BILLY MACGREGOR - High Fidelity
HIGH FIDELITY
...un amor tan profundo como allá hasta donde
las raíces de los robles casi,
al centro mismo de la tierra o un amor
sin cordura y a la vez tan loco como el sueño de Petit
de cruzar de punta a punta el Orinoco
sobre una cuerda de guitarra.
Un amor con las tripas por fuera de esos donde uno de los dos lo deja todo
y atraviesa
el puto océano sobre una tabla de la plancha y de vela las cortinas de la ducha
porque el otro,
halla dicho abrázame.
Un amor grande que no quepa en el pecho o nada.
Que me parta como un rayo el corazón o nada.
Que imposible signifique una vez y otra y otra y otra o nada.
Un amor sin mañana ni pies ni cabeza ni tones o sones
ni un sólo minuto que no sea de gloria.
Un amor ahora o nunca.
Sin papeles ni firmas ni precio ni ya te lo dijes.
Que en vez de mi mitad lo sea mi todo.
Que en vez de una palabra sea verdad.
Que me duela.
Que me ría.
Que me llueva.
Que me mar, que me flor, que me pájaro y me nube.
Ese amor o nada.
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"Un teorema es para siempre"
***Eduardo Sáenz de Cabezón, ganador de la edición española del Concurso Internacional de Monólogos Científicos FameLab, en 2013.
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EVA BA - El amor es sólo sexo
EL AMOR ES SÓLO SEXO
Tuvimos sexo de todos los colores y sabores. Hubo del bueno, del malo, del regular; del de horas plenas y del de minutos perdidos. Pasamos por cada una de las posturas y orificios; deshicimos a golpe de cadera cualquier tabú o prejuicio antiguo. Perdimos kilos, ganamos vida, gastamos dos docenas de juegos de sábanas bordadas, descolgamos el teléfono quinientas veces, logramos que se mudaran los oídos de tres vecinos mojigatos. Nos aprendimos la piel de memoria, mezclamos sudores y olores, robamos al aire silencios, deshicimos los tabiques entre gritos. Era un sexo limpio de puro sucio, tan desnudo que siempre guardábamos al corazón bien doblado en el cajón. Follábamos, nos follábamos, y sólo después de la ducha, ya vestidos, abríamos la cómoda. Porque el amor, la pasión, el cariño, llegaban después, cuando me recogías ese mechón despistado detrás de la oreja y me susurrabas: a veces te quiero tanto que podría llegar a hacerte el amor.
***FACEBOOK: https://www.facebook.com/evinchi
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ANNE SEXTON - Consejos para una persona especial
— The Wave of Love © Huebucket —
CONSEJOS PARA UNA PERSONA ESPECIAL
Cuídate del poder,
Su avalancha puede enterrarte,
Nieve, nieve, nieve, sofocando tu montaña.
Cuídate del odio,
Puede abrir su boca y saltarás
A comerte tu pierna, un leproso instantáneo.
Cuídate de los amigos,
Porque cuando los traiciones,
Como lo harás,
Meterán sus cabezas en el inodoro
Y bajarán la palanca.
Cuídate del intelecto,
Sabe tanto que no sabe nada
Y te deja colgando boca abajo,
Articulando sabiduría
Mientras el corazón se te sale por la boca.
Cuídate de los juegos, de actuar,
Del discurso programado, sabido, pronunciado,
Porque te delatarán
Y te quedarás de pie como un niño desnudo,
Orinándote en tu propia cama.
Cuídate del amor
(A menos que sea verdadero, y cada parte de ti diga sí,
incluyendo los dedos de los pies)
te envolverá como una momia,
no se oirán tus gritos
y no pararás de correr.
¿El amor? Sea hombre. Sea mujer.
Debe ser una ola en la que deseas deslizarte,
Entregar tu cuerpo, tu risa,
Entregar, cuando la arena te tome,
Tus lágrimas a la tierra. Amar a otro es algo
Como una oración y no puede planearse, simplemente
Caes en sus brazos porque creer deshace la incredulidad.
Persona especial,
Si fuese tú no le prestaría atención
A mis consejos,
Creadas un poco a partir de tus palabras
Y de las mías.
Una colaboración.
No creo una sola palabra de lo que he dicho,
Excepto algunas, pienso en ti como un árbol joven
Con hojas pegadas y sé que echarás raíces
Y entonces el verdor real llegará.
Déjate ir. Déjate ir.
