Alfred, un amigo de mi hijo, nos ha
dado membrillos de la huerta de sus padres. Eran estupendos, sin marcas ni
golpes.
Ingredientes
- Membrillos
- Azúcar (el mismo peso que de membrillo una vez eliminado el corazón duro)
- Zumo de limón (colado sin pepitas ni pulpa), así se impedirá que se oxide y se ponga rojo
- Canela (opcional)
Elaboración
- Limpiar con un estropajo la piel de los membrillos ya que tienen mucha pelusilla, retirar los posibles golpes o marcas.
- Ponerlos en una olla rápida (sin sobrepasar el límite máximo de altura)
- Llenar la olla con agua hasta que llegue a la mitad de los membrillos que estén encima.
- Poner a cocer a temperatura máxima y cuando la anilla de la olla se levante, bajar el fuego al mínimo y contar 15 minutos para apagar el fuego.
- Dejar enfriar, abrir la olla.
- Partirlos y retirar la parte central que esta dura, guardando algunas pepitas para añadirlas a la receta, ya que le dan aroma y pectina. Como veréis, en esta receta se utiliza la piel que contiene mucha pectina y nos ayudará a que se solidifique antes.
- Pesar la carne del membrillo una vez retirado la parte central.
- Ahora una vez pesada la pulpa del membrillo añadiremos un vaso de agua para triturarlos bien con un minipimer o robot de cocina.
- Luego añadiremos el azúcar, el zumo de limón y la canela.
- Mi madre tenía la costumbre de dejar esta mezcla reposando unas horas para que se humedezca, asi que yo sigo la tradición.
- En la encimera de inducción he puesto al principio el fuego al nivel 5 sobre 9 que es el máximo cuando he visto que tomaba un poco de calor, lo he bajado al 2 hasta el final.
- Hay que remover de vez en cuando para evitar que se pegue, así con poco calor se ha hecho perfectamente sin pegarse.
- Cuando observemos que empieza a ponerse brillante la confitura y a quedar durita, la podemos poner en moldes y dejaremos enfriar, luego los taparemos con un paño durante unos dias.