Compañeros, no las tenía todas conmigo. Me había inscripto por cuarto año consecutivo a esta edición de la Behobia alrededor de Marzo-Abril. Había reservado la habitación en el hostal también por aquel entonces.
Y habían pasado tantas cosas a lo largo del año que por el verano estuve a punto de poner en venta mi dorsal y cancelarlo todo.
Fue un pronto que tuve y que luego se me pasó. La visita a Donosti no la iba a perder aunque luego el domingo ya vería si corría o no la carrera.
El último mes empecé a entrenar con un poco de asiduidad, alternando con la bici algunos días y los últimos incluso doblando el entreno haciendo carrera y bici.
El entreno más largo que hice fue de 15km y a un ritmo bastante lento que incluso me preocupé de si era normal. La última semana, por motivos de trabajo no salí a correr nada de nada. Estaba tomando muy mala pinta el que pudiera correr la Behobia.
Pero a medida que se acercaba el día mis ánimos fueron mejorando y decidí que la iba a correr y acabar como fuera. Haría la carrera con la misma filosofía que mi primera vez: a disfrutarla.
Estaba claro que el ritmo con el que iba a salir no haría justicia al dorsal verde que me adjudicaron. Pensé que en lugar de salir en el cajón 4 quizás tendría que caer en los cajones de más atrás para no estorbar a los de adelante.
Feria del corredor: velódromo de Anoeta
Pero todo eso cambió el domingo.
El domingo por la mañana quedé con Toni (Forest) y su cuñado (que era la primera vez que la corría) para coger el euskotren hasta Irún. Aunque el día amaneció en Donosti nublado pero sin lluvia en Irún y Behobia estaba cayendo la del pulpo. Nada que ver con la edición del 2009 en la que cayó granizo pero esta edición también estuvo pasada por agua.
Llegamos a Behobia a las 9 y hasta las 10:30 que salí estuvo todo el rato lloviendo. Pasé la mayor parte del tiempo al resguardo de la lluvia al igual que casi todos los corredores y sólo salí a calentar unos 10 minutos antes de entrar en el cajón.
La intención de salir de unos cajones de atrás se esfumó tan pronto llegué a Behobia. Lo que quería era salir cuanto antes de allí ya que sabía que cuanto antes saliera, antes llegaba a Donosti y podía darme una ducha de agua caliente.
A las 10:32 se dio la salida de mi cajón y poco a poco me fui poniendo a un lado de la carretera para molestar lo menos posible a la gente que venía detrás más rápido, aún así los primeros dos kilómetros ya le dí bastante bien a la zapatilla. Pero el resto del recorrido fui regulando. Sabía que quedaba por delante 20km y dos puertos que superar: km 8 Gaintxurizketa y km 17 Mirakruz.
Tal como había pensado, fue salir de Behobia y la lluvia bajó de intensidad.
Lo hice bastante bien. En las bajadas me dejaba llevar para luego en las subidas poder ir a un ritmo decente y sin sufrir demasiado. Comparado con otras ocasiones me dio la impresión que esta vez todo el mundo me sobrepasaba. Pero yo a mi ritmo. Mi carrera de este año era como un entreno.
Al coronar Mirakruz ya sólo quedaban 3km de bajada hasta el Boulevar donde estaba la meta. Así que apreté los dientes y ahí ya di casi todo lo que tenía en las piernas.
Quedaba un último escollo que superar: el puente de Zurriola. Aunque la lluvia no nos había abandonado en casi todo el recorrido, al cruzar el Kursaal fuertes ráfagas de viento y lluvia hacían difícil avanzar. Tocaba apretar dientes, apretar culo y darlo todo pues estábamos a unos escasos 300m de meta.
Pese a la lluvia y al viento, el público, otro año más, no defraudó. En todo el recorrido me sentí arropado por gente animando, dando voces...En estas ocasiones de lluvia creo que la gente vasca tiene tres manos: una para aguntar el paraguas y dos para animar a los corredores, porque sino no me explico...
Reponiendo hidratos después de la carrera
Al final mi tiempo este año ha sido de
1:30:10. Más contento no puedo estar. Sin casi haber entrenado acabé muy bien de piernas y con la esperanza de recuperarme pronto, volver a los entrenos de nuevo y poder volver a estar en los ritmos que estaba hace un año.
Para finalizar cuál ha sido mi sorpresa que me encontré con
Isidro Gilabert en la zona de recogida de bolsas, y tuve la oportunidad de charlar un rato.
Anteriormente me había encontrado con
Rafa, el Abuelo Runner en la feria del corredor y claro está, con
Toni Forest y su cuñado con el que compartí euskotren camino de Irún.
Esta carrera me tiene enamorado: el público, el recorrido, el clima, la ciudad, la gente vasca... todo ello en su conjunto hace que para mi la Behobia sea algo más que una carrera.
Ya estoy pensando en la edición 49.
Datos medios del fore:
- Distancia: 19.75 km
- Tiempo: 01:30:07
- Ritmo medio: 04:34
- HR medio: --- bpm