TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



"PIENSE QUE USTED ES ALGUIEN CON QUIEN VALE LA PENA PASAR EL TIEMPO.FINALMENTE OTRO PENSARÁ LO MISMO DE USTED"


Relaciones conscientes

Una pareja funciona porque los dos miembros se sienten completos. Saben vivir solos y no ven en el otro a su media naranja, sino a una entera.

Las relaciones personales parecen ser un rompecabezas. A menudo decimos que son difíciles, sin caer en la cuenta de que tal vez las personas somos “difíciles”. Buscamos gente que cumpla nuestras expectativas, y que nos hagan felices; y esta perspectiva no realista activa infinidad de conflictos. Es como si renunciáramos a ser dichosos por nosotros mismos, y en su lugar pusiéramos en manos ajenas las propias esperanzas de bienestar. No es de extrañar que las rela­ciones personales se conviertan en una fuente de problemas y un rompecabezas indescifrable.
La relación personal inconsciente
«Si juzgas a las personas no tienes tiempo para amarlas” Madre Teresa
El amor romántico, o inconsciente, poco tiene que ver con el amor verdadero. Esa confusión es la causa de muchos conflictos en las relaciones personales. El romanticismo es idealización, apego o pura necesidad del otro; y la necesidad es una falta de amor severa hacia la persona que se dice amar. La concepción romántica del amor ha creado muchos problemas a hombres y mujeres que han sido víctimas de sus propias fantasías. Esto no significa que no convenga ser afectuosos, cariñosos, atentos, tiernos, detallistas, cálidos, suaves, entregados… con las personas con las que nos relacionamos. Quiere decir que únicamente siendo conscientes de en qué hemos convertido las relaciones, podremos construirlas sanas y conscientes. Pero, eso que suena tan sencillo, ¿cómo se consigue? ¿Cómo podemos crear vínculos que funcionen?
  • Dejar de buscar (mejor “convertirse” en la clase de persona que se busca).
  • Después de una ruptura, hacer una “dieta de relaciones”, darse tiempo y espacio.
  • Recuperar la energía física y el equilibrio emocional.
  • Aprender a estar solo sin que ello sea doloroso o traumático.
  • Ordenar el espacio emocional propio y clarificar valores.
  • Prepararse para una nueva relación.
  • No perder nunca “la inocencia” y frescura para empezar de nuevo.
  • Confiar en que todos merecemos ser plenamente amados.
Si nos saltamos el proceso de cambio, y no hay una verdadera transformación personal, en la nueva relación aflorará el temor de revivir experiencias anteriores, y la carga de dolor nos perjudicará notablemente. Porque no serán dos personas, sino la suma de sus exparejas, los fantasmas del pasado y de sus constantes miedos a repetir las viejas historias de dolor.
La relación personal consciente
“El amor verdadero no viene a ti, tiene que estar dentro de ti” Julia Roberts
Las relaciones que funcionan son conscientes (maduras emocionalmente) y se establecen entre dos personas que se sienten completas, porque no creen que les falte su “media naranja”: se sienten una “naranja completa”. Por supuesto, no significa esto que no quieran tener pareja (o una amistad). La desean, pero no la necesitan, son cosas muy diferentes. Las personas conscientes comparten su plenitud, no se relacionan para completar sus supuestos vacíos, ni para mitigar la necesidad de estar en compañía. Y entonces, de alguna manera, lo que está completo atrae a lo completo, y lo que está incompleto a lo incompleto. Los iguales se atraen. Intuitivamente entendemos que cuando dos personas se encuentran y se reconocen completas en sí mismas y no necesitadas, las relaciones empiezan y fluyen con suavidad.
¿Cómo encontrar una persona completa en sí misma, no necesitada? Puede parecer extraño, pero la clave es reflejar las cualidades que buscamos en la pareja ideal. Si alguien quisiera tener a su lado a una persona cariñosa, lo mejor será mostrarse cariñoso; si desea conocer a alguien educado, lo propio es mostrarse educado… Cuántas veces olvidamos esta sencilla regla: “Sé tú la persona que quisieras tener a tu lado…”, y tarde o temprano aparecerá y se fijará en ti (cómo no iba a hacerlo si se verá reflejada).
Las personas conscientes que establecen una nueva relación, en realidad no la buscaban, aunque tal vez la esperaban. Buscar la pareja ideal, o el amigo ideal, sería tanto como buscar una aguja en un pajar. Porque “buscar”, por definición, significa implícitamente carencia, ausencia, necesidad… No puede buscarse una relación, todo lo que puede hacerse es crearla.
Mucha gente no entiende por qué siempre llega a su vida un mismo estereotipo de persona, ya hablemos de parejas o de amistades. Una y otra vez sus relaciones parecen fotocopias siguiendo un mismo patrón. Parece que no haya otra clase de persona disponible para ellas. No sirve de mucho buscar a alguien con tal o cual cualidad. En su lugar, ser uno mismo adecuado y estar en posesión de esas facultades, sí es útil. Como los iguales se atraen, aparecerá alguien con esos atributos.
En lo que se refiere a las relaciones, hay una estrategia mucho mejor de la que sigue el ego y se basa en el amor consciente, algo así como “amor sabio”, pero no una sabiduría de la cabeza, sino del corazón.
Volver al amor
“Piense que usted es alguien con quien vale la pena pasar el tiempo. Finalmente otro pensará lo mismo de usted” Doctor Sol Gordon
Para saber estar en pareja es necesario antes saber estar solo. No es sencillo encontrar personas que no odien la soledad. Llegar a tolerar, incluso amar, estar solo, y sentirse bien, es un gran logro personal. Por esa razón, no es aconsejable empezar una nueva relación justo al terminar otra. El campo también necesita un tiempo de regeneración entre cosechas, lo llaman “barbecho”. Nosotros podríamos llamar a ese tiempo “dieta de relaciones”, para referirnos al tiempo que una persona se regala a sí misma para recomponerse, centrarse, atenderse y prepararse para la siguiente relación.
Cuando se resuelve el miedo a la soledad, se deja de creer en las relaciones superficiales, egoístas e inconscientes como escudo de protección. Estar solo no es una garantía de no sufrir más, sino que al contrario añade más sufrimiento. La soledad no es buena ni es mala. Es lo que cada uno hace con ella, es como un desierto (los desiertos nunca están vacíos), pero, como todos los desiertos, un día terminan y es al salir de ellos cuando se reconoce su valor. Llegar hasta el final de la soledad, la agota como sistema de aprendizaje y la cancela. Tratar de suspenderla, de forma artificial, solo pospone el proceso necesario de la soledad para más adelante…
Cuando se resuelve el miedo al abandono, empezar un idilio no es una amenaza, sino una nueva oportunidad. El mayor logro de la relación consciente es que ambas personas están dispuestas a amar como si nunca antes hubiesen sido heridas, sin volcar en la nueva pareja el dolor de relaciones anteriores. En realidad, esas dos personas son “nuevas” y por ello destilan frescura y atractivo (no están resentidas, no son desconfiadas, no rezuman amargura y por eso atraen tanto).
Cuando se resuelve desactivar el ego, la nueva relación no está debilitada por el temor a amar sin condiciones ni apegos. El final del ego es lo que la mente podría interpretar como la destrucción de la individualidad, la anulación, cuando en realidad es una transformación y la salvación de la relación. El ego es el estorbo número uno en cualquier relación personal, ya sea de amistad o de pareja, y la causa de que fracasen, como suele suceder. Si tan solo las personas mantuvieran su ego a un lado, fuera de escena, la historia sería otra. Las relaciones seguirían empezando y acabando, según su tempo y propósito, pero no tendrían el sabor amargo que a menudo dejan en el recuerdo…
Cuando todo eso ocurre, las personas conscientes descubren que en realidad no temían empezar un nuevo vínculo o acabarlo; sino que en su inconsciencia temían el infierno en el que, con anterioridad, habían convertido sus relaciones.