Oh persona especial,
Hojas posibles,
A esta máquina de escribir le agradas,
Pero quiere romper vasos de cristal
En celebración
Por ti,
Cuando deseches la oscura corteza
Y flotes
Como un globo.
***Traducción: Giselle Rodriguez Cid, editora de la Revista Ping Pong.
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ANA ELENA PENA - Situación sentimental: 'es complicado'.
Situación sentimental: 'es complicado'.
Esto no significa contorsionismo en nuestros ratos libres.
Ni ecuaciones, cálculo integral, física cuántica
o nudos complejos imposibles de deshacer.
Está más cerca del malabarismo emocional continuo,
de la incertidumbre y el miedo.
Pero también de la poca intención real que tenemos
en ser el uno con el otro.
Es hacer difícil, pesado y temerario
lo que podría ser tan sencillo
como una hoja volando libre y confiada
dejándose acunar por el viento.
***Del último (y recién salido del horno) libro de ANA ELENA PENA, Vamos a follar hasta que nos enamoremos. Disponible aquí: CLICK.
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ROCÍO SALAZAR
¿Quieres embarcarte conmigo
en una relación dominancia-sumisión
basada en estereotipos de género
arcaicos para que sirva como
el eje que dé sentido
a nuestras vidas?
Venga,
no.
***FACEBOOK ➨ https://www.facebook.com/rociosalazarilustradora/
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Frases de Películas (XIII)
BENJAMIN BRADDOCK —¡Por el amor de Dios, señora Robinson! Me hace usted entrar en su casa, me invita a beber, pone música, empieza a hablarme de su vida privada y acaba por decirme que su marido tardará horas en volver...
SEÑORA ROBINSON —¿Y qué?
BENJAMIN BRADDOCK —Está usted intentando seducirme... ¿No es verdad?
(DUSTIN HOFFMAN y ANNE BANCROFT
en "El graduado", 1967).
en "El graduado", 1967).
I Know (II)
***Videoclip del tema de David Lynch "I Know", interpretado esta vez por la actriz Maria-Louise Bensted y codirigido por Kamil Dossar Franko, Marco Stoltze y Sara Samsøe.
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MIGUEL DE CERVANTES - Novelas ejemplares: La gitanilla
LA GITANILLA
[...]
A lo cual respondió Preciosa:
—Puesto que estos señores legisladores han hallado por sus leyes que soy tuya, y que por tuya te me han entregado, yo he hallado por la ley de mi voluntad, que es la más fuerte de todas, que no quiero serlo si no es con las condiciones que antes que aquí vinieses entre los dos concertamos; dos años has de vivir en nuestra compañía primero que de la mía goces porque tú no te arrepientas por ligero ni yo quede engañada por presurosa; condiciones rompen leyes; las que te he puesto sabes, si las quisieres guardar, podrá ser que sea tuya y tú seas mío; y donde no, aún no es muerta la mula, tus vestidos están enteros, y de tus dineros no te falta un ardite. La ausencia que has hecho no ha sido aún de un día, que de lo que dél falta te puedes servir, y dar lugar que consideres lo que más te conviene. Estos señores bien pueden entregarte mi cuerpo, pero no mi alma, que es libre, y nació libre, y ha de ser libre en tanto que yo quisiere. Si te quedas, te estimaré en mucho; si te vuelves, no te tendré en menos. Porque a mi parecer los ímpetus amorosos corren a rienda suelta hasta que encuentran con la razón, o con el desengaño; y no querría yo que fueses tú para conmigo, como es el cazador, que en alcanzado la liebre que sigue, la coge y la deja por correr tras otra que le huye; ojos hay engañados, que a la primera vista tan bien les parece el oropel como el oro; pero a poco rato bien conocen la diferencia que hay de lo fino a lo falso. Esta mi hermosura, que tú dices que tengo, que la estimas sobre el sol y la encareces sobre el oro, ¿qué sé yo si de cerca te parecerá sombra, y tocada caerás en que es de alquimia? Dos años te doy de tiempo, para que tantees y ponderes lo que será bien que escojas, o será justo que deseches; que la prenda que una vez comprada, nadie se puede deshacer della, sino con la muerte, bien es que haya tiempo, y mucho, para miralla y remiralla, y ver en ella las faltas o las virtudes que tiene; que yo no me rijo por la bárbara e insolente licencia que estos mis parientes se han tomado de dejar las mujeres, o castigarlas, cuando se les antoja. Y como yo no pienso hacer cosa que llame al castigo, no quiero tomar compañía que por su gusto me deseche.
