A las cuatro salimos caminando hacia Cervera de Pisuerga, a dos kilómetros de Arbejal
El concierto final lo vamos a hacer en la iglesia de Santa María del Castillo y queremos hacer una prueba de sonido.
El cambio de acústica de la carpa donde hemos estado ensayando estos días a la iglesia es considerable
pero si hay algo que aprendemos en la EVE es precisamento el tener ajustar y adaptarnos a las circunstancias. De una acústica sin eco pasamos a tocar y cantar en esta bóveda sonora que todo lo amplifica de forma muy distinta
Comenzamos el ensayo con la orquesta de mayores y luego la de pequeños para dejar ya colocado todo para mañana. En este círculo sonoro, el coro suena de manera espectacular
Toda la EVE ha tenido un leitmotiv de pájaros. Una de las canciones del coro fue el motor para el tema y la invitación de imaginación y color. Maite la compuso. Verla cobrar vida y hacerse grande día a día ha sido un maravilloso regalo
Al terminar, dejamos los instrumentos en la iglesia y nos preparamos para el Paseo musical, justo después de merendar
Dos aves nos guían
A lo largo del camino irán encontrando a otras aves que serán invitarán a unirse al grupo y escuchar músicas.
Suena Corelli,
suena Casals,
Las aves nuevas, tras escuchar, eligen y se transforman
En el paseo, las calles se transforman con los músicos y quienes les escuchan
Es un paseo por Cervera pero también por interioridades
y espacios sonoros que nuestra música llega a transformar
Hay gente que se nos suma por el camino
A pesar del ruido que hay en el centro de la ciudad, conseguimos nuestro espacio
La música llena la calle y en cada parada, alguien más se sienta con nosotros y escucha
Son los sikuris quienes terminan
Los pájaros, transformados y guiados por las dos aves reinas, consiguieron una magnífica rueda de extraordinarias cualidades
Salimos cantando y tocando Coplas de marzo, acallando ruidos, recolectando sonrisas
El camino de vuelta al albergue llenó con otros sonidos el final de la tarde.