EL VACIO INTERIOR ESCONDE TRAS DE SÍ LA MISMA CANTIDAD DE PLENITUD. SIMPLEMENTE ES CUESTIÓN DE ACEPTARLA. (Jung)


Los niveles de pérdida

Tenemos miedo a la soledad y al sufrimiento. Pero hay que aceptar que las decepciones son la antesala de la sabiduría


En conversaciones con amistades suelen aparecer distintas maneras de contemplar el conjunto de una vida vivida. La mayoría suele hacer un ejercicio de apreciación existencial, es decir, admiten que a pesar de los pesares se sienten satisfechas con lo que les ha tocado vivir. Podría haber sido peor, dicen unas. Podría haber sido algo mejor, dicen otras. Pero todas admiten que ha valido la pena sortear las dificultades y gozar de momentos extraordinarios.
Las personas solemos disponer de un mecanismo, irreductiblemente tendencioso, para quedarnos con las experiencias buenas, recordar lo mejor, y soslayar lo duro, difícil e incluso extremo. Es una treta psíquica que permite encarar el futuro con una cierta esperanza, y evitar así el vacío existencial, el sinsentido, la insatisfacción, el desapego, el aburrimiento y, por supuesto, el dolor. Nos llevamos mal con el sufrimiento y aún más con el dolor, tanto físico, el más discapacitador para la felicidad, como aquel otro que reconocemos como desentrañamiento, es decir, el quejío profundo del alma.
Cuando la vida queda atrapada entre las polaridades placer o dolor, léase también sufrimiento, toda acción se reduce al logro o a la huida. Todo se reduce al juego entre el deseo y su resistencia. Queremos y a la vez adolecemos. De algún modo intuimos que, sigamos el camino que sigamos, van existir algunos niveles de pérdida. Y eso nos cuesta soportarlo porque, si de nosotros dependiera, lo querríamos todo al menor coste posible. Como los niños.

Madurar es aceptar pérdidas

Si tú llamas experiencias a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias. (Henry Miller)

Para Conectarnos Libro “Cómo llegar a ser un adulto”David Richo(Desclée de Brouwer).Película“La vida secreta de Walter Mitty”.Ben Stiller(20th Century Fox).
El indicativo más claro de la madurez, tanto personal como también de una sociedad, es la capacidad de transitar por sus pérdidas, el saberse vulnerable y sostenerse en el dolor propio. Lo que indica precisamente el nivel de inmadurez al que asistimos a diario a nuestro alrededor, es su extraordinaria forma de tapar, distraer, encubrir o negar todo lo que signifique dolor. Se castiga el error. Se modela la competitividad y se exalta la belleza exterior como símbolo de bienestar. El resto son desechos, estorbos, inconvenientes como sentir tristeza, fragilidad o vacío. Es la sociedad del éxito líquido, de la ganancia inmediata, del resultadismo por encima de todo.
Con esos parámetros, no es de extrañar que se huya de todo lo que huela a pérdidas. Sin embargo, están por todas partes. No son elección, pero sí condición de vida. El vivir es expectante, ilusorio a veces, de tal modo que buena parte del tiempo lo acabamos destinando al choque que se produce entre la realidad y nuestras expectativas. Ahí es dónde empezamos a perder aunque no lo parezca, aunque no lo lloremos.

David Richo, psicólogo clínico, propone seis afirmaciones para ser dichas y escritas en referencia al duelo:

