Seguimos con un panorama preocupante en todo el territorio. Demasiadas muertes, demasiados ingresados en UCI y confinamientos para tratar de atajar el problema, mientras se vacuna a la población de más riesgo. No se puede ser ajeno a todo lo que ocurre, aunque la vida sigue.
Quizás por ese motivo ya pongo la vista en futuras salidas de pesca. Las restricciones no permiten florituras, por lo que tocará esperar. A pesar de todo, habrá opción de hacer alguna salida, para calmar la sed de acción. Y mientras, pues hay que entretenerse con alguna pequeña alegría, como puede ser la compra de material.
Me han llamado la atención algunas de las nuevas creaciones de Caperlan, ya que se ha puesto al día en colores y algunos avances técnicos como el sistema de pistón de señuelos muy reconocidos. Y ha mejorado algo de lo que desde mi punto de vista, siempre adoleció, como era el peso de los señuelos. Era bastante difícil encontrar señuelos con gramajes interesantes. El pequeño paseante lo destinaré a la pesca en la ría y en agua dulce.El eging va ganando más adeptos cada día y lo cierto es que no soy ajeno a ello. Puede ser una pesca muy divertida, para compaginar con esos momentos en los que no se practican otras modalidades. Y además está el componente culinario. Por ello he comprado unos egis Yamashita que hoy por hoy es el referente mundial.
Pero también hay otras marcas con muy buenos resultados y a precios un poco más contenidos, en algunos casos. Este año DTD y Williamson fueron mis aliados para hacerme con algunas sepias. Y también conseguí unas grapas para pescar con el método Tataki.