
sábado, 20 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía sexual (V)

viernes, 19 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía sexual (IV)

jueves, 18 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía sexual (III)

miércoles, 17 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía sexual (II)

martes, 16 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía sexual (I)

lunes, 15 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía creativa (IV)

domingo, 14 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía creativa (III)

sábado, 13 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía creativa (II)

viernes, 12 de marzo de 2010
El segundo chakra: El desafío de administrar la energía creativa (I)

jueves, 11 de marzo de 2010
Fase cinco: El Dios creador (Respuesta creativa)

miércoles, 10 de marzo de 2010
El segundo chakra: Elección y relaciones

martes, 9 de marzo de 2010
El segundo chakra: El poder de elección

lunes, 8 de marzo de 2010
El segundo chakra: El poder de las relaciones (II)

domingo, 7 de marzo de 2010
El segundo chakra: El poder de las relaciones (I)

sábado, 6 de marzo de 2010
Declaración de autoestima

viernes, 5 de marzo de 2010
Primer chakra: la justicia (VI) Tercera parte y última del primer chakra.

Retomo el libro de Caroline Myss "Anatomía del espíritu". Los enlaces inferiores te llevarán a las anteriores entradas.
- ¿Que creencias heredó de su familia?
- ¿Qué creencias de las que aún tienen autoridad en su modo de pensar puede reconocer que ya no son válidas?
- ¿Qué supersticiones tiene? ¿Cuáles tienen más autoridad sobre usted que su capacidad de razonar?
- ¿Tiene un código de honor personal? ¿Cual es?
- ¿Ha comprometido alguna vez su sentido del honor? Si lo ha hecho, ¿ha dado pasos para sanar eso?
- ¿Tiene algún asunto inconcluso con sus familiares? Si es así, haga la lista de los motivos que le impiden sanar sus relaciones familiares.
- Haga una lista de todo lo bueno que piensa que le ha venido de su familia.
- Si tiene hijos a los que está criando, haga una lista de las cualidades que desearía que sus hijos aprendieran de usted.
- ¿Qué tradiciones y ritos tribales conserva para usted y su familia?
- Describa sus características tribales interiores que le gustaría reforzar y desarrollar.
jueves, 4 de marzo de 2010
Flores de Bach. Chicory (II)

Detrás de cada estado Chicory hay un profundo vacío anímico, un vacío interior, a menudo la sensación de ser indeseable y no querido por nadie. De hecho, no pocas veces antecede a un estado Chicory negativo una infancia desprovista de amor. Algunos describen este sentimiento como un agujero negro o un tonel sin fondo que necesita ser llenado sin cesar con dedicación, reconocimiento y autoconfirmación. Para satisfacer esta necesidad en estado Chicory negativo, la persona pone en juego su recia voluntad y todo su destreza manipulativa. Como en un estado tan vacío uno mismo no puede dar amor, se sufre de inseguridad interior y variados miedos de perder. Cuando a pesar de este déficit afectivo, se logra activar los sentimientos estos tienen inevitablemente carácter de inversión: "Te amo, a condición de que..." Una experta inglesa en el sistema Bach describe gráficamente el estado Chicory negativo como el de The Needy mother" (La madre necesitada", en contraposición al estado Heather, "el niño necesitado".
En los individuos acentuadamente Chicory existe en potencia una gran fuerza interior y auténtica capacidad de amar, que también se puede despertar si la persona está dispuesta a realizar un giro interior. Evidentemente, el agujero negro sólo se puede llenar con la fuente del amor que brota en nuestro interior, que fluye incesante de nuestra alma. Tan pronto ponemos abnegadamente esta actividad al servicio de los demás y del Gran Todo, de acuerdo con los mandamientos de nuestra alma, advertimos como esta fuente de amor divino comienza a manar y sentimos crecer en nosotros una fuerza y seguridad increíbles. Entonces ya no necesitamos imponer la dedicación y el amor, porque vendrán por si sólos. Tampoco habremos de temer volver a perder esta dedicación, porque la fuente interior del alma no se agota.
El propio Bach comparó el estado Chicory positivo con el arquetipo de la "madre universal", el potencial maternal del alma que está latente en todo ser humano ya sea mujer u hombre. Los esotéricos dan a este respecto la hipótesis de que en Occidente hay tantos individuos en estado Chicory negativo, porque se han separado de la conciencia demasiadas facetas de esta gran energía madre arquetípica y sólo se han concentrado en la Virgen María, por ejemplo. Otra interesante reflexión esotérica es que los individuos que en muchas existencias han estado bajo la influencia universal de una "madre Iglesia" que exige obediencia incondicional, están especialmente predestinados a los estados Chicory negativos.
En estado Chicory positivo, la gran energía maternal puede ser desembolsada positivamente, sacamos de lo que está lleno, podemos dar desinteresadamente, sin esperar una retribución o exigirla interiormente. Abogamos por los demás con auténtica entrega. Extendemos alas de calor, amabilidad y seguridad bajo las cuales otros seres pueden sentirse amparados.
En las práctica, casi siempre encontramos en los casos Chicory una madre problemática, así como una cantidad de síntomas somáticos concomitantes, por ejemplo: manifestaciones patógenas de sujeción, manifestaciones de estancamiento de la energía en el dominio inferior, manifestaciones físicas de intoxicación emocional y espiritual. Entre los antiguos egipcios la flor de achicoria (Chicory) ya era considerada la amiga del hígado.
Síntomas en estado de bloqueo:
- Egoísmo, despotismo, postura excesivamente exigente.
- Cumple el papel de gallina clueca en cuanto a las necesidades, deseos y procesos de la propia familia y el círculo de amigos.
- El individuo siempre tiene algo que observar, proponer o corregir.
- Supervisor, súper atento.
- Nunca hace algo sin reflexionar.
- Amor condiconado: "Te amo si..."
- Intenta alcanzar mucho por vía indirecta.
- Manipula, procede con diplomacia, demuestra destreza en la táctica con tal de imponer la propia voluntad o conservar su influencia.
- Coacciones afectivas.
- Quisiera mantener lazos afectivos ya superados, por ejemplo, la relación madre-hijo, novia-novio, y otras.
- Le cuesta perdonar y olvidar.
- Siente miedo tácito a perder amigos, relaciones o posesión.
- Se siente fácilmente relegado, postergado u ofendido.
- Autocompasión: "Nadie me quiere".
- Exagera en la descripción de la propia "miseria".
- En ocasiones se refugia en una enfermedad para despertar simpatía o ejercer influencia.
- Cuando no logra imponer la propia voluntad, se enoja y eventualmente hace el papel de mártir.
- Rompe en llanto por la ingratitud de los demás.
- Habla de lo que "el otro debe".
- Niños que siempre reclaman atención.
- Problemática psicológica de madre.
Potencial en estado transformado:
Arquetipo de la "madre eterna"
- Con gran amor y auténtica abnegación se preocupa por los demás.
- Se entrega sin esperar ni necesitar retribución.
- Calor, amabilidad, delicadeza; está cobijada en sí misma.
- Ofrece a los demás protección y seguridad.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Flores de Bach. Chicory (I)