1. Estoy y me siento triste y enfadado porque mi(s) progenitor(es) no me defendió/defendieron.
2. Estoy agradecido porque, en consecuencia, comienzo a aprender a defenderme por mí mismo.
3. Me imagino en mi infancia diciendo, con éxito, lo que pienso.
4. Perdono a mis padres por no defenderme.
5. Suelto la expectativa de que las demás personas me defiendan (aunque aprecio cuando lo hacen).
6. Ahora me defiendo a mí mismo con total poder y efectividad.
Tenemos la certeza de que las cosas serán como queremos. Cuando nos vamos dando cuenta de que no será así, primera pérdida, abandonamos la certeza por la esperanza de que así sea. Cuando la esperanza no es suficiente, segunda pérdida, luchamos, forzamos las cosas para que sean como queremos. Cuando somos conscientes de que ni así lograremos nuestros propósitos, tercera pérdida, comprendemos que el mundo no es como quisiéramos que fuera, ni los demás actúan como nos gustaría. Tres pérdidas, al menos, que no son dolidas hasta el final. Por eso, una crisis conlleva la caída amontonada de pérdidas anteriores.
Un ejemplo lo encontramos en las relaciones. Cuando se establece un divorcio, ese no es el instante crítico, la gran pérdida de la relación. Ya lleva tiempo acarreando mermas. Se esfumó el enamoramiento, la atracción por la cotidianidad, la esperanza de volver al principio, el rol de amantes para ser padres, la relación entre los hijos y las tareas, el amor porque se perdieron el uno al otro. El divorcio solo significa el duelo de todas las pérdidas.
Por eso, ante la sensación de insatisfacción, frustración o resentimiento cabe preguntarse: ¿qué expectativa se ha frustrado? ¿Qué ilusión se ha roto? Afrontamos así verdades que también aprendemos de mayores: nada es eterno. Todo pasa. Todo cambia. La vida no funciona como funcionamos nosotros. La vida es hermosa y dolorosa a la vez. Cómo integrar esas dos partes, sin morir en el intento.

Miedo al vacío

El vacío interior esconde tras de sí la misma cantidad de plenitud. Simplemente es cuestión de aceptarla. (Jung)
Una vez cazados por la frustración, por la insatisfacción o por el enfado. Una vez somos capaces de reconocer el dolor, la rabia, la tristeza, el resentimiento o la vergüenza, abre sus fauces un segundo sentimiento más profundo: el vacío. Ese es el que intentamos evitar a toda costa. Nos parece angustiosamente insoportable, cuando en realidad es el puente que necesitamos para lograr una auténtica catarsis emocional.
Los niños tienen la extraordinaria capacidad de alejarse del dolor con un nuevo entusiasmo. Su catarsis consiste en cambiar la atención de un objeto a otro, de una ilusión a otra en cuestión de segundos, eso sí, en medio de llantos y rabietas. De mayores somos algo más sofisticados. A las heridas del alma le ponemos tiritas o vendas ilusorias, ahorrándonos en lo posible la parte dolorosa, es decir, el encuentro con nuestras sombras, con lo más frágil y vulnerable.
Por eso preferimos hacer muchas cosas, llenar la agenda, acudir a muchas citas y actividades, comer compulsivamente, caer en adicciones y el sexo se usa más como consuelo que como placer. Por no llorar, por no sentirnos solos nos convertimos en expertos en el arte del engaño. Por no afrontar el duelo, empezamos lo antes posible una nueva relación, un nuevo trabajo, una nueva vida, sin tiempo a reposar los aprendizajes y sin tiempo a cicatrizar las heridas.
Cuando aparece el lobo del vacío complica demasiado una visión más fértil de su apariencia. No puede haber confianza en uno mismo si desconfía de ese proceso regulador. El pleno vacío de Occidente contrasta con el vacío pleno que viven en Oriente. Es cuestión de aprender a cambiar la perspectiva, darnos cuenta de que de ese vacío emergen todas las posibilidades. El vacío no es una nada. Es un espacio interior, un contenedor que admite todo lo que queramos ser. Si, por el contrario, uno anda demasiado lleno, sin espacios, se condena a ser una mera y continua repetición de sí mismo. Otra manera de llenarse.

El duelo como respuesta adaptativa

Héroe es todo aquel que ha vivido a través del dolor y ha sido transformado por él (David Richo)
Solemos pensar en el duelo como la forma de despedir a nuestros muertos. No obstante, a lo largo de una vida sufrimos de algunas o muchas pérdidas referidas a nuestras expectativas, sueños, compromisos, actividades y sobre todo relaciones. Es como si fuera uno de esos procesos que cuanto antes lo aprendamos mejor. En estos casos, consiste fundamentalmente en el arte de soltar.
El duelo es la respuesta adaptativa a la pérdida. Soltamos, no sin dolor, lo que ya es irrecuperable, lo que no volverá a suceder, la idea ilusoria que ahora debemos abandonar para vivir una vida más auténtica. Pero tenemos miedo. Miedo al dolor, al vacío, a la soledad y la invisibilidad. No me extraña. Como apunta Richo: “El cambio significa pérdida. Abrirse significa rechazo. La soledad muerte. La intimidad significa abandono”. Todo son posibilidades según vivamos en la confianza o en el miedo.
Cuando repasamos nuestra vida solemos tener esa perspectiva satisfactoria. Vemos lo bueno. Intentamos olvidar lo doloroso. Es pura supervivencia del ego. No obstante, si queremos que nuestra vida sea íntegra, además de satisfactoria, hay que aprender a darle valor a nuestra extraordinaria capacidad para transformarnos, sea por el camino del anhelo, o lo sea a través del dolor. Lo bueno no es solo vivir cosas bonitas, sino embellecerse en el proceso de duelo y aceptar que las decepciones son la antesala de la sabiduría

Textos para el alma 162



 Sin duda, cuando en nuestra sociedad apareció (en 1958) el concepto Pret-á-porter, algo cambio en aquel modelo mental hasta entonces conocido: tomo vigencia la inmediatez. Los procesos de maduración fueron desapareciendo y las nuevas generaciones crecieron a través del AQUI Y AHORA. De la moda textil paso al desempeño profesional y de este a los valores sociales y políticos. Ya obviamos la evolución; solo esperamos una revolución caprichosa sin riesgos. La cuestión es si nosotros somos un Pret-á-porter o necesitamos madurar ¿qué te parece?.

Textos para el alma 161



Deseo presentar mi agradecimiento, Emancipación, por todo lo que me has regalado. Gracias por aquellas distinciones singulares con las que me has obsequiado y que me han permitido llenar el silencio de gozo. Ahora mi corazón no deja de latir en la alegría de tu presencia y me transporta hacia la esperanza de comprobar, pronto, como los fariseos del catalanismo perfumado seducen al rebaño a través de oropeles y espejismos emocionales. Imploro a tu generosidad, Emancipación, para que alumbres al pueblo y le ayudes a encontrar su verdadero sentido de vida. 

