Había un mundo.
Yo llegué, tal y como nos habían dicho, a las siete de la tarde.
Al llegar a la puerta había dos tipos de accesos, los que pasaban una especie de arco detector de metales y a los que nos pedían que pasáramos por un lateral, supongo que el criterio era conocido-desconocido, por los servicios de protocolo.
Una vez pasada la primera barrera, cuando me disponía a entrar en el salón de la lehendakaritza, que es donde se montan todos estos saraos, y que estaba abarrotado, Elena, jefa de protocolo del Parlamento, me invitó a acompañarle por un lateral para poder estar en las primeras filas, cosa que entre la vergüenza y la timidez, hice. Como, por lo visto, habían hecho otros antes, porque el politiquerío estábamos todos en el mismo sitio.
Una vez dentro, y sí, efectivamente, en la primera fila, empezó el momento saludos, políticos, empresarios, cargos públicos, etc. etc. En estas cosas hay dos tipos de conversaciones, las del principio, tirando a sosas y muy de guardar las formas, y las del lunch, mucho más distendidas.
Total, que cuando ya parecía que no teníamos ningún otro tópico que contar, ya sabéis, las navidades, el rey en ETB, el calor que hacía en la sala y el frío fuera, por fín, empezó el acto.
En plan crónica social total, os diré que en lo referente al vestuario, un aburrimiento, traje corbata para nosotros, mejor o peor combinado, que todo hay que decirlo, y traje chaqueta para ellas, salvo alguna honrosa o deshonrosa excepción que optó por el vestido.
El acto en sí mismo consistió en una canción, la lectura de poemas que repasaban la historia vasca, una última canción y discurso del Lehendakari.
Justo antes de acabar el discurso, sacaron unas pocas copas de Txakoli achampanado (por llamarle de alguna manera) para que las primeras filas brindáramos con el Lehendakari.
Yo no cogí copa, no por no brindar, sino por que como eran muy poquitas me dio apuro.
Total, brindis, se encendieron las luces y empezó el lunch.
Y esta fue la parte más divertida, a la par que sorprendente.
El lunch, discreto, la verdad, además se agradece, que no son estos tiempos de excesos.
Digo sorprendente, porque es muy llamativo, cómo políticos de otros partidos, con los que te has estado insultando día sí y día también, ya sea en la institución, ya sea en los medios de comunicación, te saludan y te vacilan como si fueran colegas de toda la vida.
Me sorprende y gratamente, he de decir.
Aunque el ambiente era muy bueno, también es verdad que pasado un ratillo la gente empieza a juntarse con aquellos con los que ha llegado al sarao, que suelen ser, como es normal, con los que más cómodos se sienten.
Así que llegado ese momento, visto que mucha gente ya se había marchado y yo había solo, decidí que lo más prudente era marcharse para casa, eso fue hacia las nueve o así.
A todos, a todas, Feliz Año Nuevo.
Urte berri on.Guztioi
Sed Felices!!!!!
P.D. En lugar de un post con temas políticos, he creído que era mejor uno de saraos, que para hablar de política tenemos todo el 2010.