Después de recibir
noticias de J y de E, por la noche en plena celebración postselección me encontré con
R. Esta chica me pierde pero no soy lo que busca. La encontré en un bar e iba espectacular, en su línea vamos. Parecía recién salida de casa y eso que ya era de madrugada. Me miró de arriba a abajo como ella hace siempre y me dijo que con mi
look playero casi no me conocía. No era look playero sino veraniego, es decir, el del 90% de personas por estas fechas. Lo que pasa es que ella es muy divina. Como mi horario de esta semana está complicado me dijo que fuera un día a buscarla al trabajo para ir a comer juntos. No sé, no sé...
El viernes me fui a mi ciudad natal y me quedé sin salir. Desde que pasó lo que pasó con mis examigos y
amarillo no es que me sobre gente con quien salir, más bien al revés. Pues bien, mi mejor amigo estaba escayolado y mi otro mejor amigo sí que salía pero no me gusta cómo se lo monta.
Su plan y el de sus amigos, que no son los míos, es ir a bares de maruditas a observar o más bien a babear y de paso, si cae algo mejor que mejor. Entre ellos me siento algo incómodo y no es mi plan ideal de viernes noche. Además cuando digo bares de maruditas me refiero a gente que pasa ampliamente la treintena.
Y el sábado tuve boda. No me emocionaba lo suficiente pero no me quedaba más remedio. Se casó una de las chicas con las que estudié la carrera y sé que ella quería que estuviese allí. Dos años después de mi última boda volví a ir solo y a sentirme algo fuera de lugar
entre tanto amor. Quien más quien menos tiene su pareja pero yo aún sigo buscándola. A ver si la siguiente...
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Hoy, otra vez, en mi nueva ciudad aunque por poco tiempo ya que el sábado me voy a... Londres!!! (por tercera vez)
Etiquetas: historias, pensamientos, situaciones