TEXTOS PARA EL ALMA 160


  

 La belleza del silencio cuesta  captarla. Como todas las cosas profundas, inicialmente, causa respeto. Ponernos en contacto con él es costoso dado que habitualmente estamos aturdidos por los ruidos cotidianos. Cuando, por fin lo encontramos, sentimos una sensación de extrañeza de nos induce hacia una emoción de miedo. Finalmente, al entenderlo, el silencio se transforma en un fiel amigo que nos descubre nuestro SI MISMO alejándonos del YO.

EL CAMPO DE LA CONCIENCIA ES DIMINUTO. SÓLO ACEPTA UN PROBLEMA A LA VEZ.


Reprogramar actitudes

Si apartamos de nuestro horizonte mental los hábitos que entorpecen la vida, resultará más fácil cumplir nuestros propósitos


Ante la llegada de un nuevo curso, hacemos listas de objetivos como ir al gimnasio, comer mejor o aprender un idioma. Sin embargo, hay propósitos más profundos que, si logramos incorporarlos a nuestro software mental, nos ayudarán a cumplir cualquier meta que nos fijemos.
Vamos a hablar de algunas actitudes y hábitos que configuran nuestra realidad diaria, y de si son los más adecuados para alcanzar lo que deseamos. Concretamente nos centraremos en desactivar cinco vicios mentales que sobrecargan nuestra vida y que entorpecen la realización personal.

Dispersión

“El cazador que acecha dos conejos, no atrapa ninguno” proverbio zen
¿Cuántas veces nos hemos sentido agotados antes de empezar una tarea importante? Imaginemos un hombre que, al regresar del trabajo, realiza a distancia la carrera de sus sueños. Se ha reservado ese tiempo en casa y está motivado, pero no logra avanzar y antes de una hora apaga el ordenador totalmente agotado. ¿Qué sucede?

Libros para una actitud positiva

  • ‘No te ahogues en un vaso de agua’, de Richard Carlson (DeBolsillo). Uno de los manuales más útiles y prácticos que se han escrito para relativizar problemas y afrontar el día a día con una actitud positiva.
  • ‘Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida’, de Dale Carnegie (Elipse). Sesenta años después de la muerte del autor, sigue siendo un referente por su lúcida simplicidad y la forma directa y expeditiva de abordar lo que no funciona.
Habría que analizar cómo está estudiando. Es muy posible que, mientras intenta sumergirse en la materia, tenga abierto el Whatsapp, el correo electrónico, el Twitter, Facebook o todo a la vez. O bien que durante el curso online intente controlar lo que sucede en la casa, sean sus hijos, su esposa o las tareas que va atendiendo al mismo tiempo.
Entrar y salir de una tarea resulta más agotador que la actividad misma. Cada vez que este hombre abandona la lectura de un artículo de historia, por ejemplo, necesita un esfuerzo extra para luego volver a entrar. Resultado: fatiga y bajo rendimiento, lo cual deriva en desmotivación y quizás abandono.
La solución es hacer una sola cosa a la vez, desactivando todo lo demás. Un buen propósito para empezar el curso con más eficacia.
Procastinación
“Vuelva usted mañana”, Mariano José de Larra
Nuestra vida está llena de planes que se posponen una y otra vez hasta que, cuando ya es demasiado tarde, nos lamentamos por lo que desearíamos haber hecho.
El mal hábito de aplazar se denomina técnicamente abulia o procastinación. Esta actitud cotidiana es un verdadero lastre para los planes personales, pero lo peor de todo es el precio psicológico que pagamos por ello. Según el profesor William J. Knaus, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, “la gente pospone tareas con la esperanza de encontrarla ‘realizada’ al día siguiente como por arte de magia; todo ello viene acompañado normalmente por sentimientos de culpa, autoengaño y desesperanza”.
Según este mismo autor, el hábito de procastinar esconde estas dos minas personales:
La creencia de que somos incapaces de llevar a cabo lo que nos hemos propuesto. Es decir: miedo al fracaso.
Exceso de perfeccionismo, lo cual hace que nos exijamos numerosas condiciones previas, a menudo absurdas, para empezar. Pero son sólo excusas.

Trucos

Tres reglas para mantener a raya las preocupaciones. En su libro Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida, Dale Carnegie ofrece tres reglas fundamentales para controlar este agente cotidiano de ansiedad y sufrimiento:
Regla 1: viva solamente el día de hoy. No viva en el ayer ni el mañana. Compartimentos estancos al día.
Regla 2: haga frente a los problemas.
a. Pregúntese a sí mismo: ¿qué es lo peor que puede suceder?
b. Prepárese para aceptar lo peor.
c. Trate de mejorar la situación partiendo de lo peor.
Regla 3: recuerde el precio exorbitante que puede pagar con su vida y salud por las preocupaciones.
Contra la inercia paralizante de posponer, un remedio eficaz es ser tan estrictos y cumplidores con nuestra misión como lo somos en nuestro empleo.

Preocupaciones y miedos

“Hoy es el mañana por el que ayer te preocupabas”, autor desconocido
Tenemos dos lugares donde vivir nuestra existencia: desde los hechos del presente, fluyendo con lo que nos sucede en este momento y lugar, o bien desde la ansiedad por lo que podría suceder.
Las pre-ocupaciones no sólo nos impiden ocuparnos de las cosas verdaderamente importantes, sino que agotan nuestra energía mental y promueven un estado de ánimo negativo que a su vez cansa a los que tratan con nosotros. Por si fuera poco, esta clase de miedos sobre situaciones hipotéticas son inútiles. Se ha medido estadísticamente que la mayoría de cosas que nos preocupan nunca llegan a suceder.
Contra esta lacra para las cosas útiles y positivas que podríamos realizar, el psicoterapeuta Richard Carlson proponía tomar, entre otras, las siguientes medidas: Proponernos no sufrir por pequeñeces. Tomar conciencia del efecto bola de nieve de nuestros pensamientos. Repetirnos el lema: “La vida no es una emergencia”. Aprender a vivir con la incertidumbre del mañana.
Si incorporamos a nuestro día a día estos propósitos, lograremos reprogramar nuestra mente para una vida activa y a la vez serena.