Chicory está relacionado con la capacidad anímica del sentimiento maternal y el amor abnegado. En el estado Chicory negativo estás cualidades se dirigen a lo negativo y se truecan en egoísmo.
Hemos sido invitados a una reunión. Cornelia, la niñita de la casa que cuenta nueve años, nos abra la puerta. Su aspecto es muy dulce con sus rizos que le llegan a los hombros y su primer vestido largo. Está encantadora. Los demás invitados comparten la misma opinión. Cornelia se solaza en su éxito y actúa condescendiente como una estrellita de cine. Sin embargo, cuando poco a poco el interés de los mayores se centra en temas más adultos, la cosa no parece gustarle, y con la excusa de querer llenar las copas vacías, revolotea de grupo en grupo y trata de inmiscuirse en su conversación. Cuando al dar las doce su mamá le dice que es hora de ir a la cama, vuelve a atraer hacía si la atención de todos los invitados. Este es el comportamiento característico de una criatura de tipo Chicory.
Muchos niños necesitan Chicory. Desde la cuna se advierte que reclaman la continua atención de los miembros de la familia y reaccionan con malhumorados berridos cuando se les deja solos. De mayores, ya no logran nada con el llanto, apelan a otras tretas, a todos los recursos, desde la zalamería a enfermar e intentar pequeñas coacciones: "Haré mis tareas escolares, pero sólo si mañana puede faltar a gimnasia".
Chicory es un estado anímico negativo que no debe pasarse por alto y que siempre atrae energéticamente la compasión de los demás. Se presenta en ambos sexos y a cualquier edad y se basa sobre todo en querer ejercer influencia, tener exigencias, no querer abandonar ideas, cosas y sentimientos.
Pongamos atención, por ejemplo, en cómo se saludan dos famosos tenores en una recepción: por fuera con jovialidad y acentuado espíritu de colegas, pero en su interior se adivina el pequeño Yo acurrucado y alerta para ver si el otro cosecha más muestras de simpatía que él. Este comportamiento es también típicamente Chicory.
Las personas en estado Chicory negativo muestran una acentuada postura a la expectativa. A menudo, basta que aparezcan por la puerta para saber lo que desean. El ejemplo clásico de un estado Chicory negativo es la "supermamá" que subyuga a sus hijos con invisibles brazos de pulpo, y en los más débiles de voluntad deja traumas para toda la vida. Constantemente preocupada por los asuntos de su familia y su ramificado círculo de conocidos, pretende inmiscuirse en todo. Organiza, critica, gobierna y dirige como una mariscala. Siempre tendrá algo que perfeccionar, proponer o censurar. Lema: "¡Sólo lo digo por tu bien!".
La madre Chicory muy a menudo es infinitamente servicial, más aún, casi impone a la familia sus actos de bien, y cuidado con que no sean aceptados con gratitud. A los caracteres de acentuado matiz Chicory les gusta dispones de los sentimientos de la vida de sus allegados en una especie de intimo orgullo de propietario.
Las madres Chicory sólo se sienten bien en el círculo de "sus seres queridos". Los hijos, ya adultos, deben viajar desde muy lejos para pasar dos días de fiesta con mamá para no decepcionarla, y si se oponen, la buena señora insiste tanto por teléfono que consigue hacerlos venir.
No a todos les resulta fácil liberarse del amor de una madre tan posesiva. Algunos hijos y sus familias viven durante decenios bajo su influencia y pierden la oportunidad de realizar importantes progresos en su propia vida de pareja. Cuando, por fin, un hijo encuentra las fuerzas para liberarse, la madre Chicory manifiesta claramente su decepción. "¡Cómo puedes hacerme esto, después de todo lo que hice por ti!", se queja llena de autocompasión.
Aunque usamos aquí a la supermamá para ejemplificar el estado Chicory negativo, también se da, por supuesto, con la misma frecuencia en los hombres. Así, no existe casi ningún jurista sin este potencial.
martes, 2 de marzo de 2010
Tao Te Ching VIII
lunes, 1 de marzo de 2010
Naturaleza (Elogio al horizonte)
