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viernes, 16 de septiembre de 2016

Pan negro, tierra dorada

Pan negro
De la tierra dorada
Sudor sobre rocío
Calor sobre la tierra
Amor
Oigo el canto del manal
Brazo con brazo
Pulso con pulso
En la era
Y el peso inexorable de dos miradas que se cruzan
Con sus destellos de deseo carnal.
En mitad del verano
La vida brama
Se aposenta sobre el vientre
Una vez más y otra... Y otra más
Y gira la rueda del carro chillón
El tiempo que separa el grano de la paja
La ternura de la pasión pasada
Envuelta en un fino paño de lino
Y sonrosada
Brota la leche de sus pezones
Y vuelve a amar

lunes, 7 de mayo de 2012

Viajes

Canto rodado.
Por Ana Gaitero
Revista Diario de León. 06-05-2012

Menudo viaje le ha metido el alcalde de León al personal municipal. Sobre todo a los obreros. Ahora que los sindicatos recuperaron el vocablo, venido a menos en la época de los nuevos ricos, durante los mítines de la fiesta del 1º de Mayo. En la Plaza Mayor de León se viajó desde los bajos fondos de la crisis hasta el fondo de la poesía, que es la vida, con el tú puedo y yo quiero, compañero, de Luis Pastor y Lourdes Guerra.

Viaje a ninguna parte. Primero se deshacen del personal y luego de las atribuciones. La cantinela de las competencias impropias —que se lleva entonando años en el Palacio de los Guzmanes— ha prendido en el Ayuntamiento de León. A este paso en vez de fusionar ayuntamientos hay que disolverlos por inútiles. Y a la Diputación de León, además, por difundir comunicados con faltas de ortografía y ofrecer en su web datos erróneos de la población municipal.

Hagamos un concurso escolar para que nos iluminen los niños y las niñas: ¿Para qué sirve un Ayuntamiento? Quizá sea una buena alternativa al de ¿Qués es un Rey para tí? que S.M. ha dejado de capa caída porque cualquier criatura puede responder con un tiro por la culata. Y bastante tiene la monarquía española con los infantes propios, los yernos y demás familia.

Bodas municipales

Andan detrás de los pequeños municipios para que se junten. Y León, San Andrés, Villaquilambre... no dan ejemplo. Ni tampoco Ponferrada y Camponaraya. Son los grandes ayuntamientos los que más dinero ahorrarían. Y los que mejor servirían a la ciudadanía con servicios eficaces e integrados. Pero hay que comprender que cada municipio tiene su personalidad. Y su Corporación. Inamovible. Impagable. Para bodas estamos.

A los pequeños, que les den. Se les trata como si no existieran en el sombrío panorama demográfico de la provincia. Y, sin embargo, son los que más alegrías nos dan. Por naturaleza, por tradición y por espacio vital. Por buena leche y mejores uvas. Porque la primavera, y también la memoria, hay que ir a buscarlas al campo. Es más, en León quien no tiene pueblo no es nadie. Por eso la presidenta Carrasco tiene 1.400.

Venidos a menos

La Junta objeta a la fusión municipal, para no mojarse, mientras el Gobierno de Rajoy, con Gallardón a la cabeza, se dedica a rapar la planta judicial. Los juzgados de Astorga, La Bañeza, Villablino, Cistierna y Sahagún están con las barbas a remojar. ¿Y quién no?

Un pueblo se muere cuando cierra la escuela. Perder un juzgado es como convertirse en una familia venida a menos. Ahí están las casas blasonadas de Murias de Paredes, antigua cabecera de partido judicial. Pero de ésto se repone hasta el pueblo más pequeño. En Murias de Paredes tienen compañía teatrera ambulante con gran éxito en Omaña, Laciana y Babia.

Peor es que te nieguen el derecho a la salud y que tu tratamiento contra el cáncer se ponga, aún más, en manos de empresas privadas. Los globos sonda del consejero de Sanidad son obscenos. Lo mismo que las triquiñuelas de la gerencia del Hospital de León para acabar con las listas de espera en Urología. Los médicos tienen orden verbal de no incluir al paciente en lista de espera cuando indican la intervención. El paciente figurará sólo cuando le vea el anestesista. Y lo peor está por llegar.

Mientras tanto, dancemos, que «agudiza los sentidos y contribuye al bienestar colectivo». Y gocemos del viaje, como si fuera a Ítaca, con Kavafis o a Katmandú, con Iciar Bollaín y Victoria Subirana. Villafranca del Bierzo, Róbriga en el universo literario de Ramón Carnicer, cerró ayer una nueva etapa del centenario viajero promovido desde la Universidad de León. Hizo Carnicer viajes largos, llenos de aventuras y de experiencias. A lo Konstantinos Kavafis, diría yo, ahora que Grecia está tristemente de moda y se nos pone como espejo de la que se nos viene encima. La tele belga ha viajado a Marinaleda porque no tiene paro. Allí o povo é quem mais ordena.