Estrés y ansiedad

“El campo de la conciencia es diminuto. Sólo acepta un problema a la vez”, Antoine de Saint-Exupéry
Prima hermana de la emoción que acabamos de ver, el estrés es la respuesta emocional y fisiológica a las situaciones de alta exigencia a las que nos somete la vida cotidiana.
Al ver nuestra mesa a rebosar de trabajo, al recibir un correo con una reclamación o al echar una ojeada a nuestra agenda del día, de repente nuestra respiración se acelera y el corazón late más rápido. Nuestro cuerpo se ha puesto en estado de alerta para afrontar algo que no sabemos si superará nuestras fuerzas.
Daniel Goleman, el gran divulgador de la inteligencia emocional, analiza así este fenómeno:
“Desde un punto de vista evolutivo, la ansiedad tal vez resultara útil cuando cumplía con la función de predisponernos a afrontar algún tipo de peligro, pero en la vida moderna suele manifestarse de forma desproporcionada e inoportuna. En tal caso, la angustia no constituye tanto una respuesta de activación ante un peligro real como una reacción ante una situación cotidiana o que no es más que el producto de nuestra imaginación. En este sentido, los ataques repetidos de ansiedad constituyen un indicador de un elevado nivel de estrés (…) que contribuyen a incrementar los problemas médicos”.
No es casual que Goleman utilice la palabra imaginación al referirse a las situaciones de estrés, ya que cada persona interpreta de manera diferente lo que está viviendo y reacciona en consecuencia.
El psicólogo de Berkeley Richard Lazarus afirma que “si dos personas pueden vivir una misma situación potencialmente estresante de formas distintas es porque en ellas hay diferencias individuales como la percepción, el aprendizaje o la memoria que afectan su forma de enfrentarse a dicha situación, por lo que la variable importante del estrés no es tanto externa como interna”.
Tomarse los acontecimientos con calma, relativizar las urgencias y hacer una cosa detrás de otra son formas efectivas de reprogramar nuestra mente para que no caiga en las redes de un estrés excesivo.

Pesimismo

“El 31 de diciembre, el optimista espera la medianoche para recibir el año nuevo, mientras que el pesimista lo hace para asegurarse de que el viejo se acaba” Bill Vaughan
Pronosticar en negativo antes que las cosas sucedan es el quinto ladrón de energía mental. Como bien han explicado los psicólogos a partir de la llamada “profecía de autocumplimiento”, cada vez que trazamos un oráculo pesimista, de forma inconsciente nuestra mente se pone a trabajar para que eso suceda y poder decir al final: “¿Lo ves? Tenía razón”.
Algunas iniciativas que podemos tomar para promover el optimismo en nuestra vida diaria: Centrarnos en las soluciones, no en los problemas. Rodearnos de amistades agradables y nutritivas. Practicar la gratitud hacia las cosas que salen bien y las personas que nos facilitan la vida. Establecer pequeñas metas para cada gran objetivo. Vivir, en lo posible, sin endeudarnos. Retomar el contacto con la naturaleza. No analizar tanto. Destacar lo bueno y relativizar lo malo. Contrariamente a lo que muchas personas creen, el optimismo también se aprende y se puede practicar.
Se acerca un nuevo curso. Si reducimos el protagonismo de estos cinco hábitos negativos, nuestros mejores planes estarán mucho más cerca de cumplirse.

TEXTOS PARA E LALMA 159




Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. Ten siempre a Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje, es mejor que dure muchos años y atracar viejo ya en la isla. Enriquecido de cuanto ganaste en el camino, sin aguardar a que Ítaca te enriquezca. Ítaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella, no habrías emprendido el camino de tu EMANCIPACIÓN

TEXTO PARA EL ALMA 158

    


INSTALARNOS EN LA COMPLEJIDAD es una necesidad de la evolución. La sociedad es una sinfonía de conceptos que debemos conocer y desarrollar. Satisfacer simplemente al ego es pura muestra de banalidad y escasez de evolución. Posiblemente nos cuesta aceptar vivimos de alquiler en el mundo; mas, como mínimo, podemos intentar fomentar el entendimiento y no solo acomodarnos en tareas domesticas y placenteras.
 !!!adelante!!!

TEXTOS PARA EL ALMA 157



 
CASI HACE UN AÑO DECÍAMOS.....IGNORANDO EL AFFAIRE DE LOS PUJOL
BIEN AMIGOS

Ayer en pueblo catalán, 1/3 del mismo, se unió al festejo soberanista.
Las calles y pueblos iban en una misma sintonía: emanciparse del opresor.
Bien esta esa utopía pues puede mejorar la realidad.
Más para que eso cristalice deberíamos descubrir quien es el opresor.
Y me atrevo a decir que este no está solo en Madrid.
Un sinfín de empresarios catalanes, escudándose en su opción de "territori" roban al pueblo y al trabajador tanto quedándose con la plusvalía del negocio como pasando sus caprichos personales como gasto de empresa.
Bien esta una Cataluña popular pero líbrenos el destino de caer otra vez en manos de los "botiguers" fenicios.
Una fiesta del pueblo para emanciparlo y 

comprometerlo. No para adormilarlo en el consumo

TEXTOS PARA EL ALMA 156



Aceptamos con demasiada resignación el ser víctimas del desdén de los tiempos. ¿no será que aceptamos ese papel por no tomar la responsabilidad de ser dueños de nuestro destino?

ABANDONA LA PEREZA......


¡Que la fuerza de voluntad te acompañe!

