Casilla 31: El Pozo.

A través del Pozo Sagrado, presente en la mayoría de iglesias y catedrales del medievo, los Maestros Constructores conocedores de la antigua tradición, nos conectaron con las woivres que serpentean ocultas bajo nuestras "patas". Asomarnos al Pozo sin miedo a la aparente oscuridad es conectar con las aguas sagradas de lo femenino. El agua, símbolo del alimento cósmico, que permanece en lo profundo es llevada a la superficie; nuestras emociones más sanadoras, nuestra intuición, nuestra conexión con la Mater nutricia es llevada a la consciencia.

Del Blanco al Rojo...

El cronista medieval Guillermo de Malmesbury cuenta que Santa Brígida visitó en el año 488 d.c. el oratorio dedicado a María Magdalena que se hallaba en la colina de Bride´s Mound en Glastonbury.

Fue allí donde alguien, mientras jugaba una partida al Juego de la Oca, me relató esta historia:
"-Dicen que cuando María la de Magdala se presentó ante el emperador Tiberio para comunicarle que Jesús había resucitado, este se rió de ella y le dijo: "Resucitar es tan imposible como si este huevo de oca se volviera rojo". Tiberio aún no había acabado la frase cuando vio el huevo volverse rojo."

María Magdalena con el huevo de Oca.

Labyrinth is not a Maze...*

(*)El Laberinto no es un Dédalo... Antes de que el famoso arquitecto diseñara su complejo artificio para encerrar al Minotauro las cosas eran de otra manera...

Laberinto. Catedral de Saint-Maurice de Mirepoix. Ariège.

El Laberinto no extravía nuestros pasos pues, desde muy antiguo, su único sendero nos conduce al encuentro con la Gran Madre. Aún a pesar de quienes sustituyeran a la antigua diosa por un monstruo, Ariadna conservó el ovillo para quién quisiera seguir el hilo de su madeja. 

La palabra laberinto aparece ya en griego micénico en la expresión "daburinthoyo potnia", ("señora del laberinto") referido a la diosa madre de carácter lunar que recibía culto en Creta...

Labrys. Museo Arqueológico de Heraklion. 

...y la Señora del Labyrinthus lo es también de la Labrys, el hacha ceremonial de doble hoja asociada siempre a las diosas de carácter lunar y que guarda en su diseño las fases de la Luna. 

"Titre: Sarcophage dit de la reine Pédauque."

En 1718, Nicolas de Boissonnade convencido de haber encontrado el sarcófago de la "Reyne Pedauco" en la iglesia de la Daurada, presenta una petición formal al "Capitoul" para que sea examinada por expertos. Éstos, hombres serios y competentes, sin describir ni interpretar las escenas de los bajorrelieves, y seguramente bajo la influencia de los ensueños de Boissonnade, dicen ver muy claramente en la parte superior, un "pie de oca" a cada lado de una especie sepulcro levantado.

Autores más modernos han repetido lo mismo. Atrapada también por el ensueño no dudé en viajar hasta Toulouse. ¿El sarcófago de la reina Pedauque? No fue fácil dar con él, no es en absoluto una pieza conocida. Gracias a la conservadora del museo y a las guías apareció, como uno más entre tantos ("no saben lo que tienen aquí", pensé!). Pero en cuanto me acerqué el "ensueño" desapareció... Lo que en 1718 se describió como "patas de oca" son los pliegues de unas cortinas a la derecha y a la izquierda de una tumba. Es un bellísimo sarcófago paleocristiano de finales del siglo IV que describe la multiplicación de los panes y la resurrección de Lázaro, pero no es el de la reina Pedauque...  Aún así en el templo de la Daurada sigue estando su charca. Y en Saint-Cyprien su rincón secreto de "oración".