A veces me embarga
un pensamiento extraño:
¿Porqué te he dado el alma?
¿Porqué te quiero tanto?
Me responde el silencio…
Creo que es demasiado…
© 2008 Alma Mateos Taborda (princesa_azul)
LOS OJITOS DEL ABUELO
Los ojitos del abuelo se quedan mirando lejos,
cuando se sienta en la playa custodiando el horizonte.
Va temprano en las mañanas, y siempre regresa
cuando llega la oscuridad, al insinuarse la noche.
Pone sus ojos cansados donde simulan unirse,
la sal del mar con la espesura del cielo;
sus ojos se quedan fijos sin parpadear…, inmutables,
como una fotografía con los grises del silencio.
¿Será que el abuelo tiene ojos heridos de pena?
¿Será que está recordando su viaje de polizonte?
¿Será que anhela volver por una vez a su tierra?
¿Será por eso que mira la línea del horizonte?
Los ojitos del abuelo, le duelen a quien los mire,
tienen sueños de nostalgias vividas muy en secreto.
Tienen historias largas, que recuerdan y nunca dicen,
para no regalarle a nadie, angustias ni sufrimientos.
Los ojitos del abuelo se quedan mirando lejos…
tal vez él sueña volver, por una vez a su tierra.
Tal vez juntaron tristezas por los caminos del tiempo;
lo cierto es que sus ojitos, llenan el alma de penas.
© 2008 Alma Mateos Taborda (princesa_azul)
MIENTRAS LLUEVE
La lluvia moja los cristales de las pálidas ventanas,
porque el cielo ha comenzado a jugar a carnaval,
los árboles ríen y se mecen, por las cosquillas ufanas,
que las gotas de agua mansa, les hacen al mojar.
Y yo también me pueblo de ansiosas alegrías,
porque llegarás con el rostro mojado y feliz,
con tu sonrisa de siempre en atenta vigilia,
y tus brazos abiertos, para ceñirme a ti.