Cuando aparcamos proyectos por pereza y falta de esfuerzo, nos sentimos mal

No busque más justificaciones para su actitud y dele al modo acción


¿Cuántos proyectos, sueños y oportuni­dades ha dejado pasar por falta de voluntad? Muchos. ¿Y cómo se ha sentido? Mal, rematadamente mal. ¿Y qué le ha dicho su crítico interior? “Eres un vago, todo te da pereza, es imposible conseguir algo en la vida si no te implicas y te esfuerzas”. Cuando no tenemos fuerza de voluntad nos descalificamos sin piedad. Es de las flaquezas que menos nos perdonamos, porque la lectura que sacamos de nosotros es debilidad, falta de compromiso, dejadez y holgazanería. Los errores cometidos por su valentía, tienen perdón. No alcanzar los objetivos cuando uno no se esfuerza, no.
Pero no solo es crítico usted con su desidia, también el resto de la sociedad: familiares, profesores, entrenadores, amigos, incluso su pareja. Nadie se queda inmune ante la dejadez, que es una de las debilidades más criticadas. El mundo se divide entre los voluntariosos, capaces de invertir en esfuerzo y trabajo para lograr un proyecto, y los que no lo son.
Esa fuerza es la capacidad que tenemos para decidir qué hacer, y optar por un determinado tipo de comportamiento. Y se asocia con el ahínco necesario para alcanzar objetivos que a corto plazo suponen un sacrificio, pero que benefician a largo plazo. Y aquí es donde aparece el primer problema: el sacrificio inmediato. Cuesta mucho pensar en el largo plazo.
La voluntad no es innata. Así que deje de lamentarse por no haber sido agraciado por la fortuna de la voluntad, y arremánguese para tenerla de su lado.
Deje de etiquetarse. Y de tener expectativas negativas sobre usted mismo. Que los demás le juzguen tiene un pase, que se machaque usted a sí mismo, no. Si cree que volverá a postergar y fallar en el intento, al final es lo que conseguirá: abandonar. Coja su idea con ilusión, enamórese de ella y espere cosas buenas de usted y de la relación que ahora comienza con este nuevo propósito. Se puede equivocar todas las veces que sea necesario; lo que debe rechazar es no verse capaz de cometer errores y tirar adelante. ¿De verdad que va a permitir que la falta de voluntad le frene? Deje de justificarse y dele al modo acción.

La vida de un enfermo con esclerosis múltiple que no se rinde.

Sin motivación, la fuerza desaparece. Póngaselo fácil. Imagínese la idea de hacer deporte. No importa la razón por la que lo hagan sus amigos o sus compañeros de trabajo; debe buscar la suya. Esa será la causa que le lleve a trabajar sus músculos. Para otros puede ser una tontería. No se preocupe, hacer juicios de valor es deporte nacional. Si usted ha encontrado su motivación, ya es suficiente argumento para ganar a la dejadez.
Organícese. No postergar, la mayoría de las veces es cuestión de organizarse mejor. El éxito radica en cómo establecen sus prioridades y distribuyen el tiempo los que no dejan las cosas para otro día. Las personas que llevan una vida saludable, que practican deporte, que tienen tiempo para ver a sus amigos y ver una película de forma relajada no cuentan con una vida más ociosa, solo se organizan mejor. Si lo desea, puede robarle tiempo a la televisión, a las largas horas contemplando los chats del WhatsApp, incluso a alguna hora de siesta. Y decida en qué invertiría ese tiempo.
Atienda a su sistema reflexivo. Es mejor que guiarse por impulsos. La falta de voluntad obedece más a lo segundo que a lo primero. Se siente el deseo de algo, y queremos satisfacerlo de forma inmediata. Espere, piense, pare, frene. Solo retrase el deseo, a ver cuánto es capaz de esperar. Si de verdad es tan intenso, también lo tendrá dentro de 15 minutos o de media hora. Dele una tregua. No se trata de que se prohíba hacer algo, sino de dar tiempo a su paciencia y reflexión para que puedan intervenir.
Planifique. Esté preparado. Tener pensado qué va a hacer cuando flaquee, aumenta la probabilidad de tener éxito. Cuando una persona siente un fuerte impulso que le incita a romper con sus propósitos, la emoción que percibe en ese momento es tan fuerte que pierde la capacidad de razonar y la reflexión. Confeccione una lista con distintas alternativas que eviten “el pecado”. Tenga su lista de “si la voluntad me falla, que las alternativas estén conmigo” y consúltela cuando surja la necesidad.
Modifique sus hábitos. Es más sencillo cambiar que eliminar. Psicológicamente no es lo mismo ponerse a dieta que modificar sus hábitos alimenticios. La segunda opción suena menos restrictiva. Así que en lugar de pensar todo lo que tiene que abandonar, piense solo en qué va a hacer para sustituir y rellenar ese espacio. Mire estos ejemplos:
No se ponga a dieta; incluya más fruta, verduras y hortalizas en sus comidas diarias. No se prohíba los refrescos cargados de calorías; beba más agua. Sustituya media hora de tele todos los días por media hora de un buen libro o media hora de paseo. Baje del tranvía o del bus una parada antes y empiece a caminar. Deje de ver un programa que no le dice nada y empiece a ver una serie en versión original.
Autocontrol y fuerza de voluntad no son lo mismo, pero mantienen una estrecha relación. Autocontrol es la capacidad consciente de regular los impulsos. La fuerza de voluntad hace referencia al esfuerzo que invierte para alcanzar algo. Una persona con autocontrol suele manejar bien sus emociones. Si lo tiene, también será capaz de no ceder ante el primer impulso que por ejemplo le lleve a comer en exceso o a abandonar cuando está cansado.
Para mejorar su autocontrol, lo primero que necesita es el deseo de realizar un cambio, el que cree que es bueno para usted, no el que le imponen los demás. No es suficiente motivo trabajar sobre su impaciencia, si usted no tiene la sensación de que le perjudica.
Priorice. ¡Ojo!, el autocontrol tiene un tope. Estudios recientes de la Universidad de Minnesota afirman que la capacidad de autocontrol tiene un desgaste. No es bueno abusar mucho de él. Si intenta controlarlo todo, al final se cansará y sucumbirá. Por ello, establezca prioridades. No quiera cambiar todo su mundo de golpe: dejar de comprar de forma compulsiva, hacer deporte, perder peso, dejar el tabaco, etcétera. Elija qué es lo más importante para usted y empiece por ahí.
Aplíquese la “terapia del fastídiate”. No todo en la vida puede producir satisfacción, ni siempre se podrá mover solo por sus motivaciones. Ojalá fuera así, pero no lo es. Así que asuma como parte del juego de la vida, que tiene que hacer cosas a pesar de que no le apetezcan, y que no tiene otra alternativa. Si se plantea otra opción, la cogerá. Olvídese, no existe el plan B. Es esto o nada. La mayoría de los objetivos necesitan perseverancia, esfuerzo, trabajo y sacrificio. Y están al alcance de todos. La diferencia entre los que lo consiguen y los que no está en que muchos se esfuerzan porque saben que lo tienen que hacer, que llegar a la meta pasa por etapas en las que no se está cómodo. En esta vida no nos podemos mover solo por placer.
No discuta con su diablito. Todos tenemos una figura negativa en nuestro cerebro que nos argumenta constantemente lo bien que se está en el mundo de lo fácil. Ese diablillo lleva toda la vida venciendo la batalla a la fuerza de voluntad. Si usted le escucha a él en lugar de a su Pepito Grillo, encontrará muchas excusas para dejar de hacer lo que debe en lugar de lo que le place.
Cuanto antes se ponga manos a la obra, antes entrará en el bucle de los que se sienten bien consigo mismos por ser los responsables de sus éxitos. Esas personas sufren, disfrutan, trabajan, descansan al igual que usted. En esta vida hay tiempo para todo. Se sentirá muy satisfecho de sí mismo si desde hoy empieza a dejar de limitarse y excusarse en que la fuerza de voluntad no es lo suyo. Sí lo es. Solo tiene que actuar 

