martes, 3 de septiembre de 2019

Violeta

El baúl de los juguetes está cada vez más vacío y el calendario cada vez tiene menos hojas.
-          Me llevaré un juguete cada mes hasta que no me pidas perdón.

No me importó perder a Pinocho, ni a Trasgo, ni siquiera al viejo león con el que dormía desde pequeño. Pero sólo queda un mes y me ha dejado a Violeta para la última. Es tan hermosa.
-          Perdón. – Exclamo entre sollozos.

Y mi hermano mayor vuelve a su alcoba para devolverme los juguetes.

Violeta sigue en el fondo. Con su coleta, su agujero en la entrepierna y el nombre de mi hermano pintado en su zapatilla.