojalá que podáis pasar la navidad con vuestros seres queridos, y sino ¡mucho ánimo! las próximas navidades esperemos que no sean tan diferentes a las habituales.