Textos para el alma 155




Ante el cuadro de abulia que presenta nuestra existencia se hace preciso despertar. Los calores estivales nos han servido de excusa para continuar por los caminos de la ignorancia lega. Es pues, con la llegada de las temperaturas más suaves cuando nuestro propósito de enmienda puede florecer. Tal cambio de rumbo no requiere empezar una colección de sellos ni apuntarse a un gimnasio para muscular y/o adelgazar; puede ser un buen momento para plantearse: PARA QUE NACI. Responder esta cuestión puede dar un nuevo sentido a tu vida ya que sin duda es más que hacer ejercicio y ver crecer a unos niños que dices son tuyos. No busquemos argumentos para  ignorar la  ESPERANZA. Sin duda, para mitigar nuestro vacío, precisamos de ella. Para que esta anide en nosotros utilizamos diversos formatos. Dentro del paganismo lego encontramos el futbol, la bebida, el consumo y la fantasía que nos gratifican temporalmente del desdén de la existencia. Cuando, ese paganismo es docto, nos congratula ver cómo le ganamos terreno a la ignorancia y con las luces iluminamos ese oscuro destino sin esperanza. Cuando la opción elegida, para satisfacer el hambre de esperanza, es la espiritualidad encontramos un menú de religiones que dan satisfacción a nuestra necesidad de esperanza. Más no delegues en el altísimo aquello que puedes hacer tú. Sálvate de toda dependencia y líbrate de quien  cultiva la POTENCIA  de tu capacidad para beneficio propio. 

Textos para el alma 154




Vender comida caducada ya es legal en Grecia.....y  

pronto en Catalunya Además los sueldos congelados y 

rebajados. lo mismo que las pensiones. 

La "dolce vita" terminó y ahora toca aceptar "la pobreza 

de solemnidad" eso si con el permiso de la opulenta 

burguesía que ...

Don Jordi Pujol representó durante 23 años.

TEXTOS PARA EL ALMA 153


    La independencia que reclaman los nacionalismos debe ser aplicada a la emancipación de los  trabajadores. Estos deben abandonar sustentarse a través de la prole y la incapacidad y buscar soluciones propias a sus necesidades  ¿De qué sirve la vía catalana si trabajamos 12 horas al día por 500 euros al mes?
300.000 emocionados ciudadanos pretenderán unir una nación para el posterior beneficio de las 400 familias que gobiernan el Territori.

¿Para cuándo dejaremos que las simples emociones guíen  compleja existencia? 

CADA UNO LLEVA EN SÍ LAS POSIBILIDADES DEL AMOR Y NADIE PUEDE SUSTRAERSE AL MISMO.



“Tu imagen está en mis ojos
y en mi boca tu nombre.
Moras en mi corazón
¿Pero dónde te escondes?
Ibn . Arabi

"No es suficiente con abrir los ojos físicos… El iniciado debe ir más allá de lo exterior; Contemplar en la sencillez de la naturaleza la grandeza de la Emancipación; penetrar su apariencia… tocar su forma, percibir su olor, catar su sabor y escuchar su agitación, para Comprender que más allá de todo esto… 
está la Vida”.
Tal como lo es el universo, el hombre es un ser ternario que comprende un mundo espiritual, un mundo psíquico y un mundo material. En el hombre, el ternario o triada superior está integrada por los tres principios que forman la individualidad imperecedera (espiritual), perenne e indestructible. Esos tres principios son: 1) El yo superior o yo verdadero, (el Ser) el Atma o el reflejo de espíritu universal; 2) El intelecto o la razón pura (intelectus), la facultad o potencia cognoscitiva espiritual, el conocimiento intelectual puro, trascendente y metafísico, simultáneamente conceptual, discursivo, deductivo e intuitivo, y; 3) El manasde la tradición hindú; la facultad mental que hace del hombre un ser inteligente y moral y le distingue del simple bruto.


EL QUE QUIERE HACER ALGO, ENCUENTRA EL CAMINO. EL QUE NO QUIERE HACER NADA, ENCUENTRA UNA EXCUSA.