—Tienes razón, oh Preciosa —dijo a este punto Andrés—, y así, si quieres que asegure tus temores y menoscabe tus sospechas, jurándote que no saldré un punto de las órdenes que me pusieres, mira qué juramento quieres que haga, o qué otra seguridad puedo darte, que a todo me hallarás dispuesto.
—Los juramentos y promesas que hace el cautivo, porque le den libertad, pocas veces se cumplen con ella —dijo Preciosa—; y así son, según pienso, los del amante, que por conseguir su deseo prometerá las alas de Mercurio y los rayos de Júpiter, como me prometió a mí un cierto poeta y juraba por la laguna Estigia. No quiero juramentos, señor Andrés, ni quiero promesas, sólo quiero remitirlo todo a la experiencia deste noviciado; y a mí se me quedará el cargo de guardarme cuando vos le tuviéredes de ofenderme.
[...]
—Puesto que estos señores legisladores han hallado por sus leyes que soy tuya, y que por tuya te me han entregado, yo he hallado por la ley de mi voluntad, que es la más fuerte de todas, que no quiero serlo si no es con las condiciones que antes que aquí vinieses entre los dos concertamos; dos años has de vivir en nuestra compañía primero que de la mía goces porque tú no te arrepientas por ligero ni yo quede engañada por presurosa; condiciones rompen leyes; las que te he puesto sabes, si las quisieres guardar, podrá ser que sea tuya y tú seas mío; y donde no, aún no es muerta la mula, tus vestidos están enteros, y de tus dineros no te falta un ardite. La ausencia que has hecho no ha sido aún de un día, que de lo que dél falta te puedes servir, y dar lugar que consideres lo que más te conviene. Estos señores bien pueden entregarte mi cuerpo, pero no mi alma, que es libre, y nació libre, y ha de ser libre en tanto que yo quisiere. Si te quedas, te estimaré en mucho; si te vuelves, no te tendré en menos. Porque a mi parecer los ímpetus amorosos corren a rienda suelta hasta que encuentran con la razón, o con el desengaño; y no querría yo que fueses tú para conmigo, como es el cazador, que en alcanzado la liebre que sigue, la coge y la deja por correr tras otra que le huye; ojos hay engañados, que a la primera vista tan bien les parece el oropel como el oro; pero a poco rato bien conocen la diferencia que hay de lo fino a lo falso. Esta mi hermosura, que tú dices que tengo, que la estimas sobre el sol y la encareces sobre el oro, ¿qué sé yo si de cerca te parecerá sombra, y tocada caerás en que es de alquimia? Dos años te doy de tiempo, para que tantees y ponderes lo que será bien que escojas, o será justo que deseches; que la prenda que una vez comprada, nadie se puede deshacer della, sino con la muerte, bien es que haya tiempo, y mucho, para miralla y remiralla, y ver en ella las faltas o las virtudes que tiene; que yo no me rijo por la bárbara e insolente licencia que estos mis parientes se han tomado de dejar las mujeres, o castigarlas, cuando se les antoja. Y como yo no pienso hacer cosa que llame al castigo, no quiero tomar compañía que por su gusto me deseche.
—Tienes razón, oh Preciosa —dijo a este punto Andrés—, y así, si quieres que asegure tus temores y menoscabe tus sospechas, jurándote que no saldré un punto de las órdenes que me pusieres, mira qué juramento quieres que haga, o qué otra seguridad puedo darte, que a todo me hallarás dispuesto.
—Los juramentos y promesas que hace el cautivo, porque le den libertad, pocas veces se cumplen con ella —dijo Preciosa—; y así son, según pienso, los del amante, que por conseguir su deseo prometerá las alas de Mercurio y los rayos de Júpiter, como me prometió a mí un cierto poeta y juraba por la laguna Estigia. No quiero juramentos, señor Andrés, ni quiero promesas, sólo quiero remitirlo todo a la experiencia deste noviciado; y a mí se me quedará el cargo de guardarme cuando vos le tuviéredes de ofenderme.
[...]
*En Miguel de Cervantes, Novelas ejemplares (1613), Barcelona, 1994, Ediciones publicadas por Frances Luttikhuizen.
***Reproducción en ebook gratuito digitalizado por Google de este mismo fragmento de la "Novela de La Gitanilla", edición de 1783, por don Antonio de Sancha:
Consultorio de la Dra. Lamort
—Doctora, dicen que en la menopausia empeora tu vida sexual.
—Tranquila. Si no tienes vida sexual, es imposible que empeore.
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