LA HUMILDAD

La Humildad es una virtud. Todas las virtudes dependen de la humildad.
Bases de la Humildad (La Caridad y la Paciencia), Paciencia con los demás, con uno mismo y con las cosas. Cuando uno se enfada con las cosas, hay que tener humildad (dejar a la Emancipación que mande).
Cuando me enfado con alguien es cuando no hace lo que yo quiero, cuando yo quiero y como yo quiero (falta de humildad).
La Humildad sabe amar a los demás y acepta al otro SER como ES.
Amor es tener conciencia de que YO sin TI me falta algo (no existo). La soberbia todo lo estropea, la humildad siempre disculpa.
Somos seres necesitados de otros para ser yo mismo. YO no Soy sin Ti (necesidad que tengo de ti para ser yo mismo). Soberbia es la manera de decirte No te necesito.
Si queremos levanta la autoestima de alguien es mostrarle que cuanta para nosotros. Todos necesitamos que nos digan que somos importantes. La Humildad es decirle al otro TU CABES. El 90% de los problemas que tenemos están relacionados con la soberbia.
La Humildad hace posible que aprendamos a amar.
ACOGIDA (propio de la feminidad). La feminidad es un vehículo para enseñar a amar. Solo contigo soy realmente YO, afirmas al otro como OTRO.
La Humildad no humilla, engrandece (me capacito para hacerte ser como eres).
La humildad es darnos cuenta de aquello que somos ante los demás (como como me veo sino como me ven). La Humildad nos ayuda a vernos con los ojos de los demás.
La Humildad es lo contrario de aparentar.
La Emancipación no puede con:
La soberbia
La hipocresía (querer figurar)
Tibieza (falta de lucha).
La verdadera persona que es sabia es Humilde.
El pusilánime no se conoce y es falta de humildad. No es humilde el que es mediocre. Nuestra grandeza depende de nuestro grado de humildad. La humildad es hacerse pequeño engrandeciendo a los otros.
Todo lo que tenemos lo hemos recibido (la conciencia de esta afirmación cambia la forma de ver el mundo). Todo lo que tenemos lo usamos pero no es nuestro: el tiempo, bienes…etc.
La falta de agradecimiento es falta de humildad, ser humilde es agradecimiento.

¿CONTEMPLANDO COMO PASAN LA OBRA Y LOS ACTORES EN UN TEATRO VACÍO?



¿SOMOS?
Evitamos el momento, lo aplazamos. No nos engañemos: a veces es necesario sincerarnos con nosotros, hacernos buenas preguntas, barajar todas las opciones…. Y ser.

Somos la suma de todas nuestras decisiones anteriores. El día de hoy es un resumen de todas las decisiones que tomamos ayer y anteayer. Cuando alguien se pregunta: “¿Cómo he llegado a esto?”, debería repasar la larga lista de elecciones que ha tomado en los últimos años. Y quien se pregunte: “¿Cómo será mi vida en el futuro?”,debería examinar las decisiones que toma de hoy en adelante. Como dice el adagio: una cosa lleva a otro. Por todas estas razones, aprender a tomar decisiones es una habilidad fundamental en la vida que puede aprenderse.
Con cada decisión, la vida toma una dirección, se bifurca, se desdobla; por eso, decidir genera temor. Miedo a equivocarse. Así, algunas decisiones quedan suspendidas en el aire. Aunque“no decidir” es también una decisión, de modo que es literalmente imposible no tomar decisiones. De alguna manera, deliberada o no, ¿siempre estamos decidiendo! Y de todas, la peor decisión es la indecisión. Eso es peor que equivocarse.
Si decidir es un proceso tan importante, ¿cómo es que las personas no cuentan con un sistema que les ayude a hacerlo? Para tomar buenas decisiones se han de cumplir tres supuestos: aceptar la posibilidad de errar, definir con exactitud el problema e identificar las opciones, y usar como herramienta las buenas preguntas.
“Si no puedes fallar, entonces no vale la pena”
La palabra “valor” tiene dos acepciones válidas: la de la utilidad y la del atrevimiento. Una vez, alguien dijo: “Si deseas tener más éxito, debes equivocarte más”.
Estas sabias palabras me hicieron reflexionar sobre lo poco que nos permitirnos probar, errar y aprender. Obviamente, el autor de ese pensamiento se refería al valor del error en el ciclo del aprendizaje: corregir a partir de las equivocaciones, más conocido como método de la prueba y el error. No le falta razón: todas las personas con logros significativos han partido de una mala situación y han conocido el fracaso y la caída en su camino hacia el éxito. Los errores son una etapa del éxito que no conviene evitar; son demasiado importantes como para tolerarlos o soportarlos. Cometer equivocaciones forma parte de la vida, son naturales y necesarios. Condicionar las decisiones o postergarlas para evitar el error es contraproducente.
La lista de empresas y emprendedores con éxito son un ejemplo de quienes, habiendo cometido errores, después, y una ver corregidos, triunfaron. ¿Y la suerte? Me temo que no existe tal cosa: la buena o mala suerte son una superstición.
Las empresas que mejor sobreviven al actual y doloroso “reset” económico son aquellas que priorizan la creatividad y el talento por encima de jugar a lo seguro. Empresas innovadoras. E innovar significa arriesgar todo lo conseguido para lograr algo aún más valioso para los clientes.
Las personas extraordinarias son, en realidad, personas ordinarias, pero que en un momento decisivo de su vida toman decisiones extraordinarias. Su grandeza es fruto de una elección arriesgada. Y arriesgarse es precisamente el modo para lograr algo grande en la vida.

NO OLVIDEMOS QUE LA EMANCIPACIÓN NOS HA PUESTO EN EL CAMINO DE LA VIDA, PARA SER CANALES DE AYUDA A QUIENES NOS RODEAN.




Las belleza de la liturgia.
Como culto comunitario, toda manifestación de amor hacia la emancipación la embellece y dota de un enigmático misterio de belleza colectiva espiritual.
Desde ella nos disponemos a disfrutas de un banquete de sentidos donde obtenemos el estímulo de una mente que estudie, unos oídos que escuchen, unos ojos que miren, una boca que cante y un corazón que ame.
Así, la emancipación, toma forma de carne humana y desde esa gracia que obtenemos una proyección que nos aleja de la caverna simbolizada en la “cueva” del nacimiento.
Todos somos niños que A travÉs de la evolución ADQUIRIMOS LA CONDICIÓN DE HUMANO MÁS O MENOS CON CAPACIDAD ESPIRITUAL QUE NOS PERMITE ENCARNARNOS EN UN CICLO DE VIDA ACEPTANDO LA MUERTE.

¿ERES JUSTA?



“Bienaventurados los que tienen hambre y ser de justicia, porque ellos serán hartos”
El deseo de la justicia, es el primer paso en el camino de la perfección. La verdad y la justicia, he aquí el pan que debes dar a tu alma llevando una vida seria y abundante en buenas obras. Mira tu flaqueza para pedir con fervor. Cada uno recibe el pan espiritual según la medida de